Veintiuno: «Lo de hacerte un hueco en la industria musical es algo que te tienes que ganar día a día»

Veintiuno tenían que haber actuado en nuestra región el fin de semana que nos confinaron, pero tuvieron que posponer un bolo que parecía que nunca iba a poder celebrarse. Por el camino han crecido muchísimo, han publicado algunas de las mejores canciones de su carrera y han editado uno de los discos nacionales más interesantes del año, 'Corazonada', un álbum que este sábado a las 22.30 horas estarán presentando en una sala Niágara de Santander a reventar de gente. Su vocalista Diego Arroyo tiene claro que lo suyo es una carrera de fondo, que han ido «superando pasos» lentamente y que se encuentran «en su mejor momento».

- ¿Están en un momento clave en su trayectoria?

- Siempre he pensado que esas cosas hay que valorarlas 'a posteriori', pero lo que sí es verdad es que nunca nos ha ido mejor que ahora: fuimos de los primeros artistas en volver a tocar después del confinamiento y hemos experimentado un crecimiento muy notable desde entonces. Hemos cometido muchos errores a lo largo del camino, pero también hemos ido dándonos a conocer poco a poco, entre conciertos y lanzamientos. Hay proyectos que crecen muy rápido, tienen un momento álgido nada más empezar y luego se mantienen o van cuesta abajo, pero también hay proyectos que experimentan un desarrollo más lento: nunca hemos tenido un 'hit' de esos que salen en todos los periódicos, pero tampoco nos ha hecho falta, hay muchos otros músicos que tampoco lo han tenido y que, sin embargo, al final del día llenan los recintos en los que tocan. Lo bueno de que empecemos a ser conocidos ahora es que hemos ido madurando hasta tener las cosas claras, hasta tener la cabeza amueblada.

- Señala que no han tenido «un 'hit' de esos que salen en todos los periódicos», pero 'Dopamina' supera ya los nueve millones de escuchas en plataformas digitales.

- No fue un tema que explotara de repente, no ha triunfado de la noche a la mañana en TikTok o en Spotify. Si fuese una película, sería de esas que llaman 'sleepers', que acaban teniendo una vida larga y ganando seguidores por el camino. Este año nos ha pasado lo mismo con 'Nudes', que en cinco meses ha hecho un millón y medio de reproducciones, números que para un proyecto como el nuestro son muy grandes.

- ¿Cuáles van a ser sus próximos pasos? ¿Qué les depara el futuro?

- Tenemos preparadas varias sorpresas para nuestros seguidores. Hemos cogido varias pistas de nuestro último trabajo y les hemos dado la vuelta: hace varias semanas publicamos una versión de 'Desvelo' con la colaboración de la artista Yoly Saa y a finales de año sacaremos una edición en vinilo del álbum con otras cuatro versiones inéditas. Además, acabamos de lanzar 'La llorería', un tema que originalmente se quedó fuera del disco, pero que nos encanta. Es una cosa ligera que en un principio me daba mucho pudor publicar, porque pensaba que era menos seria que otras que hemos ido lanzando, pero creo que tiene un estribillo increíble. Encima cuenta con la colaboración del grupo La La Love You, algo que nos hacía muchísima ilusión.

- Al igual que en su caso, La La Love You también llevaban muchos años de carrera hasta que por fin les llegó el éxito.

- Lo de ellos es justicia universal, una de las historias más bonitas que nos ha dejado la música reciente. Cuando publicaron su segundo trabajo en 2013, no entendía por qué no lo estaban petando, pero, desgraciadamente, parece que no era su momento. Por suerte, hace un par de años, pillaron un momento en el que la gente sí que estaba dispuesta a darles una oportunidad: Amaia, en su momento de máxima exposición tras ganar Operación Triunfo, recomendó sus temas y muchas personas descubrieron que hacían cosas increíbles. Han resucitado el sonido rock de guitarras distorsionadas de principios de los años dos mil y han conectado con una generación joven que escucha sin prejuicios su música. Ahora hay una escena de jóvenes que cantan sobre bases de canciones que podrían ser suyas: estoy seguro de que cuando Marmi compuso 'Tu foto del DNI' no estaba escuchando a El Canto del Loco, estaba escuchando a La La Love You.

