Nando G. Miguel
«Las canciones de esta etapa de La Fuga tenían que cocinarse a fuego lento»Entrevistas ·
La banda de origen campurriano toca esta noche en Escenario Santander con prácticamente todas las entradas agotadasSecciones
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Nando G. Miguel
«Las canciones de esta etapa de La Fuga tenían que cocinarse a fuego lento»Entrevistas ·
La banda de origen campurriano toca esta noche en Escenario Santander con prácticamente todas las entradas agotadasEs casi una verdad absoluta que cuando alguien busca respuestas, si acude al refranero, acabe encontrándolas. Por eso quizá la expresión «a río revuelto, ganancia de pescadores» sobrevuele la conversación, en especial cuando se tocan cuestiones de un pasado cercano para la banda. Sin embargo, ... y por seguir con el refranero, no hay mal que cien años dure. Lo pasado, pasado está. Ahora importa el presente —la agenda de conciertos de 2023— y el futuro —el disco que está por venir—. En ello están centrados Xavi, Edu y Nando desde que los dos últimos se volvieran a encontrar con el primero tras coincidir allá por el 2011, en el disco 'Raíces': «Con él está siendo todo muy fácil porque es muy artista, canta de puta madre, compone fenomenal y es buen guitarrista». Encontraron la aguja en el pajar, y eso está traduciéndose en entradas agotadas en muchas de las salas donde actúan.
Esta noche estarán en Escenario Santander, un recinto especial por significar casa. Horas antes de la cita charlamos con Nando G. Miguel, guitarra de la formación.
-En 2019 decidieron parar, coger aire y prepararse para lo que estuviera por venir; vino una pandemia, entre otras muchas cosas. ¿Qué preguntas surgieron en la banda durante esa pausa?
-Alguna que otra. Hicimos el fin de gira en Bilbao y decidimos parar para descansar, porque no habíamos parado de grabar y girar desde hacía años. Luego además, ya fuera de la gira, hicimos un concierto adicional en Reinosa por el tema de las inundaciones que no estaba en lista, pero nos propusieron hacer algo de carácter benéfico y dijimos que sí, claro. Después de eso ya sí vino la pandemia y vinieron las preguntas, como dices. ¿La ventaja? Que estábamos preparados para parar; estábamos al borde de las grabaciones y decidimos pararlas. También teníamos un cierto colchón económico y nada previsto en agenda, así que estábamos relajados. Después de ese impass Pedro ya se quiso ir en solitario, grabó su disco, y al final se decidió que íbamos a seguir sin él. Esa quizá fue la respuesta a la primera pregunta que surgió. A partir de ahí contactamos con Xavi, todavía en pandemia, y estuvimos trabajando a distancia casi un año. Xavi es de Tarragona, así que la logística no fue tan fácil como si viviera aquí, por lo que hemos tenido que adaptarnos.
-¿Cómo se las ingenia uno en esas condiciones?
-A veces nos desplazamos nosotros, a veces se desplaza él… En esa época recuerdo que se venía unos días, ensayábamos, hablábamos… Fuimos probando sin prisa hasta que sacamos el single —Demasiado Tarde—. Con él está siendo todo muy fácil porque es muy artista, canta de puta madre, compone fenomenal y es buen guitarrista. Le conocemos desde hace tiempo porque ya trabajó con nosotros en el disco 'Raíces' de 2011. Es un tío muy cercano y muy normal, no tiene nada de diva ni cosas extrañas.
-Encontraron la aguja en el pajar.
-(Risas). Sí, sí, la verdad es que sí. Estamos muy contentos. Ha funcionado genial, en la banda y con el público. Hemos notado un gran cambio de la anterior etapa a ésta, los temas están gustando muchísimo y los conciertos están funcionando genial todos.
-Están sumando fechas a una gira que comenzaron en junio del año pasado. ¿La Fuga está en forma?
-Lo está. Quisimos arrancar antes la gira pero nuestro anterior manager se portó fatal con nosotros. Nos hizo bastantes jugadas dañinas y podríamos decir que esa época fue un poco tóxica, porque se empeñó en que no podíamos tocar hasta que no acabara nuestro contrato con él. Nos retuvo un tiempo por el simple hecho de putearnos pero decidimos tomárnoslo con filosofía y nos dedicamos a componer y a ensayar. Por esa razón no salimos un poco antes a tocar ni tampoco lo anunciamos, porque no podíamos. Pero a partir de junio del año pasado ya cogimos el verano, empezamos a tocar y a sentir de nuevo esos nervios de cómo acogerá el público los temas nuevos.
-¿Han conseguido dejar atrás todo aquello?
