«Si no hay directos, tenemos que inventarlo todo otra vez»

En conversación con Lorena Jiménez, de La Trinchera, Cancho considera fundamental «que no nos pille el toro» y aprovechar este tiempo de detenimiento forzoso para «intentar estar lo mejor preparados para cuando pasen las restricciones» y comenzar con los conciertos «con total seguridad para la gente».

«A lo mejor no hacemos conciertos hasta el año que viene», reconoce, porlo que será necesario esperar y, según cómo quede el panorama tomar decisiones.

Admite que en su caso, «desde el minuto uno» no ha dejado de trabajar manteniéndose en contacto con promotores, festivales, reubicando concietos e intentando reagendar todo lo posible.«Yo tengo las giras preparadas para salir a finales de julio», destaca.

Ese futuro posible no estaría, en principio, en el verano. A su juicio, será «complicado, no ya por el Gobierno y sus medidas, sino por nosotros mismos como ciudadanos». «Cualquier persona va a ver un peligro en mezclarse en un mismo espacio», explica.

Separar lugares entre butacas o hacer dobles sesiones en los teatros son algunas de las ideas que se han valorado, pero la realidad es que «a nadie le apetece meterse en un teatro en agosto». Un problema añadido es que las giras de verano están preparadas para otras dimensiones de producción, con equipos de hasta 25 personas. «Si te metes en un teatro, se hace insostenible».

Si algo tiene claro Cancho es que «el último que tiene que sufrir las consecuencias es el espectador, el fan«. »La situación económica que va a quedar para la gente es casi para que se abaraten las entradas«, añade, algo que pasaría por ayudas y acciones concretas por parte del Minsiterio; bajada del IVA, creación de una bolsa económica para sufragar gastos extra, el desarrollo de la Ley de Mecenazgo...

En las últimas semanas, es habitual ver a artistas de todos los perfiles ofrecer contenidos gratuitos a través de sus redes sociales. Una práctica solidaria -la música como elemento de unión y generadora de emociones- pero que encarna cierto riesgo. «Las acciones en redes están muy bien, pero se tienen que empezar a capitalizar. La gente tendrá que entender que si artistas de primera línea hacen contenidos gratuitos es solo porque se piensa que esto es pasajero, pensando que es algo limitado y volveremos a los escenarios. Si eso no ocurre, la idea tendrá que pasar por caja«, razona.

«Todo el mundo tiene música gratis en su casa porque el artista quiere que le llegue y que más adelante vaya a sus concietos. Pero si no hay directos, tenemos que inventarlo todo otra vez», añade.

Considerar que esa calidad, la que ofrece una mínima pantalla de teléfono u ordenador y una grabación rudimentaria, es aceptable, es otro de los peligros, como señala Lorena Jiménez. Si bien hay una generación «acostumbrada» a acercarse a los contenidos por esta vía, si se mantiene la tendencia, ambos coinciden en señalar que sería necesario «profesionalizar» este tipo de shows y aplicar medidas como las restricciones en la emisión, algo que se viene realizando con shows internacionales en los festivales desde los que se emite en streaming, por ejemplo.

Este parche momentáneo presenta, sin embargo para Cancho un inconveniente obvio; «Un artstia está acostumbrado a salir ante un público, que es una animal caliente ante el que interactuas. Si nos sentimos raros hablando a una pantalla, imagina un tipo con una guitarra...».

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