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Los aviones comenzaron a surcar los escenarios hace menos de dos años, pero les ha bastado para labrarse un interesante directo y acumular una pequeña legión de seguidores. Sus primeros viajes estuvieron llenos de turbulencias, que van desde cambios en la formación, a maquetas que ... se arrepienten de haber publicado. Pero tienen claro que han irrumpido con fuerza en la escena regional.
La banda ha estado inmersa en la grabación de su primer trabajo durante meses. Una colección de once temas que han ido creando poco a poco —en un estudio casero—, y que decenas de cervezas después, acaba de ver la luz. Tienen claro que nunca se lo habían «pasado tan bien» como en este tiempo que han destinado a diseñar su álbum, sin ningún tipo de presión, pudiendo dedicar para ello todo el tiempo que han querido.
Un disco de título homónimo cargado de historias sencillas, que cuenta con pequeñas joyas de pop melódico —como 'La novia cadáver' y 'Relevo generacional'—, e influencias que van desde la bossa nova, hasta sonidos más acelerados. El guitarrista Víctor Espinosa cree, que si tuviera que subrayar algo que destaque en las canciones de Los aviones, se quedaría con las letras de la banda: «Contar una historia sencilla es dificilísimo, lo normal es caer en la trampa de hacer temas que resalten, llenos de metáforas. Lo complicado es ser directo».
Hora: 20.30
Lugar: sala Black Bird
Entrada: 3 euros
Entrada + disco: 7 euros
«Hecho en falta escuchar canciones que cuenten historias», añade Sergio Gómez, que ejerce las labores de vocalista, guitarrista y compositor.
La formación presentará sus nuevas canciones esta noche en la sala Black Bird de Santander, dentro de un concierto en el que prometen «no repetir lo mismo todo el rato». «Hay diferentes intensidades a lo largo de nuestros 'shows', incluso momentos de bailoteo», indica Sergio.
«Tendemos a ser más contundentes en directo, a 'punkalizar' nuestras actuaciones», señala también Manu, batería del grupo. «En los temas más enérgicos tendemos a ir hacia arriba, pero sin embargo, en los más pausados, tendemos a ir hacia abajo. No exageramos la emoción, pero sí la hacemos más intensa de forma natural».
Los miembros de la banda también prometen que seguirán dando guerra en el futuro. Sin dedicarle todo el tiempo que les hubiera gustado, han conseguido que les salieran «bastantes conciertos», y ahora con el nuevo trabajo, esperan vivir a menudo «el subidón del directo». Eso sí, lo que de verdad les encantaría es tocar el año que viene en el festival Torrelavega Soundcity. «Nos encanta su línea y creo que no desentonaríamos en su cartel»
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