- ¿Ustedes han sabido encontrar su momento también?

- Ha quedado demostrado que sí, empezamos a hacernos populares en un momento en el que había un desgaste en la escena musical alternativa. Supimos aportar un color nuevo, de la misma manera que otros proyectos como Carolina Durante o Cupido supieron aportar otro color nuevo en una dirección completamente opuesta a la nuestra. La verdad es que, para nosotros, el hecho de poder vivir de la música es algo inmenso: no aspiramos a ganar muchos billetes y poder comprar cochazos, pero sí a seguir pudiendo vivir de esto, a seguir haciendo canciones y tener una carrera de la que sentirnos orgullosos.

- A muchos grupos que vienen a tocar a Cantabria no les salen las cuentas: dan conciertos porque es su pasión e intentan no perder dinero.

- En este país, hay más gente a la que no salen las cuentas que gente a la que salen: la realidad es que muchos artistas se acaban quedando por el camino después de varios años de carrera. Tú tienes que arriesgarte, ir publicando temas e ir saliendo de gira, aunque eso no siempre es sinónimo de que las cosas vayan a funcionar. El único baremo real del éxito de tu proyecto es que la gente vaya a verte en directo y se sepa tus canciones. Ni siquiera que alguien te consiga una entrevista en El País en la que se te defina como el siguiente artista revelación va a conseguir que lo seas.

- Me comentaba hace unos días una banda cántabra —Arrolinton— que, al final, las canciones son las que mandan.

- Una canción es una buena canción, incluso aunque te caiga fatal el artista. Si vas a funcionar, es algo que el público decide basándose en lo que has publicado, no en una nota de prensa o en una entrevista en un periódico. Alguien puede no saber quién es Hens, quién es Xavibo o quién es Ainoa Buitrago, pero esos artistas mueven diez veces más gente que muchos músicos que en algún momento han sido definidos por un medio de comunicación como el próximo artista revelación en nuestro país. Lo de hacerte un hueco en la industria musical es algo que te tienes que ganar día a día.

- En abril de este año publicaron su tercer álbum, 'Corazonada', un trabajo que les ha traído muchas alegrías. ¿Qué nos puede contar sobre él?

- Que una banda pequeña se haya marcado un álbum de catorce temas, con una pandemia de por medio, y que le haya servido para crecer, es algo de lo que estar orgullosos. No quiero pecar de flipado, pero, en nuestro circuito, no conozco a ninguna otra formación a la que le haya pasado lo mismo. El proceso de composición del disco ha sido tan complejo y caótico que parece incluso absurdo: originalmente íbamos a publicar una obra con diez canciones un año antes. Cuando nos confinaron, desde Warner Music nos recomendaron retrasar su salida y aceptamos a cambio de poder hacer un trabajo más largo. Por suerte, la temática de 'Corazonada' estaba pensada desde antes de ponernos a grabar y eso hizo que fuera fácil decidir qué encajaba en el álbum y qué podíamos ir descartando. Sí que hice un esfuerzo para que el confinamiento no monopolizara las emociones que hay en el disco: ha habido muchas canciones de pandemia y creo que envejecen muy mal. Todo lo que está excesivamente apegado al presente envejece mal.

- Al final, optaron por la estrategia de ir dando a conocer las pistas del álbum poco a poco, entre el año pasado y los primeros meses de este año.

- Le dimos muchísimas vueltas a todo, pero, al final, me parece que la decisión de ir publicando poco a poco lo que habíamos hecho fue de lo más acertada. Mucha gente se ha dado unos batacazos inmensos por tener prisa en sacar sus trabajos. La verdad es que nosotros también teníamos prisa, pero, por suerte, desde nuestra discográfica nos insistieron mucho en que no la tuviéramos. Eso sí, no me importa reconocer que nosotros también hemos cometido errores: nos recomendaron que no incluyéramos 'Desvelo' y 'Cortavenas' en el álbum y los lanzáramos como sencillos más adelante, pero nosotros queríamos que el disco tuviera al menos seis canciones inéditas. Creo que, si los hubiéramos publicado después, podían haber funcionado mucho mejor.

