SFDK

«El artista que valore la cantidad de público por encima de todo está haciendo una 'cagá'»

-Están inmersos en una carrera de fondo cuya meta es celebrar su 30 Aniversario. ¿Es lo más grande que han preparado nunca?

-En cuanto a 'el gran show', sí. Y no porque vaya a haber más o menos gente que en el veinticinco aniversario, sino porque en las cabezas de todo el mundo, tanto en las nuestras como en las de la gente que viene, creo que resuena un mensaje de: «es el momento». Y te puedes imaginar toda la preparación que lleva… Estamos organizando las cosas con un año de adelanto; igual que anunciamos las entradas con un año de adelanto, también se lleva trabajando un año creando, aportando ideas, viendo cómo poner el escenario y cómo hacer el sonido, viendo qué canciones sí y cuáles no… Estamos ahí, en la gran obra. Y además también con la gira.

-¿Es difícil saltar de la gira actual a los preparativos de su treinta aniversario y ser capaces de centrarse en ambas cosas?

-No exactamente. Nosotros de la que vamos en la furgo con nuestro equipo vamos comentando ideas. Nos preguntamos qué sonido queremos hacer, qué equipos se quieren para el evento, etc. Al final estar de gira nos ayuda a sacar adelante algunas ideas para el aniversario y a ver qué temas nuevos están funcionando en directo, por ejemplo. Pero luego cuando llegue octubre cortaremos; somos gente de centrarnos en un proyecto, así que terminaremos los conciertos de verano y en octubre diremos: «venga, vamos a ponernos con el treinta aniversario de verdad».

-¿Cuántas personas les acompañan en gira?

-Son siete personas y con nosotros, somos nueve. Está el tour manager, el road manager, otros conductores, técnico de luces, técnico de sonido y el 'Legendario', que viene con nosotros de apoyo. Llevamos dos furgonetas, una con todos los trastos y luego aparte la furgoneta en la que vamos nosotros. Además tenemos que decir que llevamos equipo de refuerzo de luces, por si llegamos a un sitio y la cosa no convence mucho. También solemos llevar unos tótem con varios focos, nuestras lonas, merchandising… De todo un poco, vaya. Por si acaso.

-En un principio el concierto de su 30 Aniversario estaba programado en la Plaza España de Sevilla; las entradas se agotaron en 5 horas y tuvieron que cambiar el recinto para poder ampliar aforo. ¿Qué se les pasa por la cabeza si piensan en el 22 de junio de 2024?

-¡Que no llueva! (risas). En mi cabeza —la de Acción Sánchez— siempre está el que no llueva, aunque luego también me pongo en el lugar de la gente, en junio en Sevilla, y digo: «hostia, como haga calor la gente lo va a pasar mal». Nuestros pensamientos son un poco esos, ¿no? Y luego también está el pensamiento de: «¿te imaginas que me pasa algo y no llego?». A ver, nos lo hemos llevado a junio, y como puede que haga 'mucha calor' quizá pongamos unas carpas en la zona donde la gente vaya a hacer cola. También estamos pensando en la posibilidad de que haya gente que vaya refrescando con agua a esos que vayan a hacer cola… Todo eso se trabaja desde un tiempo antes. Nosotros somos consumidores de películas, nos gusta el cine, nos gusta la música, y al ser consumidores, hay unas condiciones y cosas que a nosotros como clientes me gustan, entonces luego nos gusta que la gente que venga a vernos a nosotros venga bajo esas condiciones de bienestar para disfrutar de la música. Hay gente que invierte mucho tiempo, dinero e ilusión para venir.

-¿Son de los que se implican personalmente en la organización de un evento y de sus propios conciertos?

-Nosotros sí. Hay partes que se escapan porque quizá quienes lo organicen sean de otra productora o lo que sea, pero nosotros ponemos unas condiciones e intentamos que la gente esté bien. Imagínate que el concierto sale super bien pero la gente ha pasado calor, ha habido tres desmayos, etc… Pues al final a nosotros eso nos afecta. De hecho, en esta gira en la que estamos ahora nos ha pasado que vamos en la furgoneta y ya vamos comentando que no queremos volver a equis espacios o salas por sus capacidades; la gente agobiada, con calor… Hemos llegado a la conclusión de que hay que buscar otras salas y recintos más grandes porque ni siquiera nosotros estamos bien cuando vemos a la gente agobiada. Somos muy de cuidar a la gente. Hay gente que llega a última hora pero también hay gente que está desde por la mañana haciendo cola. ¿Qué menos que darle una botella de agua?

-Todos los escenarios merecen el mismo respeto pero no todas las plateas tienen la misma cantidad de público. Sin ir más lejos, el escenario del Santander Music no será tan multitudinario como esa Cartuja de la que hablamos. ¿Qué le pasa a quien, como artista, valora la cantidad por encima de todas las cosas?

-Realmente es una 'cagá' y una tontería. A veces cuando pasa eso es por vender la moto de cara a medios, pero a nosotros eso nos da igual. El 30 Aniversario sinceramente no me va a poner más nervioso que el concierto del miércoles en Almería.

-¿Bajo qué situación se pondría nervioso Zatu?

-Un concierto que estén grabando o retransmitiendo en directo, eso sí que me interrumpe un poco. Esa parte me saca un poco más de la atmósfera.

-'Inkebrantable' está lleno de colaboraciones: Bejo, Lia Kali, Kaze, Juanito Makandé, Kase O, Natos y Waor… Es un disco por y para otras voces del panorama. ¿Algún nombre que haya quedado en el tintero?

-(Piensan). ¡Estopa! Estopa se quedaron fuera. También tenemos pendiente un par de temas con algunos amigos, pero uno teníamos claro que sería posterior al disco y el otro ahora no recordamos el motivo por el que no entró en el proyecto.

