Egon Soda: «Con el tiempo hemos ganado cierta valentía o insensatez»
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La banda presenta este domingo en Santander su nuevo disco, 'Bellaurora'Más que seguidores, Egon Soda tiene fieles. Adeptos a una religión politeista cuya premisa es la calidad. Ajena a modas y estilos concretos. 'Bellaurora' es el último trabajo de la polibanda y lo presentan el domingo en Santander (Palacio de los Deportes, 21.00 horas).
–Egon Soda no ensaya.
–No. Vivimos en ciudades distintas. Ahora ya son tres y como dice Ricky Falkner, ya hemos ensayado para toda una vida. Lo que hacemos es encontrarnos en el escenario o en estudio para grabar.
–¿Eso es tener controladas todas las herramientas o querer saltarse el sistema tradicional?
–Un poco las dos. Aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y hacerlo así. Llevar tantos años tocando en tantos grupos y proyectos te da una serie de herramientas y lenguajes que te permiten ir a otros lugares con más fiabilidad y tranquilidad. Nos conocemos a un nivel tan profundo que podemos hacer estas cosas.
-Tener un grupo repartido por tres ciudades es apostar de verdad por la descentralización.
-(Ríe) Sí. somos un grupo en origen de Barcelona. De hecho, íbamos al mismo cole Ricky, Xavi y yo, nos conocemos desde los 13 años y después se fue sumando gente. Hemos intentado hacerlo lo más difícil posible pero luchando por Egon Soda contra la distancia y aprovechando ese espacio, que creo que es muy positivo en toda relación.
- Hicieron realidad el mito de: mamá quiero montar una banda con mis amigos del colegio y les fue bien.
- Un poco sí. De los tres, el único que tenía claro que se quería dedicar a esto era Ricky (Falkner). Venía de un entorno muy musical. Xavi y yo venimos de familias donde nadie tocaba un instrumento y pasamos por distintas formaciones hasta acabar juntos. Hay algo de testarudez en todo el proceso, porque han pasado muchas cosas y siempre ha habido momento para volver a Egon, para volver a casa.
–¿Cúal es el principal cambio que han experimentado los Egon Soda que daban nombre al primer disco homónimo en 2008'
–Es interesante porque da pie a hablar de aprendizaje continuo. De entonces a ahora han pasado cinco discos de Egon Soda, tres de Mi Capitán, cuatro de Love of Lesbian, cuatro de Iván Ferreiro, tres de Xoel López… Un montón de discos en los que todo el mundo ha aprendido y todo ha ido depositándose en lo que hacemos en la banda. Nos ha permitido saber más, abrir las orejas al máximo posible y no quedarnos en el mismo lugar. Creo que con el tiempo hemos ganado cierta valentía o insensatez. Vamos experimentando más y nos sentimos más seguros a la vez que menos atados.
–Les llevó 12 años sacar el primer disco. Otros cinco más para el segundo. A partir de ahí la cosa se acelera. Fue por ganar esa seguridad
–Entre el primer y segundo disco pasaron muchas cosas. Está prácticamente la carrera de Standstill y el arranque de Love of Lesbian. Eso nos afectó porque Ricky y Xavi estaban muy liados con otras bandas. Ahora hemos sabido encajar mejor nuestras agendas y necesitamos menos tiempo para hacer las cosas. Antes nos costaba horrores decidir, llevarlo a cabo. Ahora nos arrojamos un poco más al vacío sabiendo que al final las cosas salen, con más o menos cicatrices. Eso nos ha permitido coger velocidad de crucero en cuanto a discos.
–Casi son una cooperativa musical, están en todas partes. Egon Soda es un refugio de todo lo demás?
–Siempre utilizo las mismas palabras: casa y familia. Es un lugar donde descansar, donde no tenemos la misma presión y, de alguna manera, venimos a lamernos las heridas unos a otros. Es tan importante para Egon Soda lo que se hace en Egon Soda que nunca se le pasa por la cabeza a nadie que sea una cuestión de disputa o de ganar terreno. Y el resto de proyectos agradecen que formemos parte de esta banda porque así aprendemos y aportamos.
–Habla de disputa. Decía de su labor como compositor, diciendo que da canciones enteras para que los demás puedan hablar desde su lado del cuadrilátero. ¿Componer es a veces un combate?
–La verdad es que no. Aquí pasa eso poco habitual de que yo escribo pero canta Ricky y ya no imagino mis letras cantadas por mí. También me gusta decir que yo hago los discos para que Xavi (Molero) no se aburra. Es una persona que ensaya cada día, es músico de sesión espectacular, nos ha sobrepasado a nivel de praxis musical a todos. Yo quiero darle cosas para motivarlo y tenerlo enganchado. No es tanto una batalla, sino como una carrera, todos hacia el mismo lado. Es muy interesante el nivel de capacidad de escucha que tenemos de unos a otros. Es algo que he visto en pocas bandas, donde mucha gente se esfuerza por saberse su parte.
–En ese recorrido llega 'Bellaurora', cuyo sonido es el resultado de un espacio de tiempo determinado
–Creo que es más rico y complejo que 'El rojo y el negro', nuestro disco anterior, donde hubo una voluntad muy clara de hacer las cosas lo más sencillas posibles, tocando lo mínimo. Aquí decidimos que cada canción iba a mandar. Tendría un mundo y un recorrido, generando un viaje en el que pasas por distintas etapas. Con territorios más épicos, como al principio del disco, pero también cosas que se acercan al soul, al pop, a palos que hacía tiempo que no tocábamos. Mandaron tanto las canciones que pensámos que necesitaban ese trato distinto.
-Como editor, trabaja con palabras. En una época donde la música tiende a que ni se pronuncien enteras, ustedes siguen apostando por las esdrújulas. ¿Lo trabaja de forma consciente?
-Es que hablo así. He tenido la suerte de crecer en un entorno en el que mi padre es editor, mi hermano es filólogo y las letras escritas son el entorno natural en el que me he movido siempre. Para mí el lenguaje es una preciosidad. Hay palabras que me vuelven loco, me emociona descubrirlas y hasta que no las meto en un verso no me quedo tranquilo, porque tengo una relación muy emotiva con ellas. Cuanto más vas reduciendo tu relación con ellas, menos te van a sorprender. Tengo cariño al lenguaje cotidiano. Para mí es tan importante como la propia música.
-Pensaban que podrían hacer de las escápulas un símbolo de amor
–(Ríe) Para nada. Se dice el pecado pero no el pecador; una muy buena amiga y cantante no había oído hablar nunca de esa palabra, pensaba que era un pez. Esa letra, dedicada a mi mujer, tiene que ver con algo muy visual y para cada uno tiene un significado. Te lleva a un lugar íntimo donde cada uno se puede reconocer pero lo ve desde un lado distinto, que es lo que me parece divertido. No tento ningún apego al sentido final de mis letras. Interpretaciones de las letras de Egon Soda hay como para hacer un libro.
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