«Todos los días podemos mejorar y aprender algo, solo hay que elegirlo»

–Dos décadas sirven para definir una vida. ¿Qué palabra le pondría a la suya?

–Sin dudarlo, diría que es una vida intensa, sacrificada a la vez que gratificante, pero me llena de energía y me hace sentir más vivo que nunca tanto personalmente como profesionalmente y con energía para continuar, por lo menos otros veinte años más de carrera.

–¿Ha aprendido a encontrar el equilibrio con la fama?

–Aquí podríamos hablar del trabajo en equipo. Hay una frase que siempre me encanta citar en la que se lee: «si he podido ver un poco más lejos es gracias a que he estado sobre lomos de gigante». Siempre me ha gustado agradecer al equipo de trabajo su compromiso. Después, a mí me ha gustado muchísimo tratar de mejorar con la disciplina y gracias a dios todos los días tenemos la oportunidad de mejorar y aprender algo, solamente tienes que elegirlo.

–En este periodo, el mercado musical ha cambiado mucho. ¿Cómo ha evolucionado a lo largo de estos veinte años de carrera musical?

–Lo más bonito de estos veinte años es que no hemos parado de seguir estudiando y descubriendo matices vocales distintos, observando como la música no ha dejado de evolucionar constantemente cambiando de sonidos y de géneros musicales gracias a las tendencias. El repertorio después de veinte años te da la oportunidad de disfrutarlo muchísimo durante las giras porque va creciendo con el tiempo.

–Hizo veinte noches en el Umusic Teatro Albéniz, una residencia al estilo de las estrellas clásicas. ¿Cómo resume esa experiencia?

–Fue una experiencia increíble a la vez que extenuante porque cantar y bailar durante veinte noches es duro, pero también es verdad que me preparé físicamente para dar el cien por cien de mis capacidades en el escenario. Además siempre he dicho que estar en gira es como una competición donde te tienes que preparar como si de un deporte de élite se tratara. En definitiva, siempre he sentido que mi trabajo y la preparación que llevo a cabo para disfrutar de las giras es bastante exigente. Probablemente lo más importante de todo mi trabajo empiece con la preparación física y mental, y después podríamos hablar de la práctica, la alimentación y otros asuntos que hacen que puedas dar ese cien por cien.

–Entre todos los premios, ¿ser Hijo predilecto de su tierra es el que más le ha emocionado?

–Sin duda alguna me llenó de emoción recibir el galardón. Siempre me he sentido orgulloso y feliz de portar nuestras banderas principales, que son la de España, la de Andalucía y, cómo no, la de mi tierra, Almería. He nacido en esta tierra maravillosa y es para mí una felicidad absoluta viajar a otros países y que sepan que vengo de una tierra tan espectacular

–¿Qué ha hecho con la amplia colección de otros galardones que acumula?

–Los premios recibidos a lo largo de mi carrera los guardo con mucho cariño y mimo y, precisamente, durante la residencia en el UMusic Teatro Albéniz pude mostrarlos y compartir con mi público en una exposición maravillosa durante las veinte noches que duró la residencia.

–¿Participar en La Voz México es también una forma de abrir puertas en Latinoamérica?

–Por supuesto es un buen trampolín por la gran difusión que tiene el programa en el que he participado en dos ediciones.

–¿Sigue saliendo al escenario con las mismas ganas o ha aprendido a dosificar la entrega?

–Las ganas y la entrega siguen siendo las mismas, pero dosificadas. La energía me la da mi público y mi personalidad, ya que siempre he sido bastante inquieto y no he parado de entusiasmarme con todos los proyectos en los que me veo involucrado.

–¿Cómo se ve de aquí a otros veinte años?

–Me esforzaré al máximo y trataré de apoyarme en todos los sueños como metas. Por ese motivo me veo dentro de otros veinte años celebrando mi cuarenta aniversario con todos vosotros.