-¿Blues y rap pueden convivir en la misma canción?

-Al final el rap es una música que se nutre de todas las músicas, y ahora con los avances técnicos que hay para crear música es mucho más fácil fusionar y que todo tenga un sentido y una lógica. No solo se trata de samplear una batería, sino que ahora estamos fusionando de verdad, con elementos del blues y creando composiciones a partir de ese estilo… Es una cosa más trabajada gracias a los programas y equipos a los que podemos tener hoy acceso. Y luego, personalmente —habla Acción Sánchez—, yo he querido ampliar los conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo del tiempo; no me puedo quedar solo en el rap, porque llevamos treinta años y ya hemos hecho mucho rap al uso, ¿sabes? Si comes todos los días macarrones… chiquillo, ¡échale un poco de queso, a ver qué pasa! ¿No? Hay que avanzar, mejorar, y mostrar al público una música que se adapte a los tiempos.

-¿Una opinión compartida?

-Somos bastante lineales en cuanto a música —habla Zatu— y nuestro pensamiento va bastante en paralelo. El rap de los noventa con el que nos criamos nosotros consistía en samplear la música de veinte años atrás y a partir de pequeños fragmentos de esas canciones tenías que hacer tu propia música. Entonces nuestra música ha partido de esa esencia, pero ahora, con el tiempo que llevamos haciéndolo, estamos buscando nuevas formas de investigar y pasárnoslo bien desde un sitio cómodo.

Quizá 'El Blues del Condenado' sea uno de los temas del disco en los que el oído más obligue a uno a pararse, volver a escuchar y digerir. ¿Les ha pasado eso con más temas de este trabajo?

-De hecho 'El Blues del Condenado' se lanzó el primero precisamente por eso. Ese tema tiene una proyección grande. Ya la instrumental que tenía Oscar ahí era un pepino de por sí, así que cuando subimos a la Lía con esa voz que tiene, ver cómo la cogió, con esa forma… Ya era como: «bua, esto está hecho». Y al mismo tiempo, en ese tema —habla Zatu— llamó la atención cómo yo la continúo a ella en la canción; entro en otros sitios donde no te enteras y me lo paso bien engañando un poco al oyente. Y Oscar también, porque te mete un instrumento y te seduce. Nos gusta crear sensaciones, pero para todo en la vida. Decir: «aquí voy a hacer una cosa para que la gente lo recuerde y se sienta bien». Remover cosas.

-¿Cómo hacen para suplir a la persona con la que han colaborado en un tema cuando llega el momento de interpretarlo en directo?

-Nosotros en nuestro show llevamos tres maneras distintas de hacerlo. Por ejemplo, en 'El Blues del Condenado', nada más entra la primera palabra de la Lía yo le continúo y le suelto ya mi verso desde el principio; luego, por ejemplo, en 'Pompa', con Bejo, da la casualidad de que los rapeos me encajan uno a continuación del otro y hago un rapeo largo; en 'Ringui Dingui', con Kase O., la soltamos con su playback y la voz de él sonando. Podemos hacer múltiples opciones. Y luego hay canciones en este disco como 'Qué tienes tú', con Kaze, que los versos vienen muy entremezclados; temas como este Oscar por ejemplo nunca está muy por la labor de hacerlos en directo porque nos cuesta mucho.

-A SFDK se le considera vieja escuela, referencia. ¿Lo nuevo en la materia mira cada vez más a Latinoamérica?

-Intentamos estar al día de todo en realidad y escuchamos música tanto de aquí como de Latinoamérica, como de cualquier parte del mundo de la que nos llegue información o estemos nosotros bicheando. Somos gente bastante abierta en lo que al rap y a otras músicas se refiere y llevamos años siguiendo el panorama en Latinoamérica; hemos descubierto grupazos allí. Al final esto se basa en una retroalimentación de ellos con nosotros y nosotros con ellos.

-¿Y han llegado a alguna conclusión por el camino del bicheo?

-A alguna que otra. Mira, por ejemplo la escena en Argentina ha crecido muchísimo. Nosotros fuimos a tocar hace un montón de años por allá, como en 2011 o así, y nos daban las gracias porque decían que eso iba a hacer mucho en el país, que nuestra presencia allí iba a dar un impulso al rap en Argentina, que todavía estaba empezando… y ahora mismo ese continente tiene los mejores números. El rap no cuajó en Argentina, y sin embargo fue con el trap que lo han reventado. En Argentina nunca llegó a haber grupos que cuajaran, pero lo otro lo cogieron y fue aquello gasolina y fuego.

-¿Qué tienen preparado para el Santander Music?

-Vamos a tener menos tiempo del habitual, así que llevamos un espectáculo comprimido. Nuestro show de por sí ya es un vendaval, y como hace tiempo que no nos pasábamos por aquí, tampoco vamos a hacer ninguna invención nueva. Aquí básicamente vamos con toda la caballería, con la artillería pesada; además llegaremos después de estar diez horas conduciendo rumbo a Santander.

-¿Queda algo del Niño Güey?

-Queda mucho. El Niño Güey es básicamente un buen vecino. Yo —Zatu— tengo un poco de las dos, soy un buen vecino porque me gusta la gente, pero soy un mal vecino porque soy muy ruidoso y como vivo en otros horarios a los habituales de la gente, hago ruido cuando no toca. Pero básicamente El Niño Güey era eso, jugar a la contra; siempre el rapero es malo, es gente chunga de barrio, no se qué… Y eso está bien, pero también se puede ser buena gente, dar los buenos días, abrirle la puerta a la persona que viene cargada… Así que todavía queda bastante.

-¿Será el espíritu de ese niño el que se suba esta noche al escenario del Santander Music?

-Por supuesto.