Santero y Los Muchachos: «Si tu madre duerme tranquila, es que no estás haciendo rock and roll»

Santero y Los Muchachos son Miguel Angel Escrivá (voz, bajo y contrabajo), Joseman Escrivá (coros, guitarras eléctrica y española), Soni Artal (coros, guitarras eléctrica y acústica) y Pau García-Serra (coros, batería y percusión) y Javier Escrivá (teclados y coros), hermanos y amigos reunidos en torno a un proyecto de sonido e imagen identificable que está ganándose escenarios, inspirados en sonidos de antes.

Hablamos con el compositor y cantante de la formación, que llega en formato trío a Tabacalera de la mano de Galerna Norte, antes de su concierto en la capital cántabra.

- ¿En qué momento se encuentran?

- Hemos estado más inmersos en la grabación del disco y decidimos que retomaríamos y daríamos los últimos coletazos de Rioflorido antes de diciembre. Con esta inercia de ese segundo disco haremos cinco o seis conciertos más y nos recogemos para atacar.

- ¿El nuevo trabajo ya está listo?

- Está empaquetado y enviándose a fábrica, para febrero y marzo. No tenemos claro que podamos hacer la gira de presentación, porque a pesar de que hemos recuperado parte de la normalidad, con tantas dudas…

- Todo el mundo está recuperando fechas perdidas y las salas están completando calendario.

- Así es. Y grupos que iban a sacar disco hace un año lo postergaron y se ha juntado ahí los de antes con lo de ahora en un cuello de botella. Sacaremos el disco, haremos lo que podamos en festivales y pensamos que haremos la gira después del verano. Pero estamos hablando por hablar en realidad.

- Este disco será doble, como han adelantado. ¿Habrá otros grandes cambios?

- Creo que es una reafirmación.`Ventura' es un disco más íntimo, quizá, de pecho para adentro. 'Rioflorido' más de pecho para afuera. Nos dimos cuenta de que había gente esperándonos, que había que ponerle más munición a la banda porque ya estábamos en escenarios más grandes. Ahora tenemos un equilibrio. Queríamos mostrar esto. Una parte eléctrica y otra acústica, de nuestro llamado rock reposado.

- En todas las informaciones sobre ustedes aparece ese concepto; rock reposado. Han creado marca en torno a su sonido de forma muy clara con solo dos discos.

- Realmente no hemos inventado el género, pero sí hemos querido acuñarlo y ponerle nombre. Siempre hablamos de las tres décadas que nos han enseñado, el sonido del rock and roll de los años 50,60 y 70, pero es verdad que a finales de esa época se localizaba más lo que hacemos. Una mezcla de rock clásico con decibelios que no se manejaban en los 50 y 60 pero sí y los 70 y ahí hemos sacado ese sofrito llamado rock reposado.

- ¿Se sienten un poco huérfanos respecto a referentes de épocas más recientes que hagan un sonido similar al suyo?

- Creo que hay grupos, artistas o bandas que manejan los mismos códigos. Al menos hay vasos comunicantes. Por ejemplo, Quique González puede tener su aire de escuela californiana de country rock de la que hemos bebido todos. También MCLan ha tenido parte de esa escuela. El camino está hecho. Nosotros no vamos a abrir un camino nuevo, pero como grupo más novedoso, sí que hay gente madurando con nosotros. Ellos siguen ahí, arrastrando gente, pero hemos conseguido aportar un poco más, por tratarse de un proyecto más joven.

- En este sentido, el público que se encuentran frente a sus canciones, ¿que radiografía tendría?

- Nos sorprendió en la presentación de 'Río Florido', tanto en Valencia como en Madrid, que es donde más público manejamos, que esos parámetros eran muy amplios. Pensábamos que eran mayores de 30 justo porque manejamos esos códigos y de pronto había gente de 20 años que cantaba las canciones. Fuimos los primeros confundidos. El grueso es gente de otras generaciones, pero sí que cogemos cosas de ahí. Hay grupos de veinteañeros con esa actitud de renegar del sonido electrónico y trap y de admirar lo más rockero. No solo es que haya ese público sino que idolatran el mismo carácter.

- Es un verbo interesante idolatrar. ¿Es lo que hacen con esas figuras referenciales?

- La santería es la que aúna nuestros dioses, los que han trazado el camino. Esa es nuestra iglesia y nuestro camino. Santero trata de mostrar todas esas influencias y en ese sentido idolatramos a todos los grandes.

