Niños Mutantes: «Casi todo lo que se hace ahora en la música va dirigido a proporcionarnos una satisfacción inmediata»

Este viernes a las 20.00 horas actuarán, en formato acústico, en la terraza del Gran Casino del Sardinero de Santander, dentro del ciclo de conciertos 'Live the roof', donde darán un 'show' especial en el que habrá espacio para la improvisación y en el que los asistentes podrán hacer peticiones de canciones.

- La suya es una carrera muy larga.

- Lo nuestro es vicio.

- Hace ya tiempo que superaron los veinte años de carrera.

- Se cumplen ya casi veinticinco años desde que publicamos nuestro primer disco: nunca nos hubiéramos imaginado que íbamos a acabar teniendo una trayectoria tan larga y que, después de tanto tiempo, íbamos a seguir manteniendo la misma ilusión que en nuestros inicios. Lo cierto es que no existe ninguna otra cosa en el mundo que nos llene tanto como componer canciones y subir a un escenario a tocarlas.

- ¿Tienen idea de hacer algo especial para conmemorar sus veinticinco años en la música?

- Todavía no hemos pensado en ello, pero sí que tendremos que hacer algo especial. Somos muy afortunados, porque, desde que publicamos nuestro primer álbum, no ha dejado de sumarse gente al proyecto. Nunca hemos llegado a ser cabezas de cartel, pero formamos parte de una clase media de la música donde las bandas tienen un público fiel y la gente te transmite mucho cariño. En lo más alto de la pirámide musical, el espacio es muy pequeño, y es mucho más fácil que llegue alguien nuevo, te dé un codazo y te caigas.

- Actualmente, se publican muchísimas cosas nuevas todas las semanas. ¿No es más difícil que el público te siga haciendo caso?

- Cuando empezamos, lo más complicado era pasar de tocar en una ciudad y tener una maqueta publicada a lanzar un álbum y tener una distribución a nivel nacional. Ese era el salto que marcaba la gran diferencia entre unos proyectos y otros. Pero, ahora, todo el mundo utiliza los mismos canales, desde C. Tangana y Rosalía, hasta la última banda que ha editado una maqueta en Santander, por lo que tienes que intentar aportar cosas diferentes. Lo peor no es que actualmente se generen muchos contenidos, es que todo encierra una uniformidad que es muy preocupante: hay muchísimos lanzamientos, pero también hay muchísimas cosas que suenan muy parecido y que te da la sensación de que, al final, no te aportan nada.

- Al haber mucha más oferta, ¿no es más fácil que haya gente haciendo cosas diferentes?

- El problema es que casi todo lo que se hace ahora en la música va dirigido a proporcionarnos una satisfacción inmediata y nos deja poco poso. Me preocupa mucho que no estemos desarrollando una atención que nos permita escuchar un álbum completo o ver una película. No podemos hacer cosas profundas, porque nuestro cerebro se estructura ya en estímulos que duran diez segundos. Si no pasa nada en los treinta primeros segundos de una canción, la gente pasa a la siguiente. Hoy en día sería inconcebible hacer algo como 'Walk on the wild side', un tema que era igual de principio a fin.

- Actualmente, están inmersos en la preparación de un nuevo disco, ¿son unos románticos?

- Resistirse a seguir haciendo álbumes es algo muy difícil, porque todo el mundo funciona por etapas que duran más que una canción: muchas veces, un tema sólo tiene sentido junto a aquellos que le han acompañado en una misma época creativa. Componer algo que no tenga relación con otras cosas es muy raro, ya que nuestro cerebro funciona por etapas: hay periodos en los que una persona es capaz de componer muchas cosas, periodos en los que una persona tiene que grabar lo que ha hecho y fases poco productivas, que suelen coincidir con el tiempo en el que alguien se dedica a presentar en directo lo que ha publicado. Nadie es capaz de sacar 'singles' como churros, de hacer agricultura intensiva durante doce meses al año.

- Me comentaba recientemente Frankie Ríos, uno de los guitarristas y vocalistas del grupo Camellos, que él tenía la sensación de que, en la actualidad, todo va muy rápido, lo que hace que muchos músicos publiquen cosas que están a medio cocinar.

- Hay temas a los que les falta poso, que se publican con demasiada inmediatez, pero también está el problema de que los oyentes cada vez esperan más piruetas en las canciones y no se paran a escuchar las cosas con tranquilidad y sosiego. Recientemente, hemos terminado de grabar el álbum que más tiempo nos ha llevado hacer en nuestra carrera.

- ¿Qué nos puede contar sobre el disco?

- Teníamos muchas esperanzas puestas en nuestro anterior trabajo, 'Ventanas', pero la pandemia frustró nuestras expectativas. Para reponernos de ese golpe, hemos tenido que grabar otro álbum. Lo cierto es que la situación que habíamos vivido nos hizo sentirnos más inseguros que nunca y eso ha acabado siendo algo bueno, porque nos ha llevado a escribir una obra muy honesta y a cuidar al milímetro todos los detalles. Creo que lo que hemos hecho es orfebrería pura y que nos encontramos ante un trabajo muy introspectivo, en el nos hemos abierto más que nunca.

- Cuando lanzaron 'Ventanas', señalaban que era el disco «menos mutante» que habían sacado en su carrera. Ahora, ¿han vuelto a su esencia o han decidido hacer cosas diferentes?

- La verdad es que hemos vuelto a nuestra esencia, pero, a la vez, hemos hecho cosas más sofisticadas que las de nuestros anteriores trabajos. Hemos hecho una obra para escuchar con auriculares, en la que hasta el último detalle está muy meditado. Nuestra idea es que el disco vea la luz antes de que acabe el año. De momento, hemos lanzado un par de 'singles' de adelanto y, en las próximas semanas, queremos publicar otro.

- ¿Que nos vamos a encontrar en el concierto de Santander?

- Vamos a tocar en un formato íntimo, algo que nos encanta, porque nos ofrece una libertad que en un 'show' eléctrico no tenemos. Normalmente, todo está muy medido y no hay espacio para la improvisación, pero, cuando actuamos en formato acústico, lo mismo decidimos contar la historia de una canción que tocar cosas diferentes y atender las peticiones que pueda tener la gente. Lo cierto es que ya tenemos muchos discos editados, por lo que hay canciones que no somos capaces de improvisar sobre la marcha, pero, si alguien nos pide algún tema y podemos tocarlo, lo haremos, salvo que se trate de algo que esté en nuestra lista negra.

- ¿Lista negra?

- Todos los artistas, cuando llevan un tiempo en esto, acaban teniendo cosas que no quieren tocar por unas razones u otras: todos tenemos letras que hablan de partes de nuestra vida que ya no nos representan y letras que hablan de partes de nuestra vida que queremos enterrar. También es verdad que hay que respetar al público y que muchas veces tenemos que hacer cosas con las que no estamos del todo cómodos, como tocar canciones que no pueden faltar en directo, pero que te recuerdan momentos que preferirías no volver a revivir. La gente no se puede ir cabreada a casa: si nosotros no tocáramos 'Errante', habría muchas personas que nos lo recriminarían. Eso sí, al menos 'Errante', aunque está escrita a raíz de vivencias que no son agradables, es una canción que nos ha abierto muchísimas puertas y a la que le hemos acabado cogiendo muchísimo cariño. Vivimos con la ilusión de hacer cosas que perduren en la memoria de la gente y de que haya otro 'Errante' en nuestra recámara.