La Chica: «Cuando pasas por una etapa de vida difícil, un piano te reconecta con las cosas»

Frente a ese sonido y paisaje actuará esta noche desde el Centro Botín para un aforo reducido que hará, si cabe, el show más íntimo.

-Este año 'La Loba' ha marcado ruta y girado por Norteamérica y por Europa. ¿Un camino en solitario?

-Totalmente en solitario, mi vida transcurre en medios de transporte.

-El primer mensaje que lanza en este trabajo que está presentando es el de una necesidad imperante de elevar el nivel de conciencia colectiva. ¿Empatizamos con el de al lado o ya hemos renunciado a realizar ese esfuerzo?

-(Ríe) En esa primera canción que se llama '3' le estoy hablando a mi hermano, a mi hermana; estamos los tres tratando de repensar la configuración de hermandad que tenemos, porque mi hermano se fue, falleció, entonces nos toca a mi hermana y a mi revisar un poco nuestras vidas y ver cómo vamos a sembrar lo que va a ser nuestro futuro. Con este tema le hablo a mi hermana, le estoy diciendo: «ahora nos toca a nosotras tomar la decisión de hacer cambios». Es algo que se puede dirigir también hacia el resto de personas, y cada uno lo tomará como quiera.

-En ese mensaje que le lanza a su hermana, ¿qué feedback ha encontrado?

-Buena pregunta. No lo he hablado con ella, pero creo que está en proceso. El camino —después del duelo— es largo.

-Dedica este álbum a su hermano. ¿Qué músicas le gustaban?

-Él escuchaba de todo, le encantaba la música; no era músico, pero le encantaba la música y compartíamos esa pasión.

-¿Con las teclas como punto de encuentro?

-El piano tiene que ver con la voluntad de reconectarme con la esencia de las cosas. Para mi el piano es la esencia de la música, es mi primer instrumento; empecé con el violín pero fue un detallito comparado con la relación que tengo con el piano. Así que en el momento de componer música para él, no tenía ganas de esconderme detrás de capas y capas de arreglos de otros instrumentos, quería piano y puro piano, entonces me pareció que el discurso iba a ser más fácil de entregar a través del piano.

-¿La pérdida de un ser querido suena a un piano en mitad de una habitación vacía?

-Quizás; ese piano te sirve para reconectarte con la esencia de las cosas, porque cuando pasas por una etapa de vida fuerte y un poco difícil, y muy poderosa a la vez, no tienes ganas de fingir y estás tan conectado a tu voz y tus emociones que no te hace falta más.

-¿'La Loba' es un trabajo con el que canalizar sus propias emociones?

-Sí. El proceso fue definitivamente catártico y me ha ayudado un montón para vivir esa etapa de vida y para seguir transformando, porque el hecho de tener la oportunidad de presentarlo en un escenario y compartir con gente me ha ayudado muchísimo. Es como una terapia mezclada con psicomagia. Fue el momento perfecto para hacerlo porque necesitaba transformar las cosas de inmediato, no iba a poder esperar muchos años antes de poder hacer eso, entonces tuve la posibilidad de hacerlo y presentarlo en vivo, y eso me cambió la vida.

-En un período de tiempo muy corto.

-Súper corto, porque mi hermano falleció en julio, compuse el álbum en agosto y a finales de septiembre estaba listo. No me di cuenta de nada, hice todo casi en el trance de los primeros meses, que son un poco abstractos a nivel de lo que sientes y lo que estás viviendo. Tenía la impresión de estar en otra dimensión.

-Hay momentos en estas canciones que, en su punto álgido, vuelven a la casilla de salida. No terminan de romper. ¿Un recurso personal para expresar algo más allá de una letra?

-Sí, totalmente. Es lo bueno de la música, el poder expresar algo más allá de la letra y más allá de un pensamiento general en un momento dado. Yo creo que se convierte en algo más grande, más amplio y más universal.

-Su propuesta es la de alguien influida por ambos lados del atlántico; la electrónica europea y la raíz indígena convergen en 'La Chica'. ¿Toma prestados elementos de ambas latitudes?

-Claro, son cosas que ahora me pertenecen tras haberlas asimilado durante muchos años. El hecho de haber construido mi vida y crecido entre los dos continentes me ha convertido en una entidad híbrida que no puede escoger entre los dos lados, y amo eso, porque me permite proponer una música muy personal y muy auténtica. No quiero mentir ni fingir, quiero presentarme tal cual como soy. Eso me interesa más que el hecho de seguir una dirección musical más actual o más definida.

-Este sábado estará en el Centro Botin. ¿Hay palabra que defina la expectativa de tocar en un sitio por primera vez?

-(Duda). Ganas. Estoy muy emocionada por ir para allá y tengo muchas ganas de descubrir a ese público; ganas de expresarme en una parte del mundo que no conozco.

-Con vistas a la bahía; el agua que tanto menta en el disco. ¿Cerca del mar una sana antes?

-Desde luego. Tiene pinta de que va a ser el lugar perfecto.

-¿Traerá consigo el libro de partituras que mandó a imprenta con los arreglos de sus propios temas?

-¡Sí Lo tendré. Llevaré discos, libros, calcetines… (risas). Estamos entrando en invierno y creo que será una buena inversión.

-¿Por qué los indecisos deben ir hoy al Centro Botin?

-Porque necesitamos momentos de conexión entre nosotros. Necesitamos momentos clavados en el presente, y la música en vivo y este set que voy a presentar está lleno de magia y rituales, nos va a permitir vivir un momento donde espero que podamos olvidar las cosas superficiales que nos ahogan un poco en lo cotidiano.

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