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David Schulthess (teclados), Paco López (guitarra), Nina de Juan (voz y teclados) y Ekain Elorza (batería), forman Morgan A.M. Iribarren
«Las expectativas pueden arruinar la maravillosa experiencia que es tener una banda»
Morgan

«Las expectativas pueden arruinar la maravillosa experiencia que es tener una banda»

'Hotel Morgan', el cuarto disco de la banda, se publica hoy, con un giro a su sonido y un alegato por el presente

Viernes, 31 de enero 2025, 07:29

En el local de ensayo, cambiando parches a la batería, Ekain Elorza se prepara para retomar los ensayos junto a su banda desde hace 13 años, Morgan. Carolina de Juan, Paco López y David 'Chuches' Schulthess completan el combo y calientan para salir de nuevo de gira con su último disco, 'Hotel Morgan' que se publica hoy en formato físico. Han pasado seis meses desde la última temporada de ensayos y un año y medio desde que se prepararon para girar. Las sensaciones de retomar son de nervios. «Todos opinando, mirando el repertorio, viendo cómo adaptar todo al directo, con ganas. Ha venido bien el paroncillo», dice. «Es bastante necesario». Y una banda con su respaldo y respeto, se lo puede permitir sin jugarse ser engullidos por una industria voraz que exige más y más.

'Hotel Morgan' (Cultura Rock Records) llega tras 'North' (2016), 'Air' (2018) y 'The river and the stone' (2021) además del disco en directo del Price. En este caso cambiaron de método; publicaron el álbum en formato digital en noviembre y ahora sale en formato físico, CD y vinilo. En marzo comenzarán los directos.

Lo presentan como «un viaje en muchos sentidos», incluido el literal, pues se fueron hasta latitudes nórdicas para grabarlo. «Ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado», explica Elorza. Empezó como una broma. Aburridos, mientras Ekain conducía y Nina iba de copiloto, de Galicia al País Vasco. Ella preguntó dónde le gustaría grabar tras la experiencia en Francia del trabajo anterior. Querían repetir la inmersión total que aplicaron como método en Le Manoir de Léon. Elorza propuso un estudio en Noruega. «Ella lo vio y le alucinó, porque el sitio es mágico». En una isla pequeña, al noroeste del país, hay cuatro casas y una de ellas es el Ocean Sound Studio. «Precioso, al borde de un fiordo«. Comenzaron a fantasear con la idea. De ahí bajaron a la tierra y pasaron a la práctica; contactaron. Les cuadraron fechas y presupuesto. »Todas las señales apuntaban a aquello«. Decidieron viajar en furgoneta, con todos sus instrumentos. »Toda una semana para llegar, diez días allí y otra semana de vuelta«. En cada parada descubrían una ciudad nueva. »Y esa energía se te contagia y llegas al estudio con una sonrisa y muchísimas ganas que se filtran al estado de ánimo de la banda«. Por su parte, el ingeniero del estudio alucinó también ante ese grupo llegado desde otra punta del mapa, »como Elcano cuando dio la vuelta al mundo«, bromea.

En esta ocasión, han confiado la producción a un tercero, Martín García Duque para liberar una parte de las muchas labores que no se ven tras lo que supone un concierto de una hora y media. «Conlleva muchas horas de espera, de carretera, de pensar cómo será el concierto, darle vueltas a lo que puedes mejorar…Una toma de decisiones constante», reflexiona el batería.

«Sabemos lo que somos capaces de hacer y nos apetecía ver otro punto de vista. Nos ha ayudado muchísimo a dar ese paso en el que el disco es una cosa y el directo otra y las canciones se tratan de manera diferente». El término que aplican es «quirúrgico». Desnudar la canción y ver qué necesita. Así, han entrado los mencionados sintetizadores, las baterías tienen un tratamiento diferente y han llegado a un punto intermedio «en el que estamos cómodos en el juego de probar cosas nuevas y ver qué sale». Se ha sumado en el bajo Willie Planas y el propio García Duque en el sintetizador Moog, con Jaran Gustavson como asistente de grabación.