-Sí. Ahora estamos con una nueva oficina de Madrid, 'Asalto Sonoro', y estamos encantados de la vida con ellos. La respuesta en general está siendo muy buena y me he sorprendido mogollón de ello. Nunca sabes cómo se van a aceptar los cambios y aunque yo notara que sonaba todo super potente, también me puedo equivocar; siempre hay ciertas inseguridades. Pero vamos, las sensaciones de la gira están siendo cojonudas desde el primer concierto en Sahagún (Palencia) hasta ahora que hemos afrontado la verdadera apuesta: pisar las salas. Ahí es donde verdaderamente ves si la gente te quiere o no, porque al fin y al cabo, si vas a las fiestas de un pueblo la gente se acerca y ya está, pero la gente si no le gusta un proyecto o no cree en él, no va a pagar una entrada. Esa era la prueba de fuego… Es increíble ver cómo la gente viene a nuestros conciertos y agota entradas. De hecho el pasado martes anunciamos que en León están agotadas las entradas; en Santander se va a quedar ahí ahí, aunque Escenario Santander también va a estar petado. Estamos súper contentos.
-Cuentan con dos singles en plataformas que anticipan un futuro disco, ambos mezclados y producidos en su estudio, los Estudios Clip.
-Yo siempre había dicho que no quería meterme a producir a La Fuga, siempre pensé que era mejor que lo hiciese alguien de fuera, pero la verdad es que cuesta encontrar a la persona que haga lo que buscamos. Al final llevamos toda la vida con esto y nadie mejor que tú va a saber lo que quieres. Entonces dije: «vamos a probar». Y la verdad que ha funcionado muy bien.
-¿Uno encuentra grandes diferencias entre autoproducirse y producir a otros?
-Sí, claro. Cuando te viene gente de fuera es relativamente fácil producirlos porque te viene todo fresco. Te encuentras con todo el trabajo más o menos planteado y tienes una mirada exterior muy fácil; enseguida ves dónde cojean las cosas. Las primeras escuchas ahí son fundamentales para darte cuenta, porque luego empiezas a escuchar las canciones una y otra vez, te empiezas a meter mucho en el proyecto y ya pierdes esa objetividad. Pero ahí, en esas primeras escuchas, te das cuenta de dónde tienes que ser hábil para apuntar todo rápido. Sin embargo, a la hora de autoproducirse estás inmerso en el proyecto desde el minuto cero, desde que nace la canción, entonces es más complicado. La ventaja es que lo tenemos muy pillado y sabemos exactamente lo que queremos… Eso no quiere decir que seamos una máquina de hacer churros, no se trata de hacer todo igual, pero sí que nos regimos por unos criterios de los que no nos vamos a desviar. No nos vamos a poner a hacer techno ni cosas raras. Entonces las canciones están dentro de un mismo espectro.
-¿Qué plazos manejan desde que surge la idea para una canción nueva hasta su lanzamiento?
-Solemos maquetar los temas en el estudio de Xavi, en Tarragona, y después los dejamos reposar unos dos o tres meses sin tocar ni escuchar nada. Pasado ese tiempo los temas ya vienen más o menos como van a ser… De hecho ahora estoy acabando lo que va a ser el próximo single, que empezamos a grabar y producir sus maquetas hace justo dos meses. Intentaré darle ese margen para dejarlo madurar y así nos damos cuenta de las cosas un poco mejor.
-¿Las canciones también necesitan cocinarse a fuego lento?
-Eso es. En esta etapa teníamos clarísimo que tenía que ser así y de hecho, de cara al disco, ese tema para mi era casi una línea roja y lo comentamos con el manager que tenemos ahora. No íbamos a hacer un disco directamente. Queremos hacer las cosas poco a poco, tema a tema, porque creo, sé y he comprobado que funciona mucho mejor. Cuando sacas un disco al final tienes diez o doce canciones de las cuales las últimas siempre llegan con prisas. No sé por qué, pero pasa, y al final les pones menos mimo a la hora de componer y de grabar. No es lo mismo grabar doce temas a la vez que ir uno a uno. Cuando vas uno a uno le pones todo el empeño, echas toda la carne en el asador y haces todo lo posible para que sea lo mejor que has hecho. Aparte has escogido de entre varias canciones las que más te gustaban, entonces van pasando varios filtros que al final hace que saques un mejor producto. Todas las canciones del próximo disco van a estar en directo, van a estar con un videoclip, todas se han ido grabando una a una… Ahora vamos a sacar la tercera canción, y cuando tengamos ocho, nueve o diez haremos un compilado de singles, como hacían los Beatles; una especie de Greatest hits con todos los singles juntos. Y esto es lo que yo tengo pensado hacer. ¿Que la gente ya conocerá el disco? Pues sí, ¿y qué más da? Lo conocerá, pero sabes que tienes un disco en el que todos los temas han funcionado.
-¿Y dónde queda el espacio para la sorpresa?
-Siempre puedes guardarte un as en la manga y poner dos buenos bonus track, algún extra… Algo se nos ocurrirá (risas).
