Pablo Solo estrena el directo de 'Slow Dancing' hoy en la Sala Niágara

La aventura está siendo «mucho mejor de lo que tenía pensado». Y eso que la cabeza de Pablo Solo es una efervescencia creativa constante. Este viernes stará en la sala Niágara (22.00 horas), en «casa», con el «doble de nervios» y lo hará bien acompañado. Moses Rubin a la guitarra, Íñigo Pilatti a la batería y Fernando Bolado al bajo completan la formación de banda con la que el multiinstrumentista se dispone a girar con sus canciones más recientes. «Habrá mucha gente conocida ahí y apetece dejar el listón alto». Esa nueva formación le aporta, entre otras cosas, seguridad. «Yo creo que no he tocado tan cómodo en mi vida», reconoce. «Saber que la banda que tienes es un cañón, lo genera». Ha sido, en sí, una sorpresa, porque «ni siquiera la formación iba a ser así» y él mismo ha terminado tocando los teclados contra el planeamiento inicial. «Como me suele pasar en general; tengo unos planes y me acaban pasando otras cosas», bromea.

Entre esos cambios de planes estaba una idea inicial de tener músicos que estuvieran «a sus órdenes», pero se ha convertido en una banda que ensaya reguarlmente las canciones que él compone en el estudio instalado en su casa, en el local, donde cada uno aporta su granito de arena «y las llevamos a otro sitio, que es lo que me parece realmente interesante del proyecto». Canciones que «siguen teniendo la misma esencia», pero se van a veces «por unos derroteros bastante guays». Pone ejemplos: el batería, Íñigo Pilatti viene del mundo del progresivo y hay muchas construcciones que Solo, que se define más pop, no enfoca del mismo modo. El bajista Fernando Bolado, con un amplio bagaje (de hecho coincidieron en los Puzzles), «va apretando sus conocimientos y tablas de tantos años» y Moses Rubin, en la guitarra, que pese a su juventud, «aporta cosas de las que yo estoy alejado, a pesar de que tenemos gustos musicales cercanos y él controla mucho de blues, estructuras, interpretación». Además, son prácticamente una formación coral: cantan todos. «Sí, el cantante principal soy yo, pero aquí coros todo quisqui; ¡les exprimo!». Una de las consecuencias es estar aprendiendo «nunca lo he dejado de hacer en todas las bandas en las que he estado -dice- yo creo que se trata de eso», pero ahora está además viendo de cerca cómo funciona el negocio musical. «Aparte de los ensayos y de dar forma al show hay muchos más entresijos que no son tan agradables a lahora de gestionar una carrera, pero cuando ves que van funcionando y las sacas por tu tesón, da mucha satisfacción».

Reconoc, quien pasó por el ciclo de conciertos coordinado por DMúsica, e que le comen las ganas por recorrer escenarios. «Es como irnos de vacaciones». Tras Santander llegará Bilbao y Madrid, su actual ciudad. Una decisión vital que le está dando buenos resultados. «Lo que he aprendido en dos años no lo hubiera aprendido en 20 si no hubiera venido a Madrid», afirma. Se fue a la capital con la ilusión de poder seguir tocando y hacer música, compaginándolo con un trabajo aparte, aprovechando el tiempo libre. «Pero aquí estoy, viviendo de la música y aunque me gusta vivir en Cantabria, si tengo que escoger entre vivir allí y hacerlo en Madrid así, prefiero quedarme».

Las canciones que sonarán en Santander son una selección de los dos LPs anteriores y los temas del nuevo, 'Slow dancing'. «Nos hemos quitado algunas versiones y todo es material propio». Mucha novedad a nivel sonoro y de composiciones. Nuevas estructuras, sintetizadores añadidos y un tanto más de show y puesta en escena. Sin más pistas. Toca comprobarlo en directo.

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