Extraño Veneno: «Intentamos ser lo más auténticos y sinceros posible y la gente lo nota»
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La banda asentada en Cantabria presenta este viernes su nuevo trabajo 'El triunfo del perdedor' en la Sala NiágaraHéctor Morlote (bajo), Pablo Díaz (voz y guitarra), Juanpy Arnedo (guitarra) y Pablo Sierra (batería) forman Extraño Veneno. Escucharles es viajar en el tiempo y el espacio. Distancias que no existen en un proyecto que ha unido en Cantabria a un grupo de argentinos que ... beben del rock latinoamericano aportando su propia cadencia.
Este viernes, en la Sala Niágara (21.30 horas), presentan su nuevo trabajo y tienen una meta: tocar tanto como sea posible en el año que viene por delante. Hablamos con el fundador de la banda horas antes del estreno de 'El triunfo del perderdor'
- Están a punto de estrenar trabajo. ¿Cómo se sienten?
- Ahora estamos en un momento de cierre de ciclo. Tras la pandemia nos costó arrancar. 2020 fue un momento muy duro para nosotros; estábamos acostumbrados a tocar mucho. 2021, sin embargo, tuvo algo inesperado, empezamos componer y volvimos a tocar. Por ejemplo, en septiembre hemos dado más de 20 directos. Así que de forma natural, casi por inercia, entramos al estudio para grabar esas canciones.
- ¿Llevar las canciones rodadas hace que el tiempo dedicado a la grabación sea más sencillo y fluido?
- Grabamos en estudios Cubex y Javi nos decía que no estaba saliendo nada mal y que no estaba acostumbrado (ríe). Las canciones uno las ensaya en el local y eso es un gran trabajo, pero probarlas en directo hace que la canción madure porque ya has recibido el feedback de la gente. Ya tiene una impronta distinta.
- Haber dado 20 conciertos en los últimos meses les convierte en unos privilegiados dada la situación del sector
- No nos lo esperábamos pero fue pasando. Nuestra filosofía como grupo siempre fue tocar mucho en todos los sitios donde podamos. En Cantabria hemos hecho un nicho muy bonito, todos vivimos aquí y eso se vió reflejado en que en verano, toda la gente con la que no pudimos trabajar en 2020, contó con nosotros, nos llamó de nuevo y pudimos volver a los escenarios.
-Ustedes se han encontrado en Cantabria a pesar de proceder de otros puntos. ¿Cómo es esa parte de la historia?
- El proyecto nació en Cantabria hace seis años. Soy argentino como habrás notado (ríe). Lo inicio yo junto a Julián suárez y era un proyecto de arte callejero; siempre hemos tocado en las calles, en las esquinas. Poco a poco fue tomando un rumbo concreto, por nuestras ambiciones, al que fuimos dando forma y dimos la primera gira en 2017 en formato dúo. En 2018 Julián tomó otra dirección y un año después llegué a Cantabria y decidí montar un proyecto estable. Llegaron Pablo y Héctor, fuimos avanzando y dimos 54 conciertos en 2019 por todo el país, con diferentes formatos. En Cantabria siempre hemos encontrado sitios donde movernos. En 2020 entró Juanpy, vía videollamada, durante el confinamiento. Empezamos a intercambiar materiales con él que también tiene orígenes argentinos, con una visión madurada en España y fue una conexión instantanea.
- ¿Qué significa el cierre de ciclo al que hace referencia con este trabajo?
- Supone que la pandemia fue una etapa de supervivencia y de establecernos como grupo, y 2021 de volver a tocar y ahora grabar, terminar ese ciclo de acomodarse y empezar el 2022, si nos deja la situación, recuperando lo que dejamos en 2019. Más conciertos, una gira por España y volver al ritmo de trabajo normal. Será a partir de marzo.
- ¿Esa etapa de supervivencia tiene su reflejo en la letra y el ritmo de las canciones?
- Todas las canciones tienen una impronta que se ha visto totalmente afectada por la situación. Van de la melancolía, el paso del tiempo, la queja a toda la situación o a cómo utilizamos las redes sociales, donde se nota una nueva sensación de libertad. De hecho el EP se llama 'El triunfo del perdedor', que es una declaración de intenciones. Habiendo perdido hemos ganado.
- ¿Por qué funciona su estilo?
- Intentamos ser lo más auténticos y lo más sinceros posible y la gente lo nota. Intentamos comunicarnos de una forma positiva que haga que el cuerpo se mueva al escuchar la música.
- Escucharles es tener referencias de Fito Paez, Cerati, Los Rodriguez. Es algo premeditado?
- La huella latinoamericana es lo único no buscado. Es lo que naturalmente corre por mi sangre. Son una gran influencia. La música latina la escuchamos desde que éramos muy pequeños. En este último trabajo se marcan mucho las influencias de los cuatro. Todos hemos aportado y se marca una misma dirección y visión en la música. Yo ahora puedo escuchar trap y apreciarlo, pero lo que nos ha movido es otra cosa. Los Rodríguez, Fito Paez como dices.
- Hay una clara presencia de guitarra, pero también pinceladas de otros ritmos propios del folclore. En este caso, ¿sí han trabajado para incluirlo?
- Sí, lo hemos trabajado bastante dentro de la preproducción para encontrar el sonido. Aparte, el sonido es guitarra española que eso no suele ser común en el rock. Suele ser electroacústica o eléctrica. La búsqueda a la hora de preproducir siempre iba hilada y aferrada a la guitarra española que da un sonido más folclórico. Esa búsqueda la hemos completado con Escudero. Le dio bastante forma. Supo ver las canciones y darle los colores.
- Han elegido a un artista local, Keruin P. Martínez para ilustrar su disco. ¿Una apuesta por lo local?
- Claramente. Estábamos convencidos de que queríamos hacerlo desde aquí desde Cantabria y que participe la mayor parte de gente. Como una especie de apoyo local, de comprar lo que tienes en tu barrio. Algo parecido, pero traducido a todo el equipo que conlleva trabajar en esto. Desde conducir los coches, a montar escenarios o la distribución digital, tanto en el arte y diseño, lo han hecho Keruin y Pablo desde su estudio de Santoña. Aquí hay muchísimo talento y podemos mirarnos a la cara para trabajar.
- ¿Qué cree que falta en la escena local?
- Me parece que faltan lugares de encuentro. En otras ciudades los hay y aquí cada vez menos. Creo que el Rubicón ejerce ese papel. Apuestan por el arte y los artistas se reúnen a intercambiar ideas. Para que el arte local de un sitio emerja es fundamental que haya comunicación, intercambio de ideas y ayuda de todos con todos, generar nuevos proyectos. En Santander falta eso. Desde aquí invito a que nos juntemos y apoyemos y nos demos ideas.
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