Borrar
Mariuca García-Lomas decidió que era el momento de aprender a tocar la guitarra de una vez por todas y se puso el reto de escribir, grabar y subir una canción a internet todos los meses
La historia de cómo aprender a tocar un instrumento y no morir en el intento
DMúsica

La historia de cómo aprender a tocar un instrumento y no morir en el intento

entrevista ·

La artista cántabra Mariuk publica 'Blue Days', un disco que nació mientras estaba aprendiendo a tocar la guitarra

Lunes, 3 de enero 2022, 10:41

¿Tiene ya claros cuáles serán sus propósitos para 2022? Habrá gente que aspire a dejar de fumar, gente que se proponga hacer más deporte y personas que busquen estudiar algo nuevo, entre otras cosas. Para 2020, Mariuca García-Lomas decidió que era el momento de aprender a tocar la guitarra de una vez por todas y se puso el reto de escribir, grabar y subir una canción a internet todos los meses. Iba a ser sólo un experimento, pero la artista ha acabado recopilando todos los temas en un álbum que se titula 'Blue Days', que acaba de ver la luz.

No es la primera vez que Mariuca —conocida artísticamente como Mariuk— se pone el reto de descubrir cómo se toca un instrumento: hace años ya se puso a estudiar producción musical en su habitación, se inició con los teclados, emigró a Londres y montó el grupo Northwest, con el que ha viajado por toda Europa.

- ¿Qué les recomendaría a todas aquellas personas que se propongan aprender a tocar un instrumento?

- Que lleven a cabo algún reto, porque aprender a tocar algo es bastante duro, aprender a tocar una guitarra duele bastante, sobre todo si tienes los dedos pequeños o tienes pecho, ya que no están diseñadas para mujeres pequeñas. Yo me propuse hacer una canción al mes, ya que componer es lo más me gusta en la vida. Si en vez de crear cosas mías, hubiera tenido que memorizar doce temas de otros músicos, no hubiera sido capaz de llevar a cabo el reto, lo hubiera abandonado bastante pronto. Además, tienes que conseguir crear como un momento de paz: te sirves una copa, te pones unas velas, agarras el instrumento y haces que la experiencia sea lo más placentera y divertida posible.

- ¿Qué tal se maneja ya con una guitarra?

- El álbum que he publicado sólo tiene ocho acordes, porque de esa todavía no me salían más: ahora empiezo a tocar un poco mejor. Lo cierto es que ni siquiera tenía la idea de hacer un disco cuando empecé a tocar la guitarra. De hecho, incluso me impuse la limitación de grabar, producir y subir a internet cada tema en un sólo día: no tenía sentido que me obsesionara con la producción si el elemento principal de las canciones iba a sonar mal, simplemente se trataba de documentar mi proceso de aprendizaje y compartirlo con mis seguidores. Además, tenía muchas otras cosas que hacer por el camino, como promocionar el último trabajo de Northwest, bandas sonoras y comisiones para otros artistas.

- ¿Qué nos puede contar sobre sus nuevas canciones?

- Cuando compongo con el teclado y el ordenador, tengo que enchufarlo todo e ir probando sonidos, mientras que, en esta ocasión, sólo tenía que agarrar la guitarra y vomitar lo que me iba saliendo. Creo que el hecho de no tener ninguna presión me liberó desde un punto de vista creativo y he acabado escribiendo las mejores letras de mi vida. No me obsesioné en ningún momento por cómo sonaban las cosas ni me censuré.

- Todo lo que ha aprendido lo ha hecho por su cuenta, nunca ha dado ninguna clase de música, ¿no?

- Cuando era pequeña, la única manera que había de aprender música era ir a un conservatorio. Por suerte, un día descubrí un programa llamado 'GarageBand' y mi vida cambió por completo, porque me permitía grabar canciones sin ni siquiera saber que era el tempo. Ya no hace falta pagar por dar clases, porque puedes descubrir cómo producir y cómo tocar algo a través de internet. Además, antes necesitabas tener acceso a un estudio de grabación que lo mismo costaba mil euros al día, mientras que ahora, con un simple ordenador, puedes hacer un disco entero que suene bastante bien. Cada vez hay más ejemplos de músicos que han conseguido triunfar desde su habitación, como Billie Eilish. Lo cierto es que Mariuk no hubiera podido existir en 1990: empecé a hacer música en 2015 porque era el momento en el que por fin me lo pude permitir.

