Borrar
Buscar la complicidad y cercanía que te permiten la voz y la guitarra era el reto de este disco para el madrileño Virginia Carrasco
Ismael Serrano: «La figura del cantautor es más necesaria que nunca»

Ismael Serrano: «La figura del cantautor es más necesaria que nunca»

El cantautor madrileño presenta mañana en el Casyc 'Todavía' en plena recta final de una gira en la que recupera sus orígenes

Aser Falagán

Santander

Jueves, 27 de febrero 2020, 15:10

Ismael Serrano (Madrid, 1974) llega a Santander más maduro, pero a la vez en pleno regreso a los orígenes y su discurso combativo. Su gira 'Todavía', que recupera el sonido del cantautor desde la misma postura que en los noventa, pero ligado al día a día y embarcado en nuevos proyectos. Mañana, viernes, salen a la venta las últimas 50' entradas para el recital (Casyc, 20.30 horas).

–Se acerca el final de la gira muy distinta a la de 'Hoy es siempre'.

–Una gira en formato acústico te permite llegar a sitios a los que no podía con 'Hoy es siempre', en la que tenía una gran banda y una gran puesta en escena. Este formato nos ha permitido recorrer otros lugares y establecer otro tipo de código o diálogo en el escenario; ese era el reto con este disco: Buscar la complicidad y cercanía que te permiten la voz y la guitarra.

-¿Volver al origen?

–Sí; era un poco eso. Reivindicar el canon del cantautor. Después de hacer discos muy sofisticados, volver a la raíz y reivindicar el formato. Así fueron ideadas gran parte de estas canciones.

–Reivindica la figura del cantautor más allá del estereotipo. ¿Está en el contexto actual más vigente?

-A día de hoy es más necesaria incluso, porque en muchos aspectos hemos vivido un retroceso en derechos y libertades. En un momento en que se trata de coartar la liberta de expresión, quizá sea más necesaria que nunca la figura del cantautor que hace la crónica social y sentimental del mundo que le toca vivir desde el compromiso con la realidad y tratando de darle un vuelo poético. Aunque el género esté un tanto estigmatizado y el compromiso social explícito en la expresión artístico no esté todo lo bien visto que uno quisiera.

–Eso no es de ahora.

–Creo que ocurre fundamentalmente a raíz de la transición y la movida, que impusieron la estética musical de la evasión y el escapismo. Hay gente que desde el hip hop, el rock radical o la música de autor hace canciones que tienen que ver con la vida cotidiana y van más allá de la eterna historia de amor y desamor, pero se les mira con cierto recelo, sobre todo un sector de la crítica y la sociedad que no quieren que les hablen del mundo que les toca vivir, sino de escapar de él. Y se impone, sobre todo en las fórmulas de radios convencionales, una estética musical que tiene que ver con la evasión permanente.

–¿Se han quedado sin espacio en la radio y la televisión?

–No es solo un problema de la canción de autor, sino para la música en general. Por ejemplo, se han restringido mucho las desconexiones, en las que había un espacio para la música local; ahora todo está computerizado o se hace desde Madrid y hay poco espacio para la prescripción de la música más local y de raíz. No hablo de folklore; hablo de los grupos de rock y pop de cada lugar, que cada vez lo tienen más difícil porque cada vez hay menos ventanas. Y eso a pesar de que internet ha abierto otras, pero se está demostrando que no es la panacea que en un principio nos dijeron que iba a ser para la música y lo nuevos talentos.

–De la televisión ni hablamos...

–En la televisión ha quedado relegada casi toda la música, a excepción de los formatos de concurso que mezclan lo musical con lo personal. A veces lo musical ni siquiera es lo más importante y se convierten más en un reality que en un programa musical. Sí es verdad que 'Operación triunfo' ha cambiado mucho, sobre todo en las últimas ediciones. Ha abierto un espacio para músicas más plurales y ha aparecido gente como Rozalén, el Kanka y otros que vienen de la óptica de la canción de autor y comparten esa mirada. Pero en la televisión hay muy poco espacio para difundir la música.

–Fue terminar la gira que alumbró 'Hoy es siempre' y empezar la de 'Todavía'. Más de tres años casi sin descanso en el escenario.

–Llevo de gira casi desde que empecé. Para mí la esencia del oficio es echarme la guitarra al hombro, hacer carretera e ir de un lado para otro. Tengo la sensación de que la carrera musical es como ir en bicicleta; no puedes dejar de pedalear porque la bicicleta se cae. Tienes que estar constantemente preparando disco, grabando o inmerso en la gira. Y la verdad es que llevamos una muy larga. Ahora creo que es el momento de detenerse, aunque sea un poco, para trabajar en el próximo disco, que espero que salga a finales de este año o principios del próximo. Ya estoy empezando a escribir canciones.

