Enrique Villarreal —más conocido como El Drogas— sigue poniéndose nervioso cada vez que sube a un escenario y eso que lleva más de cuarenta años haciéndolo. El día que se le quiten los nervios, se planteará dejar de hacerlo.
De hecho, no esconde las ganas de volver a compartir sus canciones con el público y lleva semanas preparando un repertorio especial para su concierto de este viernes en Torrelavega (21.45 horas), que será el único que dé por el momento y en el que habrá «bastantes temas» que hace años que no toca en directo.
- Después de más de cuatro décadas sobre los escenarios, ¿a qué aspira? ¿Qué le queda por hacer?
- Siempre me gustaron los coches y de joven trabajé como mecánico, limpiando y arreglando piezas de motores. Si me hubiese dedicado a ello, igual ahora estaría buscando dejarlo de manera urgente, pero tengo la suerte de que me divierte lo que hago. También es verdad que voy a cumplir sesenta y un años y ahora llevo otro ritmo de vida: me voy pronto a la cama, madrugo mucho y me gusta escaparme con mi socia a patear un par de días antes las ciudades donde voy a dar un bolo.
- Este viernes vuelve a los escenarios, después de la situación vivida con la pandemia y el confinamiento.
- Este va a ser el primer y último concierto por ahora. Se están produciendo rebrotes, se han vuelto a aplazar espectáculos y no me gusta vivir a expensas de haber qué va a pasar y si se van a poder celebrar los eventos, por lo que he tomado la decisión de parar hasta que se vaya normalizando todo. Me fastidia la situación que está viviendo la gente que me acompaña normalmente, como técnicos y conductores, que dependen de si tocas o no para ganarse la vida, pero realmente creo que es contraproducente volver si nadie te asegura nada, si no es en condiciones. Lo peor es que se están suspendiendo bolos pese a ser bastante estrictos con todas las medidas, con mascarillas y distancia social, y a la vez se están celebrando otro tipo de actos que se toman todo esto por el pito del sereno. Estaría bien que se le diera a la cultura la importancia que se merece, pero bueno, este país ha sido siempre muy de acequias y de mandar allí a los músicos.
- La incertidumbre ha marcado la hoja de ruta en el mundo musical.
- Los artistas tenemos que ir codo con codo con la gente que programa conciertos, con la gente que se dedica al mundo del espectáculo, y tirar hacia adelante. De esta, o salimos todos juntos o no salimos, o será un sálvese quien pueda como ha pasado en otras ocasiones.
- ¿Qué ha preparado para su regreso en Torrelavega? A principios de año estaba enfrascado en una gira con conciertos de tres horas.
- Hemos trabajado en un repertorio de treinta y tres temas adaptado a la nueva normalidad, teniendo en cuenta que la gente estará sentada, para el que hemos recuperado canciones que llevaban años en el fondo de un cajón. Desde que todos los componentes de la banda pudimos volver a juntarnos, hemos quedado un mínimo de dos días por semana para prepararlo todo. Al final, a lo largo de estos años hemos tocado en formatos muy diversos, como teatros, y esto no es muy diferente. Además, me gusta que la gente que acude a los bolos de El Drogas vea que no hay dos conciertos iguales, que puedas ir a dos 'shows' con medio año de diferencia y hayan cambiado por completo. Igual es un poco pretencioso, pero bueno, es lo que intento llevar a cabo. Tengo la suerte de que el resto de miembros de la formación me apoyan en todo momento con los disparates que se me pasan por la cabeza, son los primeros en tirarse a la piscina. Ahí te das cuenta de que muchas veces las personas valen para algo más de lo que la gente les va definiendo.
«Hay que tener tener los ojos y las orejas bien abiertos para aprender de lo que se observa y de lo que se escucha»
- ¿En qué sentido? ¿Algún ejemplo?
- Brigi Duke está muy encasillado como cantante y guitarrista de Koma y sin embargo aquí toca la batería, produce, mete coros y hasta canta coplas si hace falta. Tendemos a tener imágenes muy determinadas de alguien, asociadas a un lugar concreto. Conmigo pasa un poco lo mismo, quien me conoce de la época de 'Barrio conflictivo' de Barricada escucha temas de mi último trabajo como 'Salir la luz' y no los asocia a mí.
- No hay que cerrarse a nada, ni dar nada por sentado en esta vida...
- Hay que tener tener los ojos y las orejas bien abiertos para aprender de lo que se observa y de lo que se escucha. Este oficio es un lujo, ya que me ha permitido poder escuchar a infinidad de formaciones y aprender de ellas. A veces no me llama la atención todo lo que hacen, pero sí una u otra canción, temas que estilísticamente nadie diría que me podrían gustar y que siempre pienso que ojalá los hubiera compuesto yo. Ahora paso el tiempo con mis nietos y no escucho tanta música como antes, pero por suerte sigo haciendo descubrimientos. La primera vez que vi en directo a Belako fue como si me dieran una hostia en el estómago, siempre alucino con ellos, de la misma manera que las Agoraphobia siempre me han parecido demoledoras. Me gusta descubrir bandas en estivales y me gusta escuchar y descubrir música en casa, suelo aprovechar y siempre pongo algo de fondo mientras hago cosas como pintar o coser, que es una actividad que me relaja muchísimo.
- A lo largo de su carrera ha tenido la suerte de compartir escenario con bastantes grupos y artistas de lo más interesantes.
- He tenido la suerte de compartir escenario con muchísimos músicos de primer nivel. Así de claro. Nunca se me olvidará el día que canté 'Rocinante' con Asfalto o el día que estuve grabando un programa con Ariel Rot de Tequila. Tuve la suerte de ser su telonero en un frontón en el año 78 y sigue siendo uno de los bolos más impresionantes que recuerdo, se me quedó grabada en la cabeza esa imagen de una banda con alma de los Rolling Stones que iba cinco pasos por delante de todo el mundo.
- Tequila eran muy diferentes musicalmente hablando a lo que usted venía haciendo por aquella época.
- He tocado con bastante gente con la que no tenía nada que ver. En los años ochenta era una gozada, ya que lo mismo actuabas con Osiris o Ángeles del Infierno que con Kortatu, y todos nos íbamos intercambiando cintas de casete con lo que escuchábamos en ese momento. Así pude conocer a los Clash o los Cure, de otra manera igual no hubiera llegado a ellos. Siempre me ha gustado prostituirme musicalmente. Estoy harto de la gente que tiene unas ideas muy claras, como los que van al Congreso de los Diputados. No quiero gente así, quiero gente que dude de sus principios, yo soy uno de esos.
- En alguna ocasión ha contado que una de las primeras formaciones que de verdad le marcaron fueron los torrelaveguenses Bloque.
- Fue el grupo que me permitió descubrir que en nuestro país había vida más allá de los cantautores. Los jóvenes necesitábamos otra cosa y de repente llegaron ellos con su rock sinfónico, con sus guitarras distorsionadas e influencias de bandas inglesas. Todos queríamos ser como Bloque. Tocaban mucho por la zona de Euskadi y de Navarra y siempre íbamos a ver sus directos. Nos hacíamos viajes de varias horas en autobús, que por aquel entonces eran toda una aventura, para llegar a un festival a un pueblo en el que si ponía que las actuaciones comenzaban a las siete, nunca empezaban antes de las diez. Pero no sólo veíamos a Bloque, veíamos a todos el mundo, y eso me permitió llegar a formaciones como Trilogía o como Leño, la que más me marcó, desde entonces siempre he sido de Leño.
Sigue a DMúsica en:
Facebook y Twitter
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.