El Kanka: «Siento que me he ganado estar donde estoy, porque ha sido a base de pico y pala»
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El cantautor malagueño llega a Cantabria con su gira 'Donde caben 2 caben 3'Secciones
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El cantautor malagueño llega a Cantabria con su gira 'Donde caben 2 caben 3'Recién llegado de Málaga, Juan Gómez, El Kanka, pasará apenas unas horas en casa, en Barcelona, antes de salir hacia Cantabria. Este viernes traerá su música para abrigar en plena ola de frío (Escenario Santander, 21.30 horas). 'Donde caben dos caben tres' es ... el nombre de la gira con la despedirá su disco más reciente. El telón caerá en Madrid en el mes de febrero, pero antes, el malagueño tiene mucho que contar.
- ¿Se acostumbra uno a este vaivén constante en la agenda?
- No nos queda otra que acostumbrarnos. Es un poco lo que peor llevo, pero no son siquiera los viajes, sino el tiempo que dejo de estar en mi casa. Te da sensación de falta de arraigo y de no saber muy bien donde poner el huevo. También es verdad que si me pasara tres meses en casa se me haría raro, aunque hace mucho que no he parado tanto.
- Acaba de llegar de una larga gira por Latinoamérica, precisamente
- Sí, ha sido como la más larga que hemos hecho por allí. Fuimos en junio, volvimos después en agosto. Nos merece la pena no hacer solo dos países. Fue duro porque hubo mucho curro; 16 conciertos, en 16 lugares en un mes. Decidimos tomarnos ese tiempo, visitando todo lo posible e incluso nos surgió una posibilidad de hacer conciertos con una orquesta filarmónica de Colombia y visitar lugares como Rosario, Córdoba o Ecuador, en los que no habíamos estado.
- ¿Cómo es la experiencia de volver a ganarse al público fuera de «casa»?
- Primero genera un poco de inquietud, de no saber lo que te vas a encontrar. No deja de ser una apuesta. Nos han respondido muy bien en lugares donde ya hemos estado antes movemos mucha gente. Unas 200 o 300 personitas te encuentras y me parece una voladura de cabeza para un artista que no suena en la radio, como es mi caso. Necesito de un cierto esfuerzo para que me encuentren y me parece casi milagroso. Además, el público latinoamericano es bastante eufórico y muy amante de la música. Cantan todas las canciones, lo dan todo, me hacen muchos regalos...Es como una energía muy bonita. Toco madera por seguir encontrando lo mismo; un público tan deseoso y que lo agradece tanto.
- ¿Que importancia tiene el equipo que le rodea para haber llegado hasta aquí?
- La importancia es absoluta. Si una multinacional se interesa por tu trabajo, es todo mucho más fácil, porque ya tienen un equipo. En mi caso, por fortuna o desgracia no ha sido así, estamos solos ante el peligro y a mí me encanta. Desde que iba solo y descolgaba el teléfono y lo hacía todo, y era una ruina porque creo que no he nacido para eso. Después conocí a María, mi manager y socia, que diseña las estrategias. Y hemos ido fichando a otras personas, alguien que haga la distribución, un productor, los músicos desde luego…Cada persona que metes se nota, claro. Son profesionales de eso que hacen y te quita un peso de encima. Estoy ahora flipando porque es la primera vez con tanta gente y estoy muy contento.
- La materia prima sigue siendo la misma, las canciones. ¿Qué siente al ver que hay tanta gente alrededor de sus composiciones?
- A mí me da mucho orgullo, sobre todo. A veces me duele la espalda acordándome de aquellos años y en muchos momentos hubiera deseado que fuera todo más fácil. Un poco más de suerte con el primer disco, un camino que no fuera tan largo. Al ver todo lo que me ha costado, soy mucho más consciente y eso siempre te da un punto de valorar lo que está pasando. Siento que me he ganado estar donde estoy, porque ha sido a base de pico y pala.
- ¿Ha visto a muchos compañeros rendirse y quedarse en el camino?
- Sí, que se han rendido o que han tenido menos suerte. Su música no ha llegado tanto o se han equivocado. Siguen ahí, pero les cuesta evolucionar. No dan un pasito y hay momentos de desesperación. Es una profesión que es muy difícil abandonar porque es muy hermosa. De hecho creo que por eso se sostiene. Muchos no aguantariamos si no esta inestabilidad, no llegar a fin de mes, no saber cómo hacer que la gente vaya a tus conciertos… No lo soportaríamos si no fuera porque te subes al escenario y eso lo paga todo.
- ¿El escenario compensa cualquier dificultad?
- Absolutamente. Es una sensación muy mágica y en ese sentido somos unos privilegiados. La mayoría de la gente se muere sin saber lo que es dar un concierto. Yo pagaría por tenerla y sin embargo es al revés; ¡me pagan a mí!. Dicen que la música a nivel neurológico es la disciplina humana donde más partes del cerebro se usan. Y ya si la interpretas, es una fiesta en tu cabeza. No te da tiempo a pensar en problemas; tú eres la canción que suena. Y eso es una sensación maravillosa y si a eso le unes la parte más empática, en la que tenemos un diálogo, el público se ríe o canta, esa parte social es preciosa.
