Califato ¾ son folclore de club y llevan al escenario el sonido que escuchaban en los patios de sus casas cuando eran pequeños. Sobre su propuesta, ecléctica, dicen «no haber inventado nada nuevo» aunque para muchos sean una de las novedades más impactantes del panorama ... nacional y hayan fusionado la electrónica y la música de raíz con la que crecieron algunos miembros de la banda.
Este sábado actúan en los jardines de La Lechera para presentar su último trabajo, 'La Contraçeña', un álbum de trece temas entre los que destacan colaboraciones con Queralt Lahoz o el cantaor Andrés de Jerez, entre otras.
- Vienen a Torrelavega para presentar su trabajo más reciente, 'Contraçeña', que salió en febrero de este año. ¿En un mismo disco hay hueco para lo irreverente y lo respetuoso? -
- Sí, claro. Hemos dejado espacio para lo irreverente, para la güasa y para el concepto de 'rave', pero luego hay canciones de temática 'Al Ándalus' como 'Er carrito de lô muertô', con Andrés de Jerez, que aunque sea moderno es muy respetuoso.
- Religión y 'rave', todo en el mismo álbum.
- (Risas). Sí, estamos colgados. Tanto vamos al santo y a las raves que nos hemos quedado medio tontos.
- Tienen la capacidad de hacer canción tanto un romance judeo cristiano como un momento cualquiera del día a día. ¿Cada tema requiere un proceso creativo distinto?
- Sí que es verdad que cada canción tiene un proceso diferente, pero también es el mismo porque nosotros para hacer música nos reunimos los cinco, alquilamos una casa en un pueblo de Andalucía con un poco de historia y echamos doce o catorce horas al día para hacer música, sin pretender nada. A veces sí que vamos con alguna letra como referencia, o llevamos algunos acordes, pero normalmente vamos sin nada: nos ponemos a hacer música y lo que salga. Si sale una canción de Semana Santa mezclada con algo de club, bien; si sale un fandango, pues también.
- ¿Y cuando no sale nada?
- Pues nunca nos ha pasado. La primera vez que fuimos, con 'L'ambôccá' (2018), estuvimos dos días e hicimos cuatro o seis canciones. La segunda vez hicimos 'Puerta de la Cânne' (2019) en cuatro días, y todos los temas que salen son los que incluimos en los trabajos; hasta ahora no hemos descartado ninguno. Cuando venimos de allí el esqueleto musical está hecho y lo que hacemos a la vuelta es grabar las voces, colaboraciones y arreglos, pero salimos de la casa con todo el disco perfilado. Gracias a Dios, Alá o Buda de momento siempre hemos salido con un disco debajo del brazo. Para la música somos muy egoístas porque hacemos música que nos guste a nosotros.
- Hacer música sin presiones añadidas.
- Claro, claro. Sin presión, porque si nos fijamos en lo que le gusta a la gente y en lo que no para tirar para un lado u otro, aparte de que la presión te bloquea, la frescura se va.
- ¿Han repetido casa en alguna ocasión?
- La verdad es que no. La primera vez estuvimos en Aznalcóllar (Sevilla), una zona que tiene allí las Torres de la Luz; luego estuvimos en los Lagos de Serrano, donde se hizo la canción 'El Lago', de Triana; y después estuvimos en Ronda (Málaga), donde se creó el escudo y el himno de Andalucía.
- Se dice de ustedes que, con su música, resignifican el folclore, un mantra que parece extenderse a lo largo de la Península con nombres como Baiuca, Rodrigo Cuevas, Tanxugueiras, Vicente Navarro o María Rodés. ¿Vive este género un momento de esplendor o trabajan para que no caiga en peligro de extinción?
- Vive un buen momento, sin duda. Antiguamente se suponía que era para la gente mayor y estaba más próximo a desaparecer, pero yo —Chaparro— creo que tanto Rodrigo Cuevas como Baiuca o nosotros mismos estamos renovando el folclore. Incluso también en Latinoamérica, donde han cogido la cumbia y le han dado una vuelta. Creo que es un fenómeno global y ahora mucha gente joven sí conoce más las muñeiras, fandangos, sevillanas y se abren al folclore verdadero.
- ¿Hablamos de 'renovar' y no de 'crear' porque ya está todo inventado?
- Hombre, nosotros no hacemos nada nuevo, lo que sí puede que nos diferencie es que metemos al folclore un sonido de club que se ha vivido mucho en Andalucía, como el breakbeat.
- Ahora llevan a los escenarios la música de comparsa, las trompetas y un ritmo asociado a las procesiones. ¿Cuánto hay en Califato de la música que escuchaban en los patios de sus casas cuando eran pequeños?
