«En Cantabria ya se toma más en serio la labor que desarrollan las corales jóvenes»

Hace tres años César Marañón decidió reunir a un grupo de chavales para crear un coro joven y el proyecto, que pertenece al Palacio de Festivales, se ha convertido en un referente a la región y la gran esperanza para el envejecido panorama coral de la región. Esta tarde, a las 19.30 horas, cuarenta chicos y chicas de entre 15 y 26 años de edad de edad subirán a la sala Pereda para ofrecer un concierto de Navidad. Marañon con una larga experiencia en la música también dirige el Coro Infantil Halane Junior, el Coro Halane, el Coro Virgen del Campo de Cabezón de la Sal y el de la Academia Coral Ciudad de Santander.

-Háblenos del concierto de hoy.

-Va a ser muy especial porque nos vamos a juntar todos tras tres meses de ensayos separados. Ha sido complicado y por eso he elegido un repertorio asequible. En la primera parte habrá música de varios géneros y en la segunda villancicos. Como siempre el coro cantará de memoria y habrá cambios de posición. Algo que caracteriza a este coro es su cercanía con el público que hacemos por medio de contacto visual, de ahí que los coralistas no lleven carpeta, y que haya mucho movimiento.

-¿Cómo es de complicado para un coro cantar con mascarilla?

-Al principio no lo veía nada claro porque la mascarilla da un poco de ansiedad al cantar porque se necesita mucho más aire que para hablar y puede resultar un poco agobiante. Pero eso solo ocurrió la primera semana. Luego, sin querer, te olvidas de que la llevas puesta y hasta encuentras su parte buena. Un cantor se centra mucho en la dicción y en que se le entienda y con la mascarilla tiene que pronunciar el doble para que el texto llegue al público. Eso puede ser muy beneficioso para el día de mañana cuando cantemos sin mascarilla.

-¿Guardar la distancia de seguridad en las actuaciones y en los ensayos cómo afecta?

-En nuestro caso nada porque es algo que siempre hacemos. Antes del covid ya cantábamos bastante separados porque nuestro coro está siempre en movimiento en el escenario. Sí es verdad que en los ensayos estábamos más juntos porque para ellos a la hora de trabajar es mucho mejor ya que así se escuchan más.

-¿Qué características tiene un coro joven que no tenga otro con voces más veteranas?

-Un coro joven ofrece frescura. Jamás pensé que en Cantabria podría surgir un proyecto como el nuestro con 40 chicos y chicas de toda la región compartiendo la misma afición, que es cantar, y disfrutando tanto. En 2017 yo tenía la idea de que Cantabria necesitaba coros jóvenes. Mi objetivo era sembrar esa semilla porque sabía que aquí había mucho talento. Así que junté a treinta chavales, hicimos un concierto de presentación que a la gente le encantó y los propios coristas salieron entusiasmados. Y fue bonito porque trajeron a otros amigos y conocidos y la verdad, todo el que viene y prueba se queda. El ambiente es muy sano. Es un grupo muy heterogéneo. Hay médicos, enfermeros, profesores, alumnos de bachillerato y gente que ya está trabajando.

-¿Qué cosas hay que cuidar para mantener esa ilusión?

-Es muy importante que el repertorio sea innovador para ellos. Hay que darles una de cal y otra de arena y centrarte en qué tipo de público te va a ir a ver. Se debe entrar poco a poco y buscar un repertorio adaptado a todo el mundo. Al principio cantábamos temas más comerciales y hoy ya hacemos cosas clásicas, religiosas, habaneras y mucha música contemporánea.

-¿Cuál es el sello de identidad del Coro Joven?

-Sin duda la puesta en escena. Es lo que más llama la atención de hecho, el año pasado por estas fechas nos presentamos a dos certámenes, uno en Burgos en el que obtuvimos el tercer premio más el del público y otro en Avilés en el que también quedamos terceros y para nosotros fue como ganar por el gran nivel que había con coros de toda España. Para llevar tan poco tiempo es una alegría y un aliciente el poder participar y, sobre todo, una motivación para ellos y una gran experiencia.

-¿En el mundo coral se toma en serio estas formaciones de jóvenes?

-Aquí en Cantabria todavía cuesta. Poco a poco nos vamos haciendo hueco, pero claro, llevamos poco tiempo. Esperemos que se de cuenta de que tenemos un gran potencial, que los jóvenes son el futuro y que el día de mañana necesitamos jóvenes directores y directoras para que sigan con esta afición. Aunque para mí lo más importante es que se lo pasen bien.

-¿Hay futuro en la música coral de Cantabria?

-Por desgracia sigue habiendo muchas etiquetas que impiden a los jóvenes entrar en los coros y mucho desconocimiento porque hay niños que si les preguntas que es un coro te dicen que música de iglesias. Espero que estemos aportando algo para cambiar esto porque al menos el público ya nota cómo nos divertimos. Este curso han entrado muchos chicos nuevos al coro y con un gran nivel.

-¿Cuáles son los proyectos más próximos del coro?

-A finales de febrero estrenamos a través de la Fundación Santander Creativa la zarzuela 'Vientos del Norte' con la Orquesta Behotsik de Bilbao y estamos muy ilusionados de poder llevar un proyecto nuevo en un género que no hemos tocado.

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