- Antes de cerrar esta gira ha publicado 'CanEpe', con tres canciones que se explican porque eran lo que le apetecía.
- Fue una cosa un poco por la cara. Íbamos a Latinoamérica, y ahora estoy componiendo bastante y mi mánager me dijo, ¿por qué no sacar una sorpresita? Una producción sencilla, solo digital. Cogimos al percusionista y guitarrista que son como mi consejo de sabios y sin haberlo pensado mucho nos metimos al estudio a ver qué salía.. Nos juntamos con Carlos Manzanares, 'Avatar', que nos produjo, sin anticipar nada y viendo lo que surgía. Las canciones tienen muy pocos detalles, que a veces siempre queremos meter más cosas y eso se nota en los temas. Hay una cosa orgánica muy guay que se transmite. En tres días quedó todo listo.
- Escucharles transmite una sensación de artesanía cargada de positividad
- Esa era la cosa. Además se nos ocurrió hacer también el diseño así, fluyendo. Nos trajimos a Pek, la diseñadora que me hace todo el material y somos amigos desde los 19 años y ella estaba allí dibujando mientras tocábamos.
- Trabajó con Juan de Dios Marín y ahora tienes en Carlos Manzanares a su productor de confianza. ¿Qué importancia tiene una buena comunicación para el resultado final?
- Es súper importante. Tengo la opinión de que lo más importante son las canciones, pero un productor puede cargarse un tema o llevar uno normalito a la magia. Lo más importante es que entienda lo que hago, que haya confianza, aunque la última palabra la tenga yo. Todos los detalles que aporta son fundamentales. Que haya un buen ambiente, una buena comunicación. No podría trabajar con un productor que estuviera intentando disfrazarme o disfrazar las canciones, que es peor aún. Una de mis obsesiones es que las canciones no pierdan su personalidad al grabar. Una canción buena tiene que funcionar con lo mínimo. Cantas 'Yesterday' con una guitarra y una voz y es preciosa, y eso intento. Que se mantenga la pureza, que se respire esa esencia pero vestida de bonito. Si el productor no está en esa misma peli…
- En algunos casos, el peso del productor es tan alto que todos sus trabajos acaban sonando similares aunque sean distintos artistas
- Eso también pasa, que hay productores muy buenos con lo que todo suena a lo mismo. Yo quiero que suene a mí. Llevo muchos años con mi equipo y como banda también tenemos una personalidad. Me gusta que algo de eso esté en la grabación. Avatar lo consigue.
- ¿A quien escucha para desconectar?
- Escucho muchísimas cosas. A Ruibal lo he escuchado mucho. Me gustan los Beatles, Jamie Cullum. Estoy escuchando lo último de Martirio, el último de Coque Malla… La verdad es que escucho de todo. Me fijo mucho en la letras y escucho mucho más en castellano. Empecé a escuchar más por la letras que por la música. Fue lo primero que me llamó la atención.
- ¿Cómo explicaría, hoy por hoy, qué es un cantautor?
- Está complicado. Creo que la definición básica es una persona que canta las canciones que compone. Añadiría que tiene que haber algo más. Tiene que haber un mínimo compromiso poético, sin tener que ser Joaquín Sabina, con una poesía tan elaborada. Tiene que haber una intención poética. Algunos dicen que intención social, que no lo tengo tan claro. Considero cantaturo a Juan Luis Guerra, por ejemplo. Si te pones a escucharle, hay una poesía, muy sencilla, que a mí me encanta, pero también una intención de darle la vuelta a la palabra. No sé si un compositor de reguetón se puede considerar cantautor.
- Macarena Berlín escribe que sus canciones dan refugio. ¿También lo son para quien las canta?
- Absolutamente. Más incluso. Al final todos los que nos dedicamos a esto tenemos una 'pedrailla'. Normalmente, la gente que nos dedicamos al arte somos unos neuróticos de libro, en mi caso absolutamente, y hemos encontrado en la creación artística una especie de desahogo. Algo terapéutico. Casi el 100% de mis compañeros y no solo los músicos, sino quienes estamos en contacto con el lado creativo vivimos una especie de catarsis.
- Si hace balance, ¿diría que ha logrado el éxito?
- Sí, pero con un pero. El éxito será cuando tenga una carrera larga. Ahora mismo me quedaría como estoy, pero el éxito no son los millones que puedas tener en el banco, ni ser famoso, sino dedicarte a algo, no ya que te guste, sino que no te desagrade del todo y vivir dignamente. El éxito será cuando sea un viejito y todavía siga trabajando y componiendo, quizá no dando tantos conciertos, pero ojalá se mantenga esa situación en el tiempo.
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