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Diego Arce (guitarra), Rodri Irizábal (batería), Itz Jones (voz) y Nacho Vallejo (bajo), en la Sala Argenta del Palacio de Festivales. Foto: Alberto Aja / Vídeo: Pablo Bermúdez
Diego Arce, Itz Jones, Nacho Vallejo y Rodri Irizábal - The Four Breakers

«Cada vez que comparto el escenario con el público siento que es donde tengo que estar»

Soul en clave española de la mano de un power trío con un vocalista que derrocha voz y personalidad sobre el escenario

Aser Falagán

Santander

Viernes, 21 de abril 2023

Si hay una forma perfecta de definir contraste es la absoluta transformación que Itz Jones, Jones como nombre de guerra y Jon para sus compañeros de banda, experimenta cada vez que se sube al escenario. Un tipo discreto e introvertido, casi tímido a pie de calle, se transforma sobre el escenario en un generador que irradia y cataliza toda la energía. No solo por su exhibición vocal, que también, sino por su presencia sobre las tablas, atrevimiento y capacidad para conectar con el público.

Este Jones escénico es uno de los ejes sobre los que se construye The Four Breakers, una banda cántabra nacida de la inquietud del guitarrista Diego Arce, que quería dar una vuelta de tuerca, cambiar de registro y pasarse al soul, al rythm&blues e incluso al funk. Así fue como contactó con Jones para inaugurar un proyecto al que más adelante se unieron el bajista Nacho Vallejo y, por último, Rodri Irizábal, que aportó el último toque a la percusión.

Juntos han alumbrado un primer disco, 'Dry Rivers', que es un debut, sí, pero no un trabajo de novatos