«Nuestra rumba es una rumba santanderina»
jano fernández y ariadna rubio ·
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jano fernández y ariadna rubio ·
La formación cántabra afronta la gira de presentación de su segundo disco con un doble formato: en dúo y con toda la banda sobre el escenarioTodo comenzó en Zaragoza con un vídeo para YouTube, un nombre improvisado que se convirtió en definitivo, alguna pira en la facultad y ganas de rumba. Así se inició un camino que ahora tiene terminal en Villacarriedo, donde Jano Fernández (Santander, 1990) y Ari Rubio ( ... Zaragoza, 1991) afrontan una nueva etapa mientras promocionan su segundo disco, 'Al borde de la cordura' recién regresados de Aragón, donde se gestó lo que era un dúo que respondía -y responde- al nombre de TéCanela y que ha crecido no solo vital y musicalmente, sino también en número, porque la banda ha crecido hasta consolidarse como una formación de cinco, lo que no impide que en ocasiones regresen a su formato primigenio, aquel que gestó en 2017 su primer disco de estudio, 'Las dos caras del hilo'.
«Nos hemos pasado desde que comenzó el proyecto entre Zaragoza y Cantabria, porque además los músicos con los que trabajamos son cántabros, hasta que con este segundo disco era demasiado tiempo el que estábamos aquí y pensamos que nos teníamos que mudar», explica Jano Fernández.
«La opción de trabajar como veterinario en una clínica nunca pasó por mi cabeza, sino la docencia -comenta-, pero cuando estaba en ello comenzó el proyecto y nos fuimos lanzando hasta que decidimos dedicarnos a ello». Tampoco en la de Ari Rubio, que descartó la publicidad por el diseño, pasó por Barcelona en plena crisis económica y terminó de vuelta en Zaragoza para «tomarse en serio la música».
Su voz y su flauta marcan mucho un sonido rumbero, en especial en un primer disco que sirvió de punto de partida para trabajar después otros sonidos y géneros que se dejan ven en 'Al borde de la cordura': «Estuve en el conservatorio desde los ocho hasta los 18 años y después la he retomado, aunque no lo tenía en la cabeza».
Capítulo TéCanela: (Ari Rubio y Jano Fernández)
Qué: Entrevista y actuación en directo
Comenzó así un viaje iniciático en bares, pequeñas salas y mucho boca-oído hasta que hace cuatro años se lanzaron a editar su primer disco. Un crowfunding que superó las expectativas iniciales alumbró 'Las dos caras del hilo'; un punto de inflexión que impulsó a un joven dúo a continuar en la música y colarse en un circuito, sin el apoyo de una gran discográfica y desde esa Zaragoza en la que dos estudiantes comenzaron a imaginar, casi sin saberlo, lo que iba a ser su futuro en la música.
Producido por Diego Galaz con arreglos de Javier Escudero, con Natxo Miralles y Carlos Gutiérrez en la banda y diferentes colaboraciones como la de Miguel Maya al saxo, el nuevo disco trae «más melodía» y la guitarra de un Javier Escudero incorporado definitivamente a la banda.
El toque de Galaz se deja oír en cada pista. El burgalés, músico de diferentes bandas, apasionado de la música tradicional y explorador de los instrumentos más diversos y, algunos pintorescos: «Es una caja de sorpresas; tiene un arsenal. En el disco ha metido zanfona, varios violines trompeta, mandolina, mandola, la huesera, la quijada, aunque al final la tocó Natxo Miralles. Es un lujo lo que hemos aprendido de él y lo que hemos podido incluir en el disco», resumen casi a coro.
«Hemos crecido creo que sin parar, de un modo no muy alto», explica Jano para que Ari le acote que «a un ritmo constante». Un trayecto con recuerdan de un modo similar: «Poco a poco, año a año, sí que es cierto que hemos tenido la suerte de no tener nunca la sensación de estancamiento, aunque sabemos que eso seguramente puede ocurrir en algún momento, pero sí que es cierto que el proyecto ha evolucionado con la sensación de que cada vez podemos hacer más cosas nuevas y llegar a un poco más de público, así que toquemos madera y que siga así».
El segundo disco suena también a folklore y música de autor. «Cada vez más», adelanta Ari como declaración de principios. Lo explica Jano: «La parte rumbera fue con la que empezó el proyecto. En el primer disco y en los conciertos hay muchísima rumba, una rumba santanderina, que llamamos nosotros, que es una rumba que se va más del tiempo -'Más difícil de comprender', apostilla Ari,- pero sí es cierto que nos hemos contagiado de la música que cantaba mi padre en casa, que era mucho folklore argentino y sudamericano, canciones de Violeta Parra. Después, con un viaje que hicimos a Argentina también nos fuimos impregnando de eso. Al final tratamos de probar estilos diferentes».
Lo harán durante todo 2022, con una gira que tiene varias paradas en Cantabria -Escenario Santander el 18 de febrero- mientras preparan el que será su tercer trabajo con las mismas expectativas de crecimiento y evolución, pero siempre fieles a las mismas ideas y la misma gente con la que comenzó una andadura en la diáspora para él, como lo es ahora para ella. Para una banda que tiene dos casas, una base carredana desde la que transpira alegría y mucho que contar.
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