- Las canciones del álbum, ¿siguen el orden en el que las compuso?

- Están en el mismo orden en el que se compusieron: de hecho, a lo largo del disco puede verse cómo iba tocando mejor y cómo cada vez había asimilado mejor la dinámica del reto que estaba llevando a cabo. Estoy muy orgullosa sobre todo de la letra de 'Blue', el último tema, que es muy especial para mí. Está dedicado a todas las personas que ya no están con nosotros y me costó muchísimo publicarlo. Ni siquiera sé si seré capaz de interpretarlo alguna vez en directo, porque cada vez que lo toco me pongo a llorar.

- Su nueva obra, ¿es el diario de un año en la vida de Mariuca?

- El diario del año más raro en la vida de mucha gente. De repente, por culpa de la pandemia, tuve que rehacer mi vida personal y profesional, lo que influyó mucho en las cosas que componía. Fue un periodo un poco triste, en el que reflexioné mucho y en el que hacer canciones me sirvió como terapia. De hecho, el álbum se titula 'Blue Days' (Días azules) porque es un título que resume muy bien lo que es el disco: viene a significar algo así como esos días raros. En 2020, tenía que haber salido a la carretera con Northwest, ya que habíamos planificado una gira enorme de conciertos, con festivales por toda Europa, pero, por desgracia, tuvimos que posponerlo todo.

- Ha publicado su nueva obra en casete, ¿en qué momento decide optar por ese formato?

- Quería hacer algo especial y pensé que, editar un vinilo para que sonara a rayos, no tenía mucho sentido. Cuando salió la posibilidad de lanzar una edición de casetes me di cuenta de que era el formato ideal para lanzar mi nuevo trabajo, porque suena sucio, al igual que las canciones, en las que lo mismo se oye cómo conecto la guitarra o unos pájaros cantando. Tener los casetes en mis manos fue muy emocionante, ya que me transportan a la época en la que, mientras iba al colegio, escuchaba cintas de Blink-182. Según iba componiendo y grabando los temas, hubo gente que me empezó a decir que le molaría que hiciera un disco con ellos, por lo que me lancé a editarlos. Pensé en regrabarlo todo con banda y batería, pero al final me di cuenta de que la gracia es que es algo que he vomitado en un determinado momento, algo a lo que no le he dado muchas vueltas.

- ¿Cuáles son sus planes de futuro? ¿Podremos verla en directo próximamente?

- En las próximas semanas, me voy a encerrar junto a mi compañero Ignacio Simón para hacer un nuevo trabajo de Northwest y luego nos gustaría volver a salir a la carretera. Es curioso, los dos hemos publicado discos en solitario a la vez, coincidiendo con el aniversario del día en el que sacamos nuestra primera canción juntos. Pero, mientras que lo mío ha sido un experimento, lo suyo es una obra enorme, a la que le ha dedicado varios años de su vida y que tiene incluso arreglos orquestales.

- Mientras compuso su nuevo trabajo, no sólo vivió una pandemia, también sufrió el 'Brexit', la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

- El 'Brexit' me lleva persiguiendo desde que se votó en 2016. Por suerte, no he tenido problemas para quedarme en Londres, ya que, para cuando se llevó a cabo, yo llevaba ya varios años viviendo allí. Creo que todavía es pronto para ver sus efectos, pero sí que hubo una ola enorme de gente de países europeos que abandonó Inglaterra de repente, coincidiendo además con la llegada de la pandemia. Lo cierto es que, si nunca me hubiera ido a vivir al Reino Unido y ahora estuviera planteándomelo, ya no podría hacerlo, ya que necesitaría conseguir un visado.

Sigue a DMúsica en:

Facebook y Twitter

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes La historia de cómo aprender a tocar un instrumento y no morir en el intento