Umberto Tozzi: «La sociedad frenética no tiene tiempo para ser capturada por la música»

La ciudadanía «nunca se detiene y no creo que tenga el deseo o el tiempo para ser capturados por la música de hoy», reitera el cantautor transalpino en una entrevista concedida a EFE, días antes de su participación en el Festival Stone Music de Mérida (Badajoz).

El teatro romano emeritense abrirá sus puertas el próximo 14 de septiembre a este «guerrero sin armas ni ejercito», tal como refleja su sempiterna canción «Te amo», en el marco de un festival en el que hace unos días actuó Gloria Gaynor, como si de «Gloria» fuera la cosa, canción que ha interpretado el italiano miles de veces.

Tozzi (Turín, 1952) sigue siendo Umberto, un apóstol del amor que envuelve con rock y melodías de seducción todo aquello que difunde y eleva con su voz. Es un estilo muy propio.

Cantar en directo es lo que más le gusta, lo que más le divierte, y cree que al público también. «El público siempre es maravilloso, se muestra feliz, lleno de ganas de divertirse y de cantar mis canciones», sostiene Tozzi.

Contento de viajar por el mundo, como si fuera su primera gira, y de encontrar «tanta gente que te quiere», el italiano no esconde su satisfacción por tener la suerte de que tres y hasta cuatro generaciones acudan a sus conciertos.

Preguntado si la juventud era más romántica hace tres o cuatro décadas cuando las letras y las músicas de numerosas canciones eran cantos de amor, muy distinto -en el marco del respeto- a otros ritmos de ahora, como el reggaeton, Umberto Tozzi afirma que, «desafortunadamente, las modas de hoy imponen cierto tipo de música«.

«A veces olvidamos que lo más importante, en mi opinión, son las emociones y el amor», reitera, a la vez que precisa que el reggaeton no le molesta.

En su entrevista evoca varias canciones inolvidables, como «Gloria», de 1979, y «Te amo», de 1977 y que se mantuvo en lo más alto de las listas de música durante muchos meses en Italia y en varios países.

«Creo que 'Te amo' es mi canción más original; en la originalidad reside su secreto. Recuerdo cuando compuse las primeras notas y escuché en mi voz grabada que había algo mágico en esa canción», detalla con orgullo.

Por ello, y en esa filosofía que lo caracteriza, «lo importante -asevera- es escribir canciones para emocionar y llegar al corazón de las personas«.

«El amor y la salud son las cosas más importantes. No creo que valga la pena vivir sin amor», asegura el italiano, que comparte la idea que tenía Leonard Cohen del amor cuando el canadiense afirmó que «la única cura para todos los males» es el amor.

Siguiendo con sus canciones, Tozzi compuso la canción «Eva» en 1982, año en el que recibe el Globo de Oro con más de 27 millones de copias vendidas de sus trabajos en solo cinco años. La letra de este trabajo recoge que «tarde o temprano, la mitad de la humanidad estallará en la locura».

Casi 37 años después, «lamentablemente», se está cumpliendo. «Es suficiente con ver lo que está sucediendo hoy en día, con incendios en la selva amazónica, el derretimiento del hielo, el calentamiento global... nos estamos destruyendo a nosotros mismos y los humanos tendremos que tener más cuidado de nuestra tierra».

A este guión de enlazar su música con la actualidad se suma su canción «Gente del Mar», en la que Tozzi sostiene que «el mar siempre nos asusta un poco»; ahora parece que a algunos en Europa les asusta el mar por la llegada de inmigrantes.

«Creo que esas personas necesitan ayuda. Debemos hacer todo lo posible para detener» cualquier negocio que pueda existir detrás de la inmigración, «pero debemos ayudar a aquellas personas que huyen de sus tierras en busca de paz y futuro».

Su concierto en Mérida, según asegura, «será una velada única», pues de inicio se trata de un escenario histórico, como el teatro de Verona, «un templo de la música». Feliz de haber cantado en otros lugares extraordinarios de los cinco continentes, Tozzi reconoce que extraña en su carrera poder hacerlos en China, Japón y Corea. «Me gustaría -dice- hacer una gira en esos países algún día».