![«La música medieval ya nos hablaba de la importancia de cuidar el planeta»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/05/31/Imagen%20Arianna-Savall-kILB-U2203111185995HI-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
![«La música medieval ya nos hablaba de la importancia de cuidar el planeta»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/05/31/Imagen%20Arianna-Savall-kILB-U2203111185995HI-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Para Arianna Savall y su marido Petter Udland Johansen, fundadores del grupo Hirundo Maris, el concierto que ofrecerán hoy, a las 20.00 horas, en ... la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles en San Vicente de la Barquera es muy especial. Se trata, según explica la soprano, arpista y compositora catalana, del primer recital «importante» que van a ofrecer en España –la agrupación goza de una importante reputación en los festivales de toda Europa– y además lo van a hacer dentro de un ciclo, 'Caminos que nos unen', organizado por el Gobierno de Cantabria con la fundación 'La Caixa' y el Obispado de Santander, que, según señala, «nos encanta porque demuestra que la música crea un diálogo muy necesario en estos tiempos». Arianna Savall es hija del músico Jordi Savall y de la cantante Montserrat Figueras, y hermana del músico Ferran Savall.
–Llega a Cantabria con un concierto de música medieval. ¿Qué va a escuchar el público?
–Vamos a ofrecer un programa con tres piezas: 'El cant de la Sibil.la de Barcelona' que data del siglo XV, 'La balada del sueño' del siglo XIV y 'El cant de la Sibi.la de Girona' de 1550. Se trata de un programa con un mensaje muy directo. Habla del Apocalipsis, de visiones, de sueños... pero también de esperanza. Habla del fin del mundo, de su destrucción, pero también del nacimiento de un otro mundo, de otra humanidad. Por desgracia es un mensaje muy actual que no deja de recordarnos que debemos cuidar la naturaleza y el entorno en el que estamos. También nos dice que debemos cuidar lo femenino, la madre tierra.
–Unos mensajes muy actuales, para estar escritos en la Edad Media. ¿Este tipo de música sigue siendo una gran desconocida en España?
–En la Edad Media, la música ya hablaba de la importancia de cuidar el planeta. Estos temas y muchos otros se pusieron por escrito en el siglo XV pero se cantaban desde mucho antes. Son cantos muy espirituales, tanto las sibilas como 'La balada del sueño', que proviene de la tradición noruega. Son obras propias de la Navidad. En cuánto a sí se trata de una música desconocida o no, no sabría muy bien como responderte. En España hay un repertorio medieval maravilloso, como por ejemplo las Cantigas de Santa María que es el codex más grande de música medieval, el codex calixtino o las mismas Sibilas… y ahora mismo hay muchas agrupaciones en España que están haciendo un trabajo muy bonito para recuperarlo. Así que no creo que sea tan desconocida.
–Durante este concierto tocará el arpa y al tiempo cantará. ¿Es muy complicado?
–Tocaré el arpa gótica, una lira medieval europea y acompañaré a Petter (Udland Johansen) tocando también una lira vikinga. Todos ellos son copias de modelos originales y no, no me resulta complicado porque lo he hecho toda mi vida. Para mí es algo muy natural. Empecé de muy pequeña con el arpa y el canto y a los 17 años entré en el conservatorio para estudiar arpa clásica y canto clásico aunque luego me especialicé en arpas antiguas y canto antiguo.
«Las arpas antiguas tienen un sonido muy cristalino, muy ligero y cantarín que va muy bien con mi voz de soprano»
«La música antigua nos transmite esperanza en un mundo de guerras y nos ayuda a darnos cuenta de que hay posibilidades de cambiar»
–¿Cómo definiría el sonido del arpa?
–Yo ahora solo toco arpas antiguas y para mí ese sonido es muy cristalino y en especial el que voy a tocar esta tarde que es un arpa gótico, una copia del siglo XIV. Es muy sonoro, muy ligero, muy cantarín y en una iglesia se oye genial. Proyecta muy bien el sonido lo que va perfecto con mi voz de soprano, una voz muy aguda, por lo que armoniza muy bien.
–Compartirá escenario con la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria. ¿Cómo ha sido ese encuentro?
–La Camerata Coral tiene un papel muy importante y muy bonito en este concierto. Petter y yo vamos contando con nuestros instrumentos la historia y el coro va contestándonos. Va dialogando con nosotros como si fuera un coro griego. Pero además contaremos con un bailarín maravilloso Francisco Javier Casado que une la danza contemporánea con estos cantos medievales y hace una combinación preciosa.
–Fundó con su esposo este grupo ¿Cuál era su objetivo?
–La traducción de Hirundo Maris del latín al español es 'golondrina de mar'. Un pequeño pájaro que en verano está en Escandinavia y en invierno viaja al Mediterráneo. A mi marido, que es noruego, y a mí nos pareció que era un nombre perfecto para nuestra agrupación porque combina y une el Norte y el Sur, algo que nosotros siempre hemos querido predicar, darles el mismo valor y ver que hay mucho diálogo y mucho en común.
–Además de sus conciertos están llevando a cabo una importante labor de investigación de este tipo de partituras de música antigua. ¿Queda mucho por descubrir?
–Para nosotros ha sido muy emocionante todo lo que hemos encontrando en relación al Canto de la Sibila porque durante muchos años yo acompañé a mi madre cuando la cantaba, bien desde el coro o con el arpa. Cuando ella murió en 2011 yo no pensé que volvería a cantarla. Pero mucha gente empezó a pedírmela, así que empezamos a hacer la sibila de mi madre y cómo vimos que tenía mucho éxito, decidimos hacer un disco e interpretar dos sibilas que ella no había hecho. Nos pusimos en contacto con la musicóloga Mari Carmen Gómez y nos pasó varias sibilas. De hecho hay muchas aún por grabar. También en castellano, queda mucho trabajo por hacer.
–A su padre, Jordi Savall se le considera el gran defensor de la música antigua. ¿Será usted la heredera de esa defensa?
–Quizás sí. Mis padres nos han transmitido a mi hermano y a mí, un gran amor por la música y sobre todo muchísimo respeto. Y eso lo hemos vivido siempre con su ejemplo. Aunque Petter y yo no les hemos querido copiar. Siempre nos inspiran, para mí también son mis maestros, pero hemos hecho nuestro propio camino con nuestra personalidad.
–La música antigua que usted interpreta ¿puede convivir con la música de siglo XXI?
–Imparto clases de canto y música medieval a niños de 10 y 12 años y puedo decir que les encanta. Es una música muy rítmica que, además, se acompaña de muchas danzas. Es sencilla y esa sencillez la hace a la vez muy actual. Este tipo de música siempre será necesaria porque crea un diálogo y una armonía que hacen falta en estos tiempos. Transmite esperanza porque los cantos que vamos a interpretar esta tarde son medievales y también hablan de guerras, de destrucción, de dolor, de sufrimiento… En la época medieval había muchas más guerras que hoy, y una gran plaga de peste, así que los cantos de entonces nos vienen a decir lo mismo que los de ahora y de hecho es una pena que no hayamos aprendido nada del pasado. Tendríamos que aprender de él para no repetir los mismos errores. La música nos ayuda a darnos cuenta de que hay posibilidades de cambiar.
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Ana del Castillo
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