- Pues mucho, por no decir todo. Ten en cuenta que yo cuando era chiquitito y estaba gordito ya tocaba el bombo en una banda de corneta y tambores, y cuando me quedé canijo toqué la trompeta. Luego cuando fui adolescente rechacé la religión y empecé a ir a raves y clubes. Nosotros somos gente de un amplio espectro de edad; yo tengo más de cuarenta y el más pequeño tiene veintitantos. Entonces cada uno se ha criado con la música que le ponían sus padres, madres y abuelos, y mientras que yo me he criado más con el folclore los chavales se han criado más con música de club.
- ¿Y la suma de todas esas influencias es Califato ¾.?
- Exactamente, y esa es la clave también, que a pesar de ser muy diferentes cada vez nos conocemos más, somos más amigos y estamos todo el día escuchando música de toda clase.
- ¿Es Andalucía tierra de vanguardia?
- Andalucía siempre ha sido vanguardia, y cuando las cosas se ponían de moda en el resto de España aquí ya se llevaban haciendo mucho tiempo. Quizá se asociaba la vanguardia a zonas del norte porque eran ciudades con mucha más infraestructura, pero en Andalucía se hacía vanguardia desde la pobreza.
- En términos logísticos son un grupo amplio. ¿Cuánta gente llevan en gira?
- Somos nueve personas porque Califato es como una cebolla que tiene varias capas; también trabajan con nosotros diseñadores, artistas… En la furgoneta siempre vamos nueve personas, con lo que eso conlleva en comidas, dormir, etc. Nosotros siempre hemos apostado por incluir cada vez más instrumentos y de hecho ahora vamos a dar un concierto en el que queremos incluir violín y trompeta. En total somos los cinco miembros de Califato más dos músicos de directo y dos técnicos. Pero hay veces que van hasta cuatro técnicos.
- Qué importante es contar con técnicos propios.
Es fundamental, porque los técnicos en cierto modo también son artistas e interpretan lo que tú les dices. Los de sonido hacen sonar el espectáculo a la vez que le dan su punto, mientras que los de luces te cambian el show por completo y le dan su magia. El backline también está ahí siempre por si se te rompe una cuerda o tienes un problema en directo, así que cuando llevas a todos estos técnicos que conocen y entienden tu propuesta, se hace un gran trabajo.
- Han contado con Rorro Berjano para la parte gráfica de esta 'contraçeña'. Cuando la música y las artes plásticas entienden un concepto tan sujeto a crítica como es la religión bajo la misma óptica, ¿el resultado transmite más fuerza?
- Sí, y además es que Rorro es muy como nosotros y nos identificamos mucho con él, porque somos del mismo barrio. Hemos visto su obra desde siempre y creo que nuestras disciplinas y cómo las llevamos a cabo tienen mucho en común. El trabajo gráfico que ha hecho con el disco es una obra de arte.
- Este sábado estarán en Torrelavega; muchos kilómetros por delante. La carretera es la penitencia de los músicos antes de cada actuación.
- A nosotros nos encanta ir al norte, aunque tengamos que atravesar toda España. Durantelos trayectos nos conocemos más entre todos y al final la carretera une.
- ¿Vendrán con Rosamanita Muskaria?
- Claro, ¡en la vida falta! Tiene el cielo ganado, ir con ocho o nueve tíos en la furgoneta durante tantos kilómetros.
- ¿Cómo explicarían al público del norte lo que es ser un 'indio del sur', primer tema de su nuevo trabajo?
- Un indio del sur es una persona que tiene la libertad por montera, que tiene los brazos abiertos y tiene una mezcla de culturas e historias increíble.
- Llevan en el nombre el compás 3x4. ¿Lo cumplen a rajatabla?
- No todos los temas son 3x4, algunos son 4x4, pero la mayoría sí que son con el compás que mencionas.
- Algunos les conocen por 'Califato tres cuartos'.
- Es gracioso, ¡nos han llegado a llamar 'Califato de tres al cuarto'! Pero nos hace mucha gracia y nos reímos mucho con el tema del nombre.
- En 'Er camión de lô elàô» ponen en valor una cultura popular en la que no hay instituciones de por medio. Cuando lo 'popular' pasa por un organismo oficial, ¿deja de ser popular?
- Se transforma, porque aunque te lo intentan quitar lo popular siempre será popular.
- 'Camelamô naquerâh' es un grito flamenco de reivindicación de la cultura y dignidad gitana. ¿Algo así como: «queremos hablar»?
- La letra está cantada en romance andalusí, que es la lengua que se hablaba en Andalucía desde el final de los visigodos hasta que llegaron los árabes y que estaba totalmente perdida. Quisimos recuperarla.
- Sirva el escenario de Torrelavega para transmitirla.
- Y para que la gente disfrute, se olvide de sus problemas durante hora y media y se lo pase muy bien. Nosotros nacimos prácticamente en plena pandemia, pero decidimos hacer un show muy movido porque aunque la gente esté en la silla tiene que divertirse igual y ver un espectáculo encima del escenario. Así que vamos a Torrelavega a liarla bien.
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