Tomás de Perrate

Cantaor flamenco

«Intento hacer un flamenco asequible que todo el mundo entienda a la primera»

-¿Qué tal ha ido el inicio de la gira?

-Genial. Se ha consolidado el directo de 'Tres golpes', porque la gente con la que voy es de muchísima confianza. Hemos hecho el espectáculo y ya vamos con una soltura que hace que sea más rico.

-¿Era importante para usted afrontar ese directo rodeado de gente de confianza?

-Por supuesto. Eso es completamente indispensable. No se necesitan músicos, se necesitan cómplices que entiendan tu forma de ver las cosas. Afronto muchos proyectos muy distintos y siempre procuro rodearme de gente así. Vamos, es que si no, no me apetece hacerlo. Es cuestión de energías.

-¿Qué energía hay en 'Tres golpes'?

-Es un proyecto que comencé hace muchísimo. Siempre he sido muy aficionado a la música del siglo de oro, a través de la guitarra de Gaspar Sanz, un guitarrista que enseñó a mucha gente pero allá por el siglo XVI y de donde se sacaron los patrones más básicos que configuraron las danzas españolas más ilustres. También era un folclore popular, como la chacona, la zarabanda, los canarios. Estaba todo eso rondando mi cabeza. Un director artístico, amigo y cómplice, Pedro G. Romero, me dijo: ¿tú te das cuenta de que esto pueden ser las bases del protoflamenco? Y se me encendió la bombilla.

-¿Que alumbró esa bombilla?

-Empecé la investigación, desde la premisa de buscar qué flamenco podía haber en esas músicas previas. Resulta que todos los compases iban a 3x4, a 6x8, compases de 12 tiempos, que son los que manejamos en el flamenco con la soleá, la seguirilla. Casi que tenía el disco en la punta de la lengua. Empecé otro proyecto que era autoeditarme y al cabo de un tiempo tenía una maqueta increible a la que le tenía mucho cariño y es lo que se ha convertido en 'Tres golpes'.

-Habla de investigar, una parte importante de su método, que se une a lo que le viene de natural, por herencia familiar vinculada al flamenco. ¿Condiciona el resultado?

-Claro. Y el futuro. Sigo en ello, ¿sabes lo que te digo? Hay aspectos muy importantes en la música protoflamenca y cuando digo proto me refiero al inicio. Tal y como conocemos el flamenco nace en torno a 1850, pero evidentemente, no es una música que nace por generación espontánea. Se tuvieron que notar los ocho siglos de los musulmanes, de los judíos y por supuesto, de una parte importante del africanismo que llegó en forma de esclavos y fueron casi el veinte por ciento de la población en Sevilla y Cádiz. A partir de esa revolución cultural que fue el descubrimiento de América, que no sólo fue dinero. Entre las danzas que llevaron, el clero que se llevó a los africanos más percusionistas, con mejores voces, aptitudes que no estaban en el blanco, para evangelizar. Hay antecedentes del fandango o muchas letras que han trascendido desde entonces a acá.

-Se menciona siempre el blues como una música surgida de los cantos de los esclavos, pero no se mira hacia acá y lo que generó en nuestro entorno

-Claro. Si miras bien el mapa, Louisiana también forma casi parte del Caribe. Puede que fueran los mismos africanos de los que derivó. Hay una teoría de Faustino Nuñez que dice que el blues tiene antecedentes también hispanos, aunque es más difícil de demostrar.

-Decide mezclar el género con la música popular del barroco. ¿Un flamenco bien hecho encaja con todo?

-Sí, claro que sí. La mayoría de los músicos gozamos de un privilegio; la música es totalmente elástica y expresión de corazón. En ese sentido, creativamente, se puede llegar al infinito. El flamenco, por suerte, parece que a todo el mundo le empieza a interesar y todas las disciplinas están tirando p´allá. Ahora voy a grabar con los Za!, un grupo rockero, con música electrónica, con bailaores que hacen espectáculos que mezclan flamenco y danza contemporánea y nos piden cosas muy creativas. Es de una riqueza para disfrutarla como lo estoy haciendo yo.

-Desde su disco 'Perraterías', en 2005, hasta la actualidad, ¿qué lección ha aprendido?

-Ha sido una evolución natural. Hay otro disco intermedio, 'Insomnio', que produjo Ricardo Moreno y esto es un paso más. Quitando los mejores años de aprendizaje, que supusieron un parón grande y un trabajo increíble, mi carrera es evolutiva. 'Tres golpes' lo acabé en plena pandemia, cuando por fin pude meterme en el estudio.

-También lleva el flamenco a la teoría, dando conferencias. ¿Las cosas hay que explicarlas para entenderlas?

-Sí, sobre todo para entenderlas yo (ríe). Pertenezco a familias que tienen en el adn la creación. Me encanta la inquietud de saber en qué consiste esto realmente. Ahora me está pasando que estoy inmerso en el tema del africanismo y del cante de ida y vuelta a las américas. Tengo una conferencia sobre ello en la Bienal de Málaga ahora en mayo.

-¿Qué desayunan en Utrera para que les salga el flamenco como natural

-Y no solo el flamenco. No te puedes imaginar a nivel de música clásica, bailando, pintando… Es algo que pasa aquí. ¡A la concejala de Cultura la tenemos frita, porque estamos continuamente pidiendo cosas unos y otros!

-¿Con qué sensación le gustaría que saliera el público de la sala?

-Esa sala con ese marco detrás, que se ve el mar y es tan inspiradora, intento hacer un flamenco más asequible. Que la gente lo pueda entender a la primera. Y me entrego.