«Las redes sociales han democratizado la música»

- ¿Cómo lleva esta extraña gira veraniega?

- Teniendo en cuenta cómo iba a ser la gira planeada, empezó siendo raro, pero al menos hacerlo así, con estas nuevas medidas, fue una ilusión. Es un soplo de esperanza.

- Abraham Boba, de León Benavente, afirmaba la pasada semana que se sienten unos privilegiados por poder seguir tocando.

- Aunque sea extraño y sentados, es la manera en la que tenemos que disfrutar de la música y los conciertos. También depende del artista o del formato que lleve cada banda en concierto. Los aforos que teníamos previstos iban a ser muy grandes y tengo la suerte de que el formato se puede adaptar a lo que hago ahora.

- Habla de grandes aforos previstos, cuando hace tres años colgaba sus canciones en internet. ¿Cómo ha vivido ese salto?

- Ha sido un proceso muy rápido, repentino y bastante vertiginoso. Cuando empecé a subir canciones y mi música a redes, jamás me planteaba hasta el punto al que podría llegar. Ni siquiera si podría llegar a alguna parte. Dejó de ser algo que hacía por afición y pasión, a ver que puedo dedicarme a esto y a tener que dar el paso de profesionalizarlo.

- En esa evolución pasó de estar solo a tener un equipo de varias personas a su alrededor. ¿Siente responsabilidad?

- Tengo la suerte de estar muy bien rodeado, es cierto. Creo que cuando todo empezó a ser más serio, apareció Jacobo, mi manager de ahora, salió un poco de la nada, cuando yo ni sabía que podía tener un manager. Confío en él plenamente. Me he juntado con gente a la que quiero también. Viene un guitarrista amigo de toda la vida y trabaja su hermana a la que también conozco de siempre... Un círculo muy cercano que facilita mucho las cosas. Trabajar con gente que cree en ti y en lo que quieres hacer ciegamente es una maravilla.

- ¿Y qué es lo que quiere hacer ciegamente?

- Es una pregunta que me he hecho durante mucho tiempo. Con el confinamiento me ha dado tiempo a parar. Desde 2018 estuve en una gira que apenas frenó un mes. Siempre estuve esperando el momento de parar y empezar a grabar el primer disco, meter un grupo de canciones en un formato palpable y físico que cuente una historia fiel a la música que quiero hacer. Que sea un paso hacia delante.

- Que sus canciones existan físicamente cuando nació en la virtual. Es simbólico.

- Y más que nada, lo más importante ha sido plantear el disco y cómo quería que fuesen encaminadas. Antes siempre había grabado y producido en casa. Decidí que para el disco sí quería mantener la música a partir de guitarra, sencilla, tradicional, pero dándole toques más modernos y explorando con cosas que jamás pensé que podía experimentar.

- ¿Puede poner un ejemplo de esas novedades experimentales?

- No te díría algo en concreto porque va a haber cosas muy diferentes. Cuando empecé a buscar productores probé con gente diferente hasta que llegué a Raul Refree y fui más consciente de ver a dónde podía llevar mi música y cómo podía evolucionar. Mezclando lo más básico que es la guitarra, lo más puro, con cosas más electrónicas.

- Ese es, en parte, el sello de Refree; simplificar y hacer que cada canción tenga exactamente lo que necesita.

- Exacto. Dejar las cosas bien puestas.

- ¿Y en qué punto están?

- Empezamos a principios de año y con el confinamiento se paró todo y en verano hemos estado sacando ratos para seguir. Ahora que acaba la gira, quiero dedicarle todo el tiempo previsto y acabarlo no lo antes, sino lo mejor posible. Podría estar para estar este año.

- ¿Cómo le explicaría a alguien que no haya escuchado su sonoro nombre lo que encontrará en ese disco, lo que hace?

- No me gusta responder a esta pregunta. No puedes decir lo que haces porque no sabes lo que vas a hacer mañana. Dejarlo en un papel y después hacer algo totalmente diferente, puede significar acabar no siendo fiel a lo que haces. Creo que en el enfoque de las canciones he tenido muchas subidas y bajadas que han ido de un punto a otro. Por eso no me atrevo a decir una cosa concreta, porque no puedes decir que no a nada.

- Quisiera preguntarle por algunos nombres significativos en su trayectoria. En primer lugar, Natalia Lacunza. ¿Cómo surgió esa colaboración?

- Surgió precisamente a raíz de las redes sociales. Escuchó mi música, nos pusimos en contacto y empezó la relación y la idea de hacer un tema juntos que fue 'Nana triste'. El proceso de creación fue bastante bonito porque estábamos en el mismo punto de inicio, de darnos a conocer y con el resultado estoy muy contento.

- Eso fue al comienzo. Lo más reciente es la canción que publica hoy mismo junto a Fetén Fetén. ¿Ha sido gratificante colaborar en su disco y sus sonidos peculiares?

- Ha ido perfecto y rodadísimo, pero es que son buenísima gente. Les admiro como artistas, pero también como personas. Desprenden buena energía. La canción la grabamos una mañana que fuimos al estudio comiendo un bocadillo de cecina para aclarar la voz y de ahí salió todo redondo.

- La tercera mención es para Pedro Artola, que dirige sus videoclips y le da uniformidad a su imagen.

- Estaba buscando a alguien para hacer un videoclip y le ofrecí grabar allí mismo, en mi pueblo, con nada, con cuatro personas y a la aventura. A partir de ahí, ha hecho el resto. También se unió Alba Galín y los tres intentamos llevar la línea estética de lo que acompaña la música.

- ¿Cree que hubiera podido vivir un éxito tan rápido sin redes sociales, hace veinte años, por ejemplo?

- Creo que no. Ya no solo yo; creo que gracias a las redes se ha democratizado el sector de la música. Yo no existía hace 30 años, pero el éxito se regía por lo que sonaba en la radio. Era lo que triunfaba. A día de hoy escucho la radio y pienso ¿qué está sonando? ̈Creo que las redes son una plataforma que tienen una demanda y una oferta de todo tipo y una generación de gente joven que tiene todo eso a su disposición. Y eso es algo positivo

- ¿Ha sentido miedo ante la velocidad con que ha ocurrido todo?

- Sí. Una vez por semana me pasa. Creo que es algo que es normal y al principio entraba en pánico pensando donde podría acabar esto. Al final llego a la calma mental. Soy bastante exigente conmigo mismo y quiero tenerlo todo controlado. La incertidumbre de qué podría pasar es lo único que me preocupa, bastante a menudo eso sí.

- ¿Qué hace para huir de esa exigencia y relajarse?

- Tengo bastante fácil la cosa para evadirme. Siempre que tengo esa especie de crisis acudo a mi familia o a gente cercana, le cuento mi vida a las mismas cinco personas y funciona.

- Sus padres estarán contentos con aquel regalo que le hicieron con 15 años para empezar a tocar

- (Ríe) Sí, la guitarrica ha dado para mucho.

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