Nunca se puede gustar a todo el mundo, tampoco en la fotografía; sin embargo, ser consciente de ello fue lo que convenció a Sonia Toledano para dar a conocer su trabajo tras la cámara. Lleva tres años disparando en clave musical, reconoce ser poco ortodoxa ... en la edición y en los directos busca, desde el foso, la expresión de quienes están encima del escenario: «recurro a aislar al músico del resto de la escena para darle mucho protagonismo. Me centro en su expresión».
Hoy somos nosotros quienes nos centramos en ella y su forma de mirar a través del objetivo.
- Su firma aparece en los perfiles en redes sociales de muchas bandas, especialmente de la escena local. ¿Lo siente como un reconocimiento hacia su trabajo?
- Claro que sí, y estoy encantada. En realidad se trata de un reconocimiento mutuo. Los grupos necesitan fotos para estar presentes en las redes sociales y en las publicaciones musicales y me alegra pensar que de alguna manera mis fotos contribuyen a difundir lo que ocurre en la escena musical de Cantabria. Tenemos músicos fantásticos y bandas y salas que merecen ser puestos en valor.
- Al plantearle esta entrevista dijo que sí, que «ahora ya no me corto un pelo». ¿Antes sí?
- Si, antes me cortaba; era más insegura y buscaba la aceptación general. Tener claro que nunca se puede gustar a todo el mundo me ha dado la seguridad para «no cortarme» y aceptar retos.
- ¿Cómo empezó en la fotografía musical?
- En una sesión vermut del «Enfermo Imaginario». Tenía la cámara por casualidad y como estaba entre amigos, me puse a disparar fotos. Quedaron chulas y el grupo las compartió en sus redes sociales. Aquello me enganchó y aquí sigo. Mis dos pasiones son la música y la fotografía, así que imagina qué subidón es para mí un concierto. Lo disfruto muchísimo. En mis «Retratos del Rock» busco reflejar la admiración que siento por los músicos y las emociones que me transmiten. Un día empecé por casualidad pero hoy no me imagino un concierto sin hacer fotos.
- Desde entonces han pasado por su objetivo Repion, The Northern Rockets, ADN, Leona, Chebú, Duro, Montañosa, O'Funkillo y un largo etcétera. ¿Un artista que aún no haya fotografiado?
- He hecho fotos a muchos grupos y algunos de ellos varias veces. Disfruto con todos y cada uno. Eso no quiere decir que no me gusten algunas grandes bandas internacionales como Foo Fighters, a quienes con suerte podré ver por fin este verano en Valencia, pero ahí los fosos están muy disputados. Hacerles fotos es un sueño pero disfrutaré como público.
- En noviembre celebró el XXV aniversario de Noche de Rock. ¿Su trabajo siempre ha estado vinculado a esta asociación?
- El trabajo que «Noche de Rock» hace por la música en Cantabria es increíble. Óscar Sánchez y su equipo de colaboradores sacan adelante un programa semanal de radio y una web con toda la actualidad musical. Comencé a seguir sus publicaciones en redes sociales para estar al día del panorama musical de la región y de ahí a no perderme un sólo programa de radio. Son pocas las bandas cántabras que no se hayan sentado, al menos una vez, delante del micro de Óscar. Saqué mis primeras fotos para ellos en el Asubiadero Fest de 2019 y desde entonces ha habido y habrá muchas más. Es fácil trabajar con ellos porque están abiertos a la colaboración de quienes sientan entusiasmo y respeto por la música. El concierto de su XXV aniversario estuvo genial y Criaturä y Obsidian Kingdom nos regalaron toda su energía en Escenario Santander.
- ¿Alguna vez le ha agobiado la idea de meterse a un foso?
- No me agobian las zonas reservadas a fotógrafos y fotógrafas, al contrario. A veces somos unos cuantos pero somos muy respetuosos con el resto. La competencia agudiza el ingenio y cada uno tiene su espacio y su forma de mirar. Hay fotos para todos.
- Un porcentaje importante para poder realizar con éxito su labor recae sobre el técnico o técnica de luces. ¿Le tortura pensar en cómo será la iluminación del evento al que se enfrenta?
- En un concierto nada de lo que ocurre en el escenario depende del fotógrafo, faltaría más. El espectáculo se prepara pensando en el público y no en las fotos. Yo estoy allí para capturar desde mi perspectiva lo que ocurre. Hay que adaptarse a lo que hay y trabajar con ello. He hecho fotos en bares, terrazas y salas con muy poca iluminación y siempre se puede sacar un puñado de fotos chulas.
- Sobre la edición posterior, ¿es metódica con el proceso o cada imagen le pide ajustes distintos?
- Cada bolo y cada foto piden cosas distintas en función de lo que yo quiero mostrar. Igual que antes he dicho que lo que sucede en el escenario no depende para nada de mí, ahora digo que lo que sucede en la edición tiene mucha intencionalidad por mi parte. Habitualmente recurro a aislar al músico del resto de la escena para darle mucho protagonismo. Me centro en su expresión y por eso mismo el blanco y negro es habitual en mis reportajes. Algunas veces edito alguna doble exposición, es decir, dos fotos superpuestas; son muy efectistas. No busco una edición perfecta, soy poco ortodoxa. Busco que me guste a mí.
- Ha llevado su pasión por la música a las paredes de La Tía Felisa (Camargo) con la colección 'Retratos de rock'. ¿Exponer en los lugares cotidianos, los bares, le permite llegar a un público más amplio?
- Vivimos completamente rodeados de imágenes pero siempre digitales y son muy volátiles. La fotografía impresa en papel es otra cosa, permite mirarlas y remirarlas, apreciar las texturas y los colores, comentar con otras personas… Casi se puede decir que tienen olor propio. La Tía Felisa es un local bien chulo, frecuentado por músicos y donde hay música en directo, por eso no se me ocurre un lugar mejor para colgar mis fotos. Mucha gente que no frecuenta las redes sociales me han comentado que las vieron. Así que sí, está claro que llegan a otro tipo de público y yo encantada.
- Complete la frase: me gustaría leer en esta sección a…
- A Álex Rodríguez Cruz. Álex es un incansable fotógrafo cántabro habitual en los conciertos de blues y rock clásico que domina el color y las distancias cortas; siempre es un placer compartir foso con él. Por otro lado, y aunque ya han sido entrevistados en esta misma sección, no puedo dejar de nombrar a Txen Yang y Maya C. Cañestro (T&M Photo). Ambos son un referente para mí y me he sentido siempre arropada por ellos. En nuestra región hay un buen puñado de grandes fotógrafos y fotógrafas musicales y disfruto con el trabajo de todos. Muchas gracias por esta entrevista y nos vemos en los conciertos.
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