- Dígame tres favoritos.

- Beatles, Bruno Lomas… Y te podría decir Buenavista Social Club para equilibrar la cosa. Todo sonido añejo.

- Las 3 B de su sonido...

- (Ríe) Bueno, podría decir también el Dúo Dinámico, las armonías de los Everly Brothers… Muchos

- Buenavista Social Club editaba este año su trabajo más importante al cumplirse 25 años

- ¡Me lo compré!. Hablar de ellos es hacerlo una reunión de cubanos, con ese manejo del castellano, de una reunión de amigos.

- Esa reunión de amigos es el mismo perfil que la suya. ¿Tienen cuerda para ver a Santero dentro de 20 años?

- Quien diga lo contrario miente. Al final todo; una pareja, un trabajo, un momento que te encuentres, será prolongable, siempre que estés feliz y bien. ¿Quién lo sabe? No creo en las cosas para siempre, ni el matrimonio, ni el trabajo, ni el mueble del salón como se hacía antes.

- Pero los vinilos sí

- Recuerdo en su día cuando, en los 2000, algunos amigos me decían que habían tirado o regalado toda su discografía de vinilos y la tenían en CD porque les ocupan mucho espacio. Me parecía una pena.

- Todo vuelve.

- ¡Mientras no vuelvan los ex!

- Desde su primer concierto en la sala Wah Wah en 2014, ¿cómo resumirían lo que ha ocurrido?

- (Pregunta a la banda) Ha sido una etapa, reposadamente ascendente.

- Llegan a Santander con todo vendido tras esta interrupción constante. ¿Aún sigue produciendo cosquilleo?

- No sé si me creerás, pero ha sido decirlo y he tenido que tomar aire. Es verdad; no hay que olvidarse de esas sensaciones. Me has llevado a ese momento y obviamente es reconfortante y bestial. Estuvimos un par de veces antes en Santander para que ocurriera esto. Vamos a disfrutar de ese momento.

- El disco anterior lo grabaron en un palacio, en este caso han optado por hacer algo muy desnudo y acústico, de hecho interpretándose a sí mismos en el video musical. ¿Las historias cambian cuando se cuentan desde esa desnudez?

- La idea de este tercer disco era un disco al uso, pero comentábamos que había demos que como siempre, se quedan a medio camino y esa magia se pierde cuando engordas la canción. Decidimos que el disco iba a tener un extra que iba a tener ese concepto de Cantina, con esa desnudez, con ruido de fondo. En este momento además en el que echábamos tanto en falta el calor sobaquero del bar. Estábamos en pleno hermetismo. Decidimos que las canciones o los bocetos los meteríamos ahí. Pero veíamos que presentarlo al uso no íbamos a poder y como estábamos en ese momento acústico decidimos volcarnos en eso y sacar 'Cantina lo primero'. Como quien hace un arroz a las sobras, todo lo que teníamos por ahí de fondo de armario, se fue convirtiendo en canciones. No tuvo promoción, no queríamos pretensiones. Aun así, nos han dado un premio al mejor disco de rock en la comunidad valenciana, algo que no pensábamos que pudiera haber ocurrido porque no era la pretensión.

- Hablamos de que el año próximo las salas estarán saturadas, pero han sufrido mucho esta etapa, algunas han llegado a cerrar. ¿Es un buen momento para reivindicarlas?

- Ha quedado demostrado que la música no ha tenido las puertas cerradas, que se ha filtrado en cada uno de los hogares, como el cine o la pintura. Ha hecho falta esta situación para demostrar que no es comida, pero el alma se nutre de cultura. Tras esto hay mucha gente que se ha quedado en la cuneta. Evidenciar que esto es necesario pero esta gente no, sería de locos. Es un momento para echar pecho y hacer las cosas bien. Es un sector que se ha esforzado por demostrar que es segura y a partir de ahora se debería tener un mayor respeto.

- ¿Ya se creen que se puede vivir de la música?

- Sí, sí creemos que ha valido la pena, porque creemos que la gente, con su apoyo, nos hincha el pecho y creemos que vale la pena seguir esforzándose, ofreciendo cosas, ir ganando público. Ese tipo de orgullo, pues sí. Otra cosa ya… Mi madre no duerme tranquila todavía.

- Pues ya tendría que estar acostumbrada, con padre e hijos dedicados a esta labor

- Si tu madre duerme tranquila por la noche, es que no estás haciendo rock and roll.

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