«Lo que estamos contando es lo que somos ahora mismo, sabiendo que hemos sido y seremos otros con los años»

El resultado es un disco de presente. «Lo que estamos contando es lo que es Morgan ahora mismo, sabiendo que hemos sido otros y seremos otros de nuevo dentro de unos años». Las mismas personas, encantadas de hacer lo que hacen «con una evolución lógica, porque te apetece probar otros sonidos, otras melodías, otros ritmos». En ese descubrir y probar «te lo pasas bien y somos más conscientes que nunca de que esto es un viaje largo». Esa combinación de vivir el momento, pero mirar a largo plazo, a una carrera en la que quieren acumular décadas, supone «no obsesionarnos con que este disco tenga que conseguir grandes cosas; son las nuevas canciones, las vamos a disfrutar haciendo conciertos como hasta ahora y dentro de dos años llegarán otras nuevas». Avanzar, protegiéndose de las expectativas. «Las expectativas te pueden arruinar la maravillosa experiencia que es tener una banda y vivir de la música y vivir la música como lo hacemos», razona el batería. Aspirar a llenar recintos, superar niveles, borraría «el triunfo que supone seguir en esto, con un nuevo disco y una gira».

Así, con el resultado sobre la mesa, «al que le guste bien, y al que no, ya llegarán cosas nuevas». Como cantan: «Quiero seguir de viaje/ puedes venir si quieres/ pero no voy a esperarte». Ese planteamiento responde a la filosofía que la formación ha defendido desde sus primeros pasos; ser una banda de amigos haciendo canciones que han ido viviendo el proceso de crecimiento cada uno a su manera. «Nadie nos enseña a gestionar todo lo que nos pasa». Ese principio con el que se presentan en cada una de sus actuaciones a través de las palabras de Nina: «Somos Morgan y vamos tocar unas canciones».

Las canciones de 'Hotel Morgan'suenan más frías, asépticas. Esto es; han salido del pantano, son menos orgánicas en cuanto sus arreglos, más eléctricas, con sintetizadores que dan un toque futurista. «Hemos cambiado la manera de grabar las canciones», indica Elorza.

'Arena' suena casi como una demo. Dos amigos tocando en el salón. Descarnada, sencilla en apariencia, con una risa natural que se cuela al final. «Se grabó una noche, después de cenar. Pusimos un micrófono en mitad del estudio y es la tercera versión». Frente a ella '1838' está más producida, «tiene todo en su sitio». En 'Jon y Julia', a Nina se suma la voz de Paco. «Nina es increíble y canta genial, pero ella mismo dijo; cántala tú y llama mucho la atención a la gente, pero para nosotros es natural, le hemos escuchado toda la vida cantar». Se abre una nueva puerta. ¿Será Elorza el nuevo Levon Helm? «No, no, a mí me da pánico –dice riendo– Soy incapaz de cantar e incluso de cantar alto».

«Sabemos lo que somos capaces de hacer y nos apetecía sumar otro punto de vista, con un productor que aportara su visión»

Elorza compró hace poco un libro, 'Giras y salud mental', que ahora mismo «es la Biblia, se lo recomiendo a todos los músicos, porque es verdad que es agotador mentalmente y es muy difícil mantener la cabeza cuerda con el ritmo que llevamos». Lo habla en ocasiones con su familia, por la dificultad de hacerse a la idea: «La vida que tenemos es maravillosa, pero también agotadora y si no parásemos, no aguantariamos».

La comodidad que han buscado en el 'Hotel Morgan' es, en resumen una invitación. Mirando el repertorio –suele ser el encargado de armarlo– Ekain Elorza reconoce las ganas de «hacer conciertazos a todos los niveles». Así comenzarán en Segovia (14 y 15 de marzo), para continuar con Badajoz (22 de marzo), Vigo (4 de abril), A Coruña (5 de abril) y catorce ciudades más confirmadas por el momento, a las que se irán añadiendo destinos. Citas que seguirán siendo «Morgan cien por cien». Habrá aparcamiento, desayuno incluido y «todos los lujos para estar como en casa». Bienvenidos al 'Hotel Morgan'.

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