«Somos un grupo un poco 'rara avis', porque hacemos folk instrumental y, además, fusión»

Si algo distingue a Highlanders es la fusión, la música instrumental, la constante investigación de sonidos y géneros sin abandonar nunca la esencia folk y la flauta de Feal. Pero sobre todo, y pese a la redundancia, la fusión; mucha. «Yo creo que es lo que más nos define, confirma Carlos Gutiérrez. «Las fuentes de las que bebemos son muy diversas», añade el propio Feal. Tantas como los diferentes perfiles que se aúnan en los cuatro. «Somos un poco rara avis, porque hacemos folk instrumental, y lo que nos define es la fusión y el acercamiento a otros estilos que nos gustan como el jazz, el flamenco y, ahora, la electrónica», explica.

Su historia arrancó hace ocho años y editaron su primer trabajo, 'Cruce de caminos', en 2015. En aquel momento Edu Andérez, el más veterano de los cuatro, ya marcó las primeras lineas de lo que iba a ser todo el desarrollo posterior, pero uno de los grandes saltos fue el de 2016, cuando pareció un segundo proyecto, 'Celtic Colours', ya con composiciones propias. «El primer disco fueron temas tradicionales de Irlanda y Escocia y uno de Cantabria, pero en el segundo nos metimos ya en la composición, que es lo que te da un estilo más propio», acota el flautista y en cierto modo líder de la banda.

Tanto las versiones como los nuevos temas tuvieron casi de inmediato una gran acogida no solo en Cantabria y en toda España, sino en diferentes centros del folk europeo. Así fue como una formación quizá no demasiado conocida para el gran público es sin embargo una de las que más fronteras ha atravesado en el panorama musical cántabro. Algo natural en un género con un circuito tan especializado como el suyo.

Así lo explica Borja Feal: «Tuvimos la suerte de que ya con el primer disco tuvimos unas críticas muy buenas en las revistas especializadas a las que lo mandamos. La experiencia de salir fue muy bonita, aunque ahora con la pandemia no nos ha dado tiempo a volver a hacerlo».

Precisamente la pandemia fue la que interrumpió la gira de su tercer disco, 'Travels' (2019), pocos meses después de su lanzamiento. Otra vez un trabajo ecléctico y con nuevas colaboraciones que sin embargo no pudo tener el recorrido en directo que esperaba un cuarteto para entonces ya plenamente consolidado.

No es por lo tanto de extrañar que hayan regresado con muchas ganas a los escenarios, tanto para reencontrarse con el público como para presentar 'Travels Live', su primer directo, nacido de las ganas de volver a publicar y de la intención premeditada de dar así un nuevo recorrido al álbum en el que se basa, y que tan corto de recorrido se tuvo que quedar por las circunstancias.

«'Travels Live'-recuerda Feal- llega en un momento bastante complicado para el sector musical y para la humanidad en general. En un momento en que los artistas estamos más alejados del público de lo que lo que nos gustaría, qué mejor que un disco en directo para recuperar las sensaciones». Lo lanzan con optimismo, cruzando los dedos para poder regresar a los meses anteriores a aquellos en los que se paró el tiempo: «El año pasado fue el del principio de la recuperación y esperamos que este sea el definitivo».

Lo hacen trabajando en conjunto y también por separado, porque todos ellos tienen diversos proyectos paralelos, muchas veces con el jazz como protagonista, pero también con otros géneros, como el caso de Carlos Gutiérrez con TéCanela. Los de Edu Andérez son casi inabarcables, aunque siempre encuentra tiempo para viajar desde Navarra o desde Bilbao para trabajar con su banda cántabra.

Así es que este grupo de entregados por la música, todos ellos profesores de una u otra manera; en uno u otro ámbito, ha vuelto a tomar el pulso a su folk y a los escenarios: «Tenemos cosas de hace dos años que no pudimos hacer y este año, crucemos los dedos, al fin se podrá».

Entre manos tienen no solo los recitales de Highlanders como tal en su formato de cuarteto, sino también una propuesta sinfónica liderada por Andérez y Feal que de nuevo por la crisis sanitaria quedó paralizada y que aspiran a recuperar o poner definitivamente en marcha. Siempre en un proceso de constante investigación y experimentación que les permite incluso bromear con la 'folktrónica' al tiempo que se la toman muy en serio. Porque, al fin y al cabo, como dice Chus Gancedo, «los buenos músicos no son solo los que tocan bien, sino los que se saben adaptar a cada momento».