–Regresa al Ismael Serrano de 'La memoria de los peces' y el 'Papá cuéntame otra vez'. ¿Qué ha cambiado en él y de aquella España de hace veinte años?

-Ha cambiado eso; que aquella generación ha crecido y toca preguntarse si ha sido capaz de construir un relato propio. No sé si lo hemos sido. Sí creo que lo están escribiendo las generaciones más jóvenes; las mujeres que este 8 de marzo van a salir a la calle y los nuevos actores políticos surgidos después del 15-M. ¿Y en qué he cambiado yo? En que antes era un hijo que hablaba del relato de su padre y ahora soy un padre que busca un relato para su hija. La paternidad y la madurez te hacen menos rotundo; más flexible. Pierdes solemnidad. Te tomas menos en serio a ti mismo y más en serio otras cosas. Creo que en eso he cambiado; en esa mirada circunspecta y rotunda. Pero no en cuanto a principios éticos y políticos. Me sigo reafirmando en la necesidad de hacer un mundo mejor. Fundamentalmente porque creo que en muchos aspectos vivimos en cierto retroceso. Me pregunto si el mundo que estamos construyendo va a ser mejor para nuestros hijos y parece ser que no. Van a tener peores salarios, peor educación pública, peor salud pública, no sabemos si van a tener pensiones…

–Se sigue afirmando también en redes, lo que le ha costado no pocos ataques de la ultraderecha…

–Es lo que toca, supongo. Las redes no propician el debate político y sosegado que a uno le gustaría mantener. Propician la crispación, porque da lugar al flujo automático e irreflexivo de datos y comunicación que es lo que buscan. Las redes sociales inciden en el encapsulamiento del mensaje y por tanto de nuestros pensamientos. Se pierde el matiz, y la esencia de la discusión política y del debate está en el matiz. Yo soy como soy, me expreso políticamente, también en redes, y hay gente a la que no le gusta en una época en la que hay un auge de la ultraderecha en la red. Aunque yo creo que a veces es un espejismo; una estrategia diseñada para sobredimensionar el efecto de sus mensajes. Una cosa es internet o Twitter y otra la realidad.

–52 diputados.

–Sí, la realidad es grave, pero independientemente de que haya un voto que podríamos pensar que siempre ha estado ahí, aunque oculto, quiero pensar que la sociedad va por delante. Efectivamente, hay un fascismo que amenaza y que aparece en las instituciones y ante el cual hay que estar alerta, pero también una gran parte de la ciudadanía que tiene otra sensibilidad política; otras maneras y formas.

Zipi

–Ese nuevo trabajo ¿recuperará los sonidos de sus primeros discos o el más elaborado, con toques latinos y de jazz de los últimos?

–Todavía no lo sé; no quiero tener prejuicios en una dirección o en otra. De momento estoy componiendo las canciones con la mirada puesta sobre todo en la escena. Cada vez me gusta más pensar en cómo se va a llevar al escenario lo que escribo; cada vez entiendo más el recital como un relato que cuenta algo. No ya solo las canciones, sino el propio recital en su conjunto. Que sea algo más que una mera sucesión de tema. Hay un estigma sobre el cantautor que dice que cuida más la letra que la música. A veces nos creemos ese complejo y nos metemos en espirales de producción que no acompañan. Cada vez me desprendo más de esos prejuicios y creo más en la simplicidad en cuanto a la composición, pero también en los arreglos. Estoy aún en esa reflexión: escribiendo las canciones y viendo qué dirección toman musicalmente. Va a estar presento Latinoamérica, con ritmos que ya forman parte de mi patrimonio, pero de una maneja desprejuiciada y, sobre todo, en la que se me reconozca.

–Música no es lo único que escribe. Ya publicó poesía, relato y trabaja en la novela. ¿Cómo va su carrera literaria?

–Ojalá tuviera tiempo, porque me he gusta mucho. Me he dado cuenta de lo que me gusta es contar historias. A través de la música, de los relatos o de la prosa, y creo que tengo alguna que otra historia que contar. Ojalá encuentre tiempo, porque la gira no permite tantos espacios libres, y tampoco grabar un disco y la cantidad de proyectos en los que estoy involucrado. Así que encontrar la calma para escribir no es fácil, sobre todo ahora que estoy escribiendo canciones. Quizá cuando termine este disco sea momento de pensar en esas cosas.

Sigue a DMúsica en:

Facebook y Twitter

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Ismael Serrano: «La figura del cantautor es más necesaria que nunca»