- Aun así, cuando publicaron 'Corazonada', aún había bastantes restricciones, ¿no tenían miedo de que eso les afectara?

- Siempre tienes dudas, pero también es verdad que nosotros, desde julio de 2020, no habíamos parado de tocar: en cuanto se pudo volver a organizar conciertos, ya teníamos varios programados. El año pasado, hicimos unos veinticinco conciertos y este van a ser muchísimos más. Creo que somos una banda que ya ha tocado para más gente sentada que de pie, hemos actuado muchísimo en pandemia.

- Este sábado pisan Santander, para dar un bolo que originalmente iba a celebrarse en marzo del año pasado.

- Lo de Santander ha sido una lata tremenda, hemos mareado muchísimo a la gente. Salir de gira en esta época es de locos, nuestro tour manager se va a quedar calvo del estrés. Hemos vivido monstruosidades como que un domingo a las diez de la noche estábamos actuando en un festival en Talavera con la gente sentada y media hora después de acabar de tocar se levantaban las restricciones. Tenemos compañeros como Shinova que se han presentado en una ciudad para dar un bolo y de esa les han dicho que al final no se celebraba. Los músicos llevamos meses viviendo en la más absoluta incertidumbre, dando conciertos en sillas y con distancias de seguridad, mientras que en otros gremios como en el fútbol o las corridas de toros hace meses que ya no tienen las mismas restricciones.

- Ya pueden empezar a respirar un poco, ¿no? En Santander la gente podrá estar de pie y no habrá restricciones de aforo.

- Empezamos a respirar, pero porque nosotros hemos tenido la suerte y el fondo para aguantar este último año y medio, perdiendo mucho dinero por el camino. Igual que al principio no me quejé porque consideraba que todo el mundo lo había pasado mal con la pandemia, ahora sí que me nace pedir a la gente que se pare a pensar en todos los proyectos que se han quedado por el camino. Tengo amigos con más talento y mejor trayectoria que nosotros que no han podido salir adelante. En España, la música no le importa a nadie. La industria de la música ha sido maltratada, no ha recibido ningún tipo de ayuda. Hubo una partida de ayudas por parte del Gobierno, pero las cifras eran una broma.

- Me comentaba este verano en una entrevista un técnico que lleva años de gira con Vetusta Morla lo siguiente: «La industria musical va recuperando una cierta normalidad, pero, por desgracia, muchos técnicos se han quedado por el camino. Es una pena, ¡con lo que costó profesionalizar todo!».

- Nosotros estamos en el límite de la gente que ha podido sobrevivir en este periodo tan duro. Tuvimos que echar muchas cuentas, pero, como vimos que nos iban saliendo actuaciones y que antes de que nos confinaran nos iba bastante bien y teníamos ahorros, decidimos seguir adelante. Por suerte, no tenemos hijos, si los hubiéramos tenido, no hubiéramos podido hacer la locura que hemos hecho. En un concierto como el de Oviedo, con ciento veinte entradas vendidas, perdemos dinero, entre el viaje, los hoteles y que llevamos a tres personas que tienen que cobrar. Pero bueno, también hay muchas noches en las que nos salen los números. Por ejemplo, yo no me esperaba vender doscientas cincuenta entradas en Valladolid en plena pandemia. En nuestra escena, el indie, la gente vive a base de hacer conciertos y al menos en ellos se venden bastantes discos y camisetas. El 'merchandising' es un buen salvavidas en esta época tan dura. Muchas veces es lo que hace que puedas seguir adelante, cuando de pronto tienes que dormir dos noches seguidas en una misma ciudad y mirar a fondo cómo puedes hacer que te salgan las cuentas.

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