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El cantaor Israel llega a Santander -ciudad que conoce bien y que le parece de «una gran belleza y con un público entendido»- en uno ... de los mejores momentos de su carrera y eso que en los últimos años ha vivido muchos. Acaba de publicar un nuevo disco 'Pura sangre' y esta noche, en el Palacio de Festivales tendrá la oportunidad de ofrecer algunos de los cantes tradicionales que más le apasionan. Un nuevo recital del Festival Internacional de Santander (FIS), 'Ópera flamenca' con la que el cantaor, acompañado del guitarrista Diego del Morao, acercará a los espectadores a la época entre mediados de los años 1920 a 1950.
-Esta noche presenta 'Opera flamenca'. ¿Es su apuesta más arriesgada?
-Soy un cantaor clásico, por decirlo de alguna manera, y al que le gusta mucho escuchar el cante de 1920 hasta los cincuenta, los años de mayor auge de la ópera flamenca. Así que se nos ocurrió hacer un espectáculo de forma natural. Sin grandes pretensiones y ahí está.
-¿La ópera flamenca es una gran desconocida?
-No diría exactamente desconocida, en su momento tuvo muchísimo auge, pero es cierto que ahora mismo parece que está olvidada. Creo que se trata de un tipo de flamenco para gente muy muy aficionada.
Hoy Sábado. Sala Argenta. 20.30 horas. Israel Fernández, cante y piano. Diego del Morao, guitarra flamenca. Marco Carpio y Pirulo, palmas. Herminia Navas, directora de escena. Programa. Ópera Flamenca.
Hoy.Marcos Históricos Escalante. Iglesia de la Santa Cruz, 21.00 horas. Trio Vibrart. Miguel Colom, violín.Fernando Arias, violonchelo. Juan Pérez Floristán, piano. Johannes Brahms, Trío para violín, chelo y piano en Si Mayor no. 1, op. 8; Antonin Dvorak, Trío no. 4 en Mi menor, op. 90 Dumky.
-¿Qué va a ver el público?
-Cante, toque y palmas. Lo que se hacía en esa época y una pequeña muestra de esos cantes primitivos. Pero prefiero no desvelar mucho y que el público lo descubra.
-Se acompaña en el escenario del Diego del Morao. ¿Hasta que punto es importante la complicidad entre el cantaor y el guitarrista?
-Es vital, que haya complicidad y tener más o menos el mismo concepto musicalmente hablando. Aparte de llevarse bien en lo personal, claro.
-Proviene de Toledo. Una ciudad que a priori no parece muy flamenca. ¿Cómo llegó a este género?
-Nací, me crié y sigo viviendo en Toledo. Es cierto que Andalucía es la cuna del flamenco y donde más cantaores, bailaores y guitarristas hay. Pero el sol da en todos los lados y está en todos los sitios.
-¿Y cómo está ahora el flamenco?
-En cada concierto que doy puedo comprobar que la juventud tiene mucho interés por el flamenco. Veo a mucha gente joven y para mí ese es mi premio. Así que en ese sentido veo que está en un sitio bastante bueno. Pero sigo pensando que debería de estar más valorado de lo que está.
-¿Cómo se define como cantaor?
-Definirse a uno mismo es algo bastante difícil. Creo que es el público el que debería de hacerlo. El público es soberano y manda. Lo que sí puedo decir de mi mismo es que soy un aficionado muy grande que tiene devoción por el cante desde chiquitito.
-¿Cuáles han sido sus mayores referencias?
-Siempre me ha interesado el flamenco clásico. He escuchado mucho a la Niña de los Peines y a su hermano Tomás Pavón. A Manuel Torres, Manuel Vallejo... Pero mis tres ases de inspiración son la Niña de los Peines, Camarón de la Isla y Paco de Lucía.
-En el tema de la apropiación cultural del flamenco, ¿en que lado está, en el de los puristas o en el de los más aperturistas?
-No hecho mucha cuenta de eso, la verdad. Yo lo que quiero es que la gente disfrute y que no se pierda el flamenco. Es decir, que no se lo pierdan ellos porque el flamenco es imposible que desaparezca porque es infinito y es eterno. Lo único que pido que la gente que se acerque al flamenco lo haga desde el respeto, desde la información para poder saborearlo mejor y no le vendan gato por liebre.
-Acaba de publicar un nuevo disco, 'Pura sangre'. ¿Qué presenta en esta ocasión?
-Es una especie de autobiografía. En él hablo de mis padres, de mis abuelos de mis tíos... Es un disco en el que recuerdo de mi infancia y también incluyo una serrana del silencio porque para mí el silencio es importante cuando me pongo a escribir. Creo que es un álbum mucho más atrevido que el anterior, 'Amor', pero también que cada disco refleja una época de tu vida y cada día es nuevo. Sobre todo quiero ser fiel a mis sentimientos, a mi forma de sentir en el momento en el que estoy. Así que todo esto es lo que he plasmado en este disco sin pretender nada más.
-Una frase que repite mucho es que el rojo apaga el mal de ojo.
-La decía mi abuela y desde entonces siempre visto con algo rojo.
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