-¿Entonces el debate está entre vender más o hacer un buen producto?
-Desde luego es una de las preguntas. Yo lo que quiero es tener buenos temas que defender en directo. Esto al final lo hacemos para girar y que la gente escuche nuestras canciones, y de momento los temas nuevos que estamos sacando están funcionando brutal en directo. Y así es como vamos a seguir.
-Tienen por costumbre llevar como teloneros a las bandas que pasan por su estudio. Este sábado les acompañarán Berna Serna. ¿Se trata de hacer de altavoz para los que vienen?
-Sí. En definitiva es echar un cable a una banda de la zona, o al menos intentarlo. Eso siempre está guay. Antes, en cada sitio en el que tocabas el promotor te metía una banda de la zona, y al final nosotros hemos decidido llevar a gente que fuera colega. En el estudio graba mucha gente, y bien por estilo o por otras cuestiones, no todas pueden venir. Pero al final cuando estás aquí con gente trabas amistad con esa gente. Por ejemplo, si vamos por la zona de Cataluña suelen venir bandas que son amigos de Xavi o incluso que han grabado en su estudio. En Vitoria estuvieron unos colegas de Edu también.
-¿Qué proyectos han pasado en los últimos meses por Estudios Clip?
-(Piensa). La verdad que estoy haciendo cosas muy dispares, porque ha habido gente de Zaragoza, de Madrid, de Calatayud… No concreto muchos nombres porque soy malísimo para recordarlos, soy como el pez ese de Buscando a Nemo que siempre olvidaba todo, pero de la zona de Cantabria he grabado a la mayoría de bandas de rock y eso me enorgullece mucho. Por nombrar algunas: Vaquero, Berna Serna, Menos Lobos, Martes Martes… Y luego también estuve grabando el disco de los Bulldog, una banda que vino desde Argentina hasta aquí. Con eso flipé mucho. Para mi esto —su labor en el estudio— es una vía de escape. Empecé con esto a nivel personal por hacer algo creativo en esas semanas libres que tenía entre gira y gira, y la verdad es que aquí aprendo mogollón y me lo paso genial. Luego además el hecho de estar en contacto con gente que tiene sus proyectos y ganas de sacar cosas, con muchas ideas, es un ambiente muy enriquecedor.
-Y a juzgar por sus palabras, no solo para quien produce sino para quien decide hacer tantos kilómetros como en el caso de los Bulldog.
-De verdad que flipé con que vinieran hasta aquí. Trabajamos juntos en su disco 'Sangre y Fuego' (2017), un disco que luego presentaron en el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. Incluso me invitaron a Argentina a colaborar con ellos y fue una experiencia muy bonita.
-Hemos leído a Jimmy Barnatán celebrando el regreso de La Fuga a la carretera. «A mí me gusta dar buenas noticias y si tienen que ver con el rock, con la noche y con los compinches, más todavía. Por eso me llena de orgullo contaros que una de las bandas más carismáticas de nuestro país está de vuelta». ¿Qué palabras le dedican de vuelta?
-Jimmy es como mi hermano. Hace muchos años que nos conocemos y es un tío super entrañable, además de un artistazo. Tiene un vozarrón increíble y un talento innegable. Es un crack para la música, escribiendo libros, como actor… Es un artistazo y es una suerte que sea mi amigo. Tuvimos un proyecto en común durante la pandemia, en pleno parón de La Fuga, que se llamó 'Montaña'. Era una banda de covers de temas míticos de Kiss, Scorpions, y bandas de este estilo. Lo que hacíamos era traducir al español sus temas y darles una vuelta. Hicimos un par de conciertos, uno en Vitoria y otro aquí en Reinosa. Y luego también sacamos un tema que gustó mucho, 'Dancing on my own', de Robin, que lo tradujimos como 'Bailando en soledad'. Fue un proyecto de cachondeo, para pasárnoslo bien, nada serio, y aunque siempre habíamos hablado de hacer algo juntos nunca llegaba la oportunidad. Hasta ese momento.
-Otro de los nombres que gravitan en torno a La Fuga es el de Tito Crespo.
-Sí, Tito es un grande. Ahora mismo es el que da el color a la gira; es el humorista de la pandilla. Es de los últimos fichajes que hemos hecho y se encarga del backline y de lo referente a la batería. Es súper divertido trabajar con él.
-¿Con qué palabra les gustaría poder definir mañana el concierto de esta noche?
-Solo con lo que hemos dicho ya creo que es suficiente, pero es que encima de eso la taquilla va como un tiro, y eso nos da a entender que la gente tiene ganas de vernos y que habrá un ambientazo. El hecho de tocar en casa siempre es una responsabilidad y un motivo para estar algo más tenso, porque quieres que todo salga bien, pero creo que será emocionante. Creo que esa es la palabra: emocionante. Queremos que lo sea y poder definirlo así al día siguiente.
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