Rufus T. Firefly
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Rufus T. Firefly
«No tiene sentido subirte a un escenario si no lo sientes, si no es de verdad»Víctor Cabezuelo es la voz y las composiciones de la banda cuyo nombre casi nadie sabe pronunciar pero cuyo sonido no genera confusiones. Están «muy contentos» con todo lo que ha significado la gira de 'El largo mañana' que están ultimando y que este viernes ... les trae a Cantabria (Sala Sümmun, 20.30 horas).
–'Magnolia' (2017) podría haber sido su último disco y, sin embargo, aquí están.
–Sí, quién nos lo iba a decir, la verdad. Es muy curioso lo que pasa cuando sacas un disco y cómo va cambiando el grupo y a ti mismo.
–¿Cuál es el principal cambio que percibe dentro de su propia banda?
–Creo que ha habido un cambio muy grande de mentalidad, de quitarnos muchos pájaros de la cabeza e intentar disfrutar más de lo que hacemos. Nos hemos quitado algunos objetivos absurdos y hemos ido a sitios más realistas, aunque esos sitios realistas han crecido más de lo que pensábamos. El mayor cambio ha sido que hemos aprendido a estar cien por cien a gusto tocando. Y eso ha sido por relajarnos en muchos sentidos.
–Hubo un punto previo en el que ese crecimiento les llevó a ocuparse de cuestiones que se alejaban de lo puramente musical. ¿Han llegado al equilibrio?
–Cuando nos pasó eso decidimos tirar mucho hacia el otro lado. Correr el riesgo de ganar menos dinero, tener menos conciertos, pero más control de todo lo que queríamos hacer y hacerlas tal y como queríamos. En un principio dio como un pequeño bajón, pero cuando la gente lo ha entendido, ha habido una especie de crecida. Todo más progresivo, pero al final mucho mejor. Estamos haciendo las cosas como queríamos hacerlas y han llegado a mucha más gente.
–Ese cambio de mentalidad y de planteamiento ¿es una de las cosas que se percibe en la temática del disco?
–Sí, es un disco muchísimo más humano y que, sobre todo, intenta tratar o construir todo desde la aceptación. Es importante aceptar las cosas que tienes y las que no tienes ni vas a tener nunca y a partir de ahí empezar a caminar y construir. Esa era la esencia del disco.
–¿Eso implica un gran proceso de autoconocimiento?
–Imagino que sí. De alguna manera, todos los que hacemos música tenemos que hacer ese trabajo. Muchas veces lo enfocas hacia un sitio más social, hacia uno más amoroso, pero todo pasa por una especie de autoreconocimiento como dices e intentar entender las cosas desde tu propio punto de vista.
–Hablando de puntos de vista, un día se encontró escuchando a Marvin Gaye y decidió virar a nivel sonoro y filosófico.
–Sí, digamos que había escuchado ese disco un montón de veces, pero nunca lo había entendido o me había llegado, aunque me parecía muy bueno. De alguna manera, en ese momento, conecté con él y me cambió la vida. Lo intenté ver desde un punto de vista mucho más de productor, pensando cómo habían podido hacer eso en 1970, cómo podía sonar así, tocar así. Me parecía que estaban muy avanzados a su época y comencé a investigar. Me di cuenta de que toda esa gente de la época tocaba muy muy bajito. Todo era como muy suave y aterciopelado.
–No era un alarde instrumental
–No, para nada. Todo era belleza, suavidad y la intensidad la conseguían con la armonía, con las voces. No era darle más fuerte y ya está, que era lo que nosotros solíamos hacer todo el rato, muy inspirados también en grupos de rock de los 70 tipo Led Zeppelin. De repente pensamos que sería muy guay intentar seguir ese camino. Al principio nos costaba muchísimo encontrar el punto, pero poco a poco empezamos a entenderlo, aprendimos a tocar de esa manera, muy colectiva, que es muy divertido. Estamos disfrutando como nunca en el escenario. Estás a gusto, puedes mirar a todo el mundo.
–¿Bajar la intensidad aumenta la diversión?
–También es verdad que depende de que somos un poco más mayores. También es cierto que para tocar de esta manera, tienes que ser mejor. Eso motiva y cuando te sale, te pones muy feliz. La mezcla de ver lo que estábamos haciendo y escucharnos a nosotros mismos haciéndolo, nos hace felices. Cuando nos sale bien, lo celebramos como un gol.
–Lo que comparten y comunican tiene mucho de celebración constante. ¿Es así?
–Un poco sí. También tenemos siempre objetivos muy cortos y muy idealistas, la verdad. Lo que vamos consiguiendo nos gusta compartirlo. Es la esencia de todo lo que hacemos. Lo vemos como una forma de vida; al final, estas dos cosas que has comentado, para mí son la base de la vida: poder disfrutar de pequeños momentos y poder compartir esa felicidad que te producen. Los grandes objetivos están muy bien, te hacen evolucionar y son alucinantes, pero lo más normal es que generen frustración. No solo al no conseguirlo, sino también al conseguirlo, porque cuando has logrado algo muy grande, se te queda un vacío. En cambio, esta filosofía de intentar ir más poco a poco, sabes que siempre te va a llevar a otro peldaño y es algo que motiva un montón.
–El pasado 22 de abril, parece que todas las piezas conectaron para que se produjera lo que han llamado «comunión» con el público en su concierto.
–Fue muy mágico lo que pasó. Se desprendía amor por todas partes. Sentía que la gente que estaba ahí nos quería. Sentía que estaban agradecidos de las canciones que habíamos hecho y estar allí era la manera de darnos las gracias, todo desde un punto de vista muy cariñoso y entrañable.
–De ahí surgirá un nuevo disco en directo que se sumará a las ediciones especiales de 'Magnolia' y 'Loto'. ¿Lo trabajan casi como un regalo?
–Intentamos que, ya que el disco físico está un poco devaluado y todo se escucha en digital, pues ya que lo hacemos y la gente va a hacer el esfuerzo de comprarlo, cuando no hace falta, tiene que ser un plus, un regalo todo el rato. Es la única manera ahora mismo en la que creo que tiene algo de sentido hacer un formato físico. Algo que la gente se alegre de tener.
–Su máxima era honestidad o nada. Con el camino ya recorrido, ¿sigue vigente?
–Claro. Eso es fundamental. No tiene ningún sentido hacer un disco, subirte a un escenario o hacer cualquier cosa artística si no lo sientes y si no es de verdad. Además, es que creo que de alguna manera se ve. Cuando lo hagas, hazlo de verdad y porque te hace feliz.
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