«Los artistas no llenan los escenarios, son las canciones las que lo hacen»

-¿Qué tal está resultando esta gira tan especial?

-Va muy bien y eso que es muy diferente a las que he venido haciendo hasta ahora. Lo es en el sentido de que solo canto las canciones que la gente quiere escuchar. Normalmente cuando los músicos sacamos un disco, nuestro principal interés es que se escuchen las nuevas canciones y, sin embargo, la gente nos sigue pidiendo las viejas que les han acompañado toda la vida. Y este concierto es eso: Una especie de grandes éxitos con mis canciones más conocidas.

-Dentro de ese repertorio, ¿tiene alguna canción preferida?

-Hay canciones que llevo cantando desde hace cuarenta o cincuenta años y que ya tengo interiorizadas como 'Quiero abrazarte tanto', 'El abuelo Vítor', 'Solo pienso en ti' o 'Asturias'. Pero hay algunas otras que son más recientes y que también me gusta mucho cantar aunque hayan tenido una vida mucho menos brillante como 'Canción pequeña' o 'Me gusta saber de ti'. Cuando las presento en los conciertos digo que han sido 'canciones desgraciadas' y, la verdad, es que el público se interesa mucho por ellas.

-¿En qué se inspira ahora?

- Me inspiro en lo de siempre, en la vida y en lo que sucede a mi alrededor. Intento meter la vida cotidiana en todas las canciones y que si alguien las descubre dentro de doscientos años pueda reconstruir una parte de la historia de este país por ellas.

-Si echa la vista atrás, ¿fueron más difíciles los comienzos o mantenerse tantos años?

-Mantenerse es complicado y es algo que me preguntan mucho, qué hago para seguir. Creo que lo he logrado por las canciones y porque mi perfil no ha cambiado. La gente que va a mis conciertos no se defrauda aunque haya ido a uno hace veinte años y vuelva ahora porque entonces se lo pasó muy bien. Pero, sinceramente, creo que el secreto para mantenerse no está en los artistas sino en las canciones. Son la columna vertebral del trabajo que uno hace. De salir solo en las revistas contando cosas de novios y novias no se llenan los escenarios, lo que los llenan son las canciones.

-Su forma de dar conciertos no ha cambiado según dice, pero ¿el público sigue siendo igual?

-El publico ha cambiado. La primera vez que estuve en Santander, por ejemplo, fue en el hotel Chiqui y los que vinieron eran todos gente de mi edad. Gente rabiosamente joven que me aplaudió muchísimo como los de su generación aplauden siempre a los de su generación. Con un furor que va desapareciendo con el tiempo. Ahora el público está más mezclado. Puede haber alguien de mi edad, pero hay mucha gente incluso de veinte años que viene a verme. Todo eso salvando que cada generación tiene su propia música.

-Y ¿qué opina de la música que escuchan ahora las nuevas generaciones? ¿Qué le parece el fenómeno Rosalía, por ejemplo?

-Rosalía me gusta muchísimo. Y no ahora que está descomunalmente producida y la conoce medio, me ha gustado siempre. Desde su primer disco. Creo que lo hace todo muy bien, aunque también es cierto que ahora me ilusiona menos porque es todo muy enredoso y a veces se me hace algo pesado, pero tiene un talento enorme. Y no es la única, me gusta mucha gente nueva como C. Tangana. También tengo mis músicos de cabecera como Jorge Drexler o Quique González.

-En algún momento de su trayectoria llegó a hacer alguna película. ¿Tiene el cine como una asignatura pendiente?

-No. He hecho cine como actor, como actor pésimo he de decir, y cuando veo alguno de esos trabajos se me ponen los pelos de punta. También he producido once películas, entre los años 87 y 91, pero perdí tanto dinero que se me quitaron las ganas. Entiendo que ahora igual es más fácil porque las plataformas inyectan dinero en el cine español, pero entonces no ocurría eso. Estabas al albur de que la gente fuese a ver la película a las salas y eso era arriesgadísimo.

-Antes decía que le preguntan mucho cómo ha hecho para mantenerse tantos años encima del escenario. También le suelen pedir el secreto para seguir tantos años con su pareja, Ana Belén.

-Sí, y explico mejor lo de la trayectoria profesional. A veces como salida de pata de banco digo que nuestra relación dura mucho porque es provisional. Y en el fondo sí tiene algo de provisionalidad en el sentido de que si tú quieres vivir con una persona tienes que estar alerta todo el tiempo y pensar que las cosas no son como las dices sino como las compartes. Una relación también está llena de renuncias, de terrenos y de negociaciones y de eso que no hace la clase política, que es pactar. Los matrimonios largos lo hacen. Y por supuesto hay que quererse.

-Ahora que habla de los políticos. Usted se ha significado mucho ideológicamente. ¿Le ha pasado factura en su carrera?

-Sí, pero eso es algo que ni lo pienso ni lo comento nunca. Aunque soy consciente de que mucha gente me ha puesto la cruz por pensar de una determinada manera. Pero desde muy jovencito descubrí que no se puede gustar a todo el mundo y que para hacerlo hay que hacer un tipo de cosas que a mí no me gustan. Así que estoy muy conforme con todo lo que me ha pasado, incluso las cosas malas.

-¿Tiene algún nuevo disco en mente?

-Estoy escribiendo canciones nuevas que me gustaría grabar este año y sacar un disco en 2024.

-Serrat se acaba de retirar. ¿Está pensando en su jubilación?

-No y ya le dije a Juanito que me da mucha pena su retirada, pero cada uno tiene sus razones. Yo no tengo pensado hacerlo y creo que el día que lo haga no lo anunciaré. Me iré a casa y ya está. Pero sigo teniendo ganas de cantar, de escribir mis canciones y de viajar y, mientras las siga teniendo, voy a seguir estando aquí.

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