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Jaime Urrutia regresa a Cantabria tras haber tenido que aplazar su concierto de 2021. DM
«Las compañías musicales sólo viven del mainstream y pasan de otras cosas»
Jaime Urrutia | Músico

«Las compañías musicales sólo viven del mainstream y pasan de otras cosas»

Mientras ultima los detalles de un nuevo disco, el cantante actúa este sábado en Puente Viesgo dentro del ciclo Entre Luces

Viernes, 23 de junio 2023, 02:00

Jaime Urrutia siempre ha sido un caso atípico; de un 'hit' casi adolescente con Ejecutivos Agresivos pasó a inventar el rock castizo en Gabinete Caligari, un grupo que llenaba estadios y plazas de toros con canciones que salen en los libros de historia, desde 'Camino Soria' hasta 'Cuatro rosas' o 'Al calor del amor en un bar'. Sin embargo, el cantante y guitarrista decidiría en los noventa romper la fórmula del éxito masivo en y reinventarse en solitario con discos como 'Patente de corso' en 2002, 'El muchacho eléctrico' en 2005 o 'Lo que no está escrito' en 2010.

Tras cuatro décadas en los escenarios, Urrutia aún mantiene una línea personalísima; por ejemplo, no ha reclamado el tratamiento de cantautor ni el de 'crooner', y se mantiene alejado de etiquetas y componendas. Mientras ultima los preparativos de un próximo disco, este sábado actuará en Puente Viesgo, dentro del ciclo Entre Luces.

-En 2021, un problema de salud nos dejó con las ganas de verle en este mismo escenario. ¿Está ya en plena forma?

-Sí. Llevaba casi dos años sin tocar, pero en diciembre me probé y desde marzo estoy tocando bastante, esperemos que dure.

-El sábado en Puente Viesgo anuncian que tocará 'Al natural'.

-Sí, es un formato con el que llevo ya años, y me acompañan un teclista y una guitarra acústica. Pero no es exactamente un acústico, porque yo toco la guitarra eléctrica.

-¿Muy diferente a cuando actúa con Los Corsarios?

-El repertorio lo adaptamos, porque la voz tiene más protagonismo, y también el sonido es diferente; es todo más directo y a la vez mucho más íntimo, no hay tanta bronca.

-Con tantas para elegir, hacer la lista de canciones será una tarea ardua...

-Haremos un compendio, canciones de los discos en solitario y también de Gabinete.

-Muchas son auténticos himnos, parte de la memoria colectiva. Debe ser tremendo eso de llegar y que el público pueda cantar solo...

-Eso es muy bonito que te lo digan, lo que pasa es que también hay que pensar en seguir siéndolo.

-¿Con canciones nuevas?

-Sí, estoy componiendo. No están acabadas ni mucho menos, pero ya tengo unas cuantas. Procuraré hacer un disco el año que viene.

-Pero la industria ha cambiado bastante, ¿no? Para empezar, ya no se lanzan álbumes sino que van canción a canción.

-No tiene nada que ver con nuestra época; en Gabinete empezamos con una compañía independiente, Tres Cipreses, y era otra cosa. Entonces ponías ilusión por sacarte tu vinilo, hacer tu portada... Ahora no sé si realmente existen las compañías, o viven solo del 'mainstream' y pasan de buscar otras cosas. Pero bueno, lo importante realmente son las canciones, y seguir con lo que uno quiere hacer.

-También la tecnología es diferente. ¿Qué tal se lleva con Spotify?

-Bien, le doy lo que puedo.

-¿Qué tiene en su lista de Spotify?

-Lo que he tenido toda la vida: Lou Reed, Bowie, Elvis, Dylan. Yo aprendí a tocar la guitarra escuchando a Bob Dylan. Lo moderno lo sigo menos; ya me estoy quedando un poco gagá, lo reconozco.

-¿Se ha fijado en que su '¿Dónde estás' lleva más de once millones de reproducciones?

-¡Alucinante! No pensaba que hubiera llegado tan lejos. Bueno, esa en concreto vive de que interviene mucha gente. Incluso hay quien piensa que es de Bunbury.

-Con la red, últimamente no hay manera de guardar ningún secreto. ¿Qué era Rigor Mortis?

-El inicio de todo. Gabinete Caligari, pero en una etapa previa, en el año 77 o 78. Fue lo único bueno de la universidad, que por entonces no me gustaba nada. Yo estudiaba Filología Semítica, Ferni Inglesa y Edi iba a Ciencias de la Información, que estaba muy cerca. Nos gustaba mucho Lou Reed y nos reuníamos en un local de ensayo del batería, pero apenas sabíamos tocar. Bueno, en realidad no supimos tocar hasta el 86.

-Pues para entonces llevaban ya dos elepés y una decena de singles...

-Éramos unos novatos, no sabíamos estar encima del escenario ni conocíamos nada del mundillo. Entonces, además, la infraestructura era malísima, los equipos igual y hasta poner un cable parecía un milagro. Pero les pasó a todos los grupos de los ochenta, yo creo. A partir de 'Cuatro rosas' todo fue progresando y nos profesionalizamos.

-Sin embargo, siempre fueron un grupo diferente: referencias literarias y cinematográficas, una estética más oscura, temáticas y sonidos muy distintos a las del resto de la Nueva Ola...

-Es que Edi y yo nos fuimos a la mili en el 82 y eso nos abrió mucho los ojos. Descubrimos que había muchas cosas además del rock, como lo castizo. Y también se trataba de romper esquemas, de ir a nuestra bola y no parecernos a nadie.

-¿Usted es de los que mira a aquella época con nostalgia?

-Al país le vino muy bien abrirse a la modernidad, porque no se puede imaginar lo cutre que era la España entonces. El cine del momento lo refleja muy bien.

-Tal vez lo diferencial de un grupo que citaba a Chester Himes estaba en su letrista. Pero de nuevo investigando por la red descubrimos que antes de su canción 'Mi buena estrella' existió un libro del mismo título.

-Es una novela de mi padre, que además era periodista y crítico taurino. El libro contaba los dos años que estuvo preso en Valencia durante la guerra civil; la «buena estrella» fue la suerte que tuvo de salir vivo de allí. En aquella época yo escuchaba mucho el 'Ziggy Stardust' de Bowie, y la canción nació de relacionar ambos conceptos.

-¿Y no le gustaría contar todo esto en un libro, como hizo con temas de otros en 'Canciones para enmarcar'?

-No. A mí me gusta hacer canciones. Pero cada vez me cuesta más escribir letras, así que poesía o novelas...

-Hace tres décadas, sin embargo, podíamos leer artículos suyos en ABC.

-En el 87 o por ahí, en el suplemento Gente y Aparte, que salía los sábados. Era algo humorístico y estaba muy bien, te enseñaba a abrir la mente.

-La etapa posterior, la del éxito masivo, la contó Edi Clavo en 'Camino Soria'. ¿Qué le pareció el libro?

-¿Te digo la verdad?

-Por supuesto.

-No lo he leído entero. Leí el primer capítulo, donde hablaba de que los dos queríamos saltar al ruedo y... no es que me sintiera ofendido, pero me pareció que estaba escrito un poco raro, y no seguí. Yo quizás hubiera escrito otro, desde mi punto de vista.

-Y él cómo se lo tomó?

-No lo sé, no mantenemos relación.

-¿Tan mal acabaron en Gabinete Caligari?

-Edi y Ferni se sintieron muy mosqueados por el fin del grupo.

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