Morgan: «Las bandas que experimentan y quienes les apoyan mantienen viva la cultura»

De aquel 2012 cuando Nina, Paco López y Ekain Elorza empezaron a pergeñar cómo unir letras y música, a la actual gira que les trae a Santander este sábado, han cambiado algunas cosas, pero la esencia, el amor a la música que quieren hacer, se mantiene. Hablamos con el guitarrista de la banda antes del concierto en el Palacio de Festivales.

- ¿Cómo se sienten tras haber hecho esas dos Rivieras la semana pasada?

- Muy emocionados. Todavía estamos en una especie de ensoñación que ha superado nuestras expectativas. Fue muy emocionante por lo que representaba y por cómo fueron las cosas. Somos de Madrid y allí estaba la familia, amigos, gente que ha ido siempre a nuestros conciertos. Es algo especial jugar en casa.

- Cambiar de posición y estar en un escenario donde habrá vivido tantos conciertos como público, ¿es anotarse un gran tanto?

- Depende de por qué estés ahí. En mi caso siento mucha felicidad y orgullo por esta banda y lo que nos ha ido pasando. Es una celebración, en el fondo. También nos ha pasado en otras salas más pequeñas que hemos hecho, donde hemos visto muchos bolos. Se transforma en alegría.

- ¿Ha cambiado su intención inicial de hacer espacios pequeños y adaptados a su filosofía según ha ido creciendo su éxito?

- Definitivamente. Siempre tienes la posibilidad de hacer gira en pabellones y después pasarte a los teatros. Nosotros nos vamos adaptando con una estimación de cuánta gente pensamos que vendrá en cada ciudad y cambiamos de formato. Pero nos gusta todo escenario. También los festivales, que no tienen nada que ver con las sensaciones de un teatro, pero todo es divertido.

- ¿Es más complicado llenar una sala de Alicante, por ejemplo, un jueves, sin difusión mediática o vender 4.000 entradas?

- Es flipante cuando sales de tu ciudad, donde en teoría tienes más acceso o posibilidades, y llegas a Alicante, como pones de ejemplo y has vendido un montón que no te puedes imaginar. Eso hace que cualquier banda pueda girar, porque te permite hacer un montón de ciudades donde es sostenible ir a tocar. Es algo que ha marcado nuestra trayectoria durante los últimos años. Y tener esa respuesta allá donde vamos, es como un sueño.

- En ese recorrido, ¿el papel del circuito de salas es algo fundamental?

- Por supuesto y siempre que puedo lo reivindico. Es gente que está apoyando a bandas que no son mainstream, sino que respaldan proyectos que ofrecen cosas distintas que no le gustan a la mayoría del público y eso es lo que mantiene la cultura viva. Las bandas que experimentas y hacen cosas distintas y quienes les dan oportunidades mantienen la cultura viva. Ese circuito es fundamental y el éxito, sin embargo es una cosa relativa; lo que cada uno opine.

- ¿Y qué es para ustedes el éxito?

- Hacer lo que te gusta y conseguir feedback. Mantener la sensación que tenía al tocar con 18 años y poder dedicarte a ello. Eso es el éxito.

- ¿Fue más difícil el primer disco o el segundo, tras el eco conseguido?

- Al principio fue difícil porque tuvimos que encontrar el sonido de la banda. Desde que nos empezamos a juntar en 2012 hasta que salió 'North', en 2016 pasaron 4 años. Queríamos ver por donde iba y cuando estuvimos a gusto fue todo rodado. Con el segundo disco teníamos el apoyo del público y no sentimos ninguna presión.Casi ni lo hablamos entre nosotros, ni lo pensamos. Todo lo sentíamos como regalado. Que pasara lo que tuviera que pasar.

- ¿Cree que representan el modelo de banda que se esfuerza desde la base, frente a otro modelo extendido de consumo rápido?

- Totalmente. Es raro que una banda con nuestras características esté en el punto donde está. Por el idioma, por el estilo, que no tienen nada que ver con lo que puede llegar a funcionar. Eso nos da mucha alegría y significa que al público le gusta lo que hacemos.

- Si les hubieran propuesto para pasar por algún aro para ser más comerciales, ¿qué habrían hecho?

- Prefiero dejar la banda a hacer eso. Sería girar 180 grados hacia una dirección a la que no queremos ir. Prefiero trabajar en cualquier otra cosa antes que hacer lo que no quiero. Igual con 20 años lo habría pensado, pero ya no. Con el tiempo tienes claro lo que quieres.

- En esa dirección tan clara que toman, ¿se dejan aconsejar?

- Al final uno tiene sus filtros, como en cualquier otra profesión. Te aconsejan, hay gente que te quiere. No creo que sea distinto a otras cosas, pero tenemos bastante claro lo que queremos.

- Desde aquellas primeras maquetas compartidas, ¿han cambiado la forma de trabajar?

- En lo musical no. En todo lo que lo rodea sí. Hemos ido aprendiendo. Nunca había hecho una gira o había tenido una experiencia así y hemos ido avanzando todos los días. Pero en lo musical la dinámica es la misma. Nos hemos ido compenetrando y a base de tocar se crea una conexión muy chula. Es todo positivo lo que hemos conseguido.

- ¿Mantienen los proyectos paralelos en los que estaban metidos al iniciar el camino con Morgan?

- Cuando te dedicas a la música parece que solo tocas dos días y tienes el resto del tiempo libre, pero no es así. Todos hemos desatendido otros proyectos porque este nos está dando mucho trabajo. No le puedes poner todo el trabajo que merece a varias cosas a la vez y de momento están aparcados.

- ¿Se plantean salir de la zona de confort y probar cosas nuevas?

- Sí, es una cosa natural. Tienes que tener el permiso de experimentar y sacar un disco peor, porque has querido probar algo nuevo. Pensamos en carreras que nos gustan y son a largo plazo todas y con algunos fallos.

- ¿Puede poner ejemplo de esos «fallos?

- David Bowie o Dylan tienen discos que no están tan bien. Es por intentar algo, que no es que esté mal, sino que como músico te lleva a probar e intentar superarte. No que des con algo que te funciona y digas aquí me quedo.

- ¿Cree que falta tradición crítica para entender ese tipo de cambios en el sonido de bandas o solistas asentados en un estilo?

- Es un debate más profundo. Por ejemplo, puedo ser muy crítico en la música, pero soy poco en el cine, porque sé menos. A lo mejor un cineasta te recomendaría algo que considera muy bueno, pero por lo que yo no tengo interés o no me lo pide el cuerpo. Cuanto más tiempo o interés dediques o más te mueva el tapete una cosa, cada vez serás más fino, como con la comida.

- ¿No sería necesario también mejorar la educación musical básica, como se trabajan otras materias?

- Absolutamente. Eso tendría que ser así. Es algo que te hace vivir la vida de otra manera y te puede sacar de un mal momento o hacerte mejor persona. La música es tan importante como las matemáticas o la lengua.

- Citándole a usted mismo: «Hay bandas que odian canciones pero saben que tienen que tocar y luego hay otras bandas que sabiéndolo no las tocan». ¿Han llegado a ese punto con su repertorio?

- Hay algunas que sería una putada no tocarlas, pero afortunadamente nos lo pasamos muy bien haciéndolo. Los Black Crowes no tocaban By Your Side entero en los conciertos. Oasis se cascaron una gira con un disco nuevo y muy poco de lo antiguo. Son distintas opciones.

- Como curiosidad, en 'Air' meten una breve conversación espacial en una canción. ¿Por qué esa elección tan alejada del imaginario que dibujan sus letras?

- Eso fue cosa de Jose Nortes y por donde iba la canción y el ambiente. Quiso poner esa conversación del Apolo 11, creo, y nos pareció muy chula. Cualquier cosa un poco rara si la aprobamos, se queda.

- Permitir que el productor meta guiños tan claros ¿es sinónimo de confianza en el trabajo conjunto?

- Eso es básico; que cada uno pueda hacer cosas. Cuando eliges a alguien, tiene que sentirse libre para aportar todo lo que sabe. Había una comunicación muy guapa con él. Yo le conocía hacía un tiempo y sabía que esa conexión iba a ser algo importante y no es tan sencillo conseguirlo. A veces terminas trabajando sin más, pero hay que conseguir un ambiente en el que cada uno pueda expresar su talento y aportar.

- Hablando de actualidad, Extremoduro se separa, convoca rueda de prensa y anuncia gira final. ¿Son seguidores?

- Sí. Y Nina más. Es la mayor fan de España. Pienso que tienen algo muy especial que es difícil de encontrar en bandas no ya españolas, sino internacionales. Es innegable que esto está pensado para vender más entradas, pero están en su derecho. Les va a ir muy bien.

- Su próximo reto es un concierto sinfónico en el Teatro Real. ¿Impone?

- Pinta que va a ser una idea de olla. El sitio que es… Es que tocar ahí como banda de rock no se va a olvidar en la vida. Me parece que son 70 músicos. Tendremos ensayo con ellos en los próximos días y lo escucharemos todos juntos por primera vez. Viene un arreglista Eduardo Ortega y su equipo, que era una cosa básica para nosotros. Queríamos que lo hiciera alguien que entienda nuestras canciones

- ¿Y después?

- Tenemos unos cuantos conciertos más hasta el 25 de enero, que acabamos en Barcelona y empezaremos a mirar cosas para el próximo disco.

- ¿Tienen algo listo?

- Nada. Partimos de cero a propósito. Descansaremos un poco para volver con energía y empezar a mirar todo con un punto de vista abierto y experimental.

- ¿Descansarán de la música?

- ¡De la música y de tocar juntos durante un mes seguro que sí! (ríe). Pero espera que no nos vayamos de vacaciones los cinco.

Con el final de año, ¿se sienten felices del balance que pueden hacer?

- Muchísimo. E incluso cuando acabe todo, caerá más aún la ficha de las cosas increíbles que nos han pasado estos tres años.

Facebook y Twitter