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El cantante se toma un año de descanso con muchos planes previstos Pablo Santana
«Conmigo, el efecto descubrimiento es constante»

Zenet

Cantante y actor
«Conmigo, el efecto descubrimiento es constante»

Con 'La estación del momento', que este domingo presenta en Santander, el artista se despide de los escenarios por un tiempo

Sábado, 16 de noviembre 2024, 17:46

A todo el mundo le sientan bien unas vacaciones máxime si lleva dieciseis años trabajando. Claro que, Zenet (Málaga, 1967) tiene muchos planes para el año de descanso que se cogerá al terminar su actual gira. Un tour con el que esta noche recala en Cantabria, para hacer sonar 'La estación del momento', el disco en el que sus habituales ingredientes, añade la música electrónica (Escenario Santander, 18.30 horas).

–¿Con qué sensaciones se abordan los conciertos antes de despedirse por un tiempo?

–No voy a subir a los escenarios, pero no voy a parar de currar. Ya estoy componiendo cosas nuevas, estableciendo relaciones con artistas con los que quiero trabajar y tendiendo cables a Los Ángeles o México. Me hace ilusión poder estar de una manera más reflexiva. Cuando estas 16 años seguidos con gira de verano, gira de invierno y no paras, todo va muy deprisa. Incluso la composición y grabación del disco. He estado siempre grabando al mismo tiempo que actuaba. En este sentido, me lo voy a tomar con tranquilidad y a hacer algunas cosas que he tenido en segundo plano ahora que tendré tiempo.

–¿Cualquier proceso creativo requiere de ese espacio reflexivo?

–Uno se adapta a todo. Realmente, cuando estás viviendo en la creatividad y es tu trabajo, cualquier cosa es una melodía y una canción. Los escritores se tienen que encerrar o irse a un pueblo perdido, pero no es mi caso. La mayoría de los músicos de la actualidad escuchamos tintineos en el metro y nos parece una canción, o una frase en la cola del pan que es el título de una canción. La sensación de amasar esa arcilla de forma más artesanal te da tranquilidad.

–¿Que tiene previsto recuperar?

–El mundo de la interpretación o el mundo clínico, porque soy terapeuta.

–¿Terapeuta?

–Sí, desde hace diez años estoy en un proceso temporal donde, después dejar las drogas y el alcohol, recuperé mis estudios de Psicología, que había dejado en tercero, acabé haciendo un master en la Universidad de Barcelona y ya me lié la manta a la cabeza y seguí estudiando en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos, haciendo arteterapia y musicoterapia, con una tesis en torno a la pertinencia de las artes en la drogodependencia. Era una confluencia lógica en mi vida, que se ha dado de forma natural. Soy muy 'jungiano' que decía que la ciencia debía dejarse influir por todas las profesiones, y me gusta trabajar ese ámbito. Este año 2025 le daré forma a ese proyecto.

–Parece que vive en un constante proyecto de investigación.

–Sí, sin duda. Soy un ser curioso. Aparte de que tengo la cabeza como las maracas de Machín. Uno va descubriendo muchas cosas de sí mismo cuando entra en un proceso de autoconocimiento como el que mencionaba. Por ejemplo, que soy TDAH sin diagnosticar. En una generación que ha ido desarrollando estrategias para ir sobreviviendo a la falta de paciencia o de concentración. En mi caso ha sido la curiosidad intrínseca y esta forma de querer meterme en todo, que se ha traducido en el conocimiento. Como vea algo que me gusta, me pongo en hiperfoco hasta que lo aprendo.

–¿ La electrónica que ha añadido a este disco le ha permitido acercarse a otro tipo de oyentes?

–Cada disco te lleva a oyentes nuevos, pero la gente que te sigue, te va a seguir igual y son quienes hacen de prescriptores a otras personas. El efecto descubrimiento conmigo es constante. El algoritmo, que parece la bestia negra, me lo he tomado por el lado bueno. Estoy más en que son las redes de las músicas cercanas las que me llevan a oidos afines, que saltar a un campo que no es el mío; que haya puesto electrónica no significa que los chavales de veinte años me escuchen, pero sí que los míos se sorprendan con un funky, que era una espinita que tenía clavada.

–Cuando uno transita por tantos géneros, ¿la versatilidad se convierte en un sello propio?

–Supongo que sí. El sello propio es cómo tú te expresas. Pasa con cualquier artista. Para mí no fue muy dificultoso, porque no sé hacerlo de otra manera. Soy un desastre como músico de estudio, que tienen una memoria musical espectacular. Yo no puedo hacer una canción igual dos veces.

–Respecto a la pintura, que también practica, el Zenet pintor mira mucho al mar…

–Miro mucho al mar porque tengo mucho paisaje interior. En mi cabeza, al cerrar los ojos, surgen horizontes, momentos de paz, con un murmullo muy lejano del agua. Tengo también una serie de puertas y ventanas, una imagen muy simbólica; el sitio de donde se viene o a donde se va.

–¿Qué le dice a su público en este hasta luego?

–Que me echen de menos lo justo, que voy a volver con ideas nuevas, muy bonitas y potentes y muchas ganas de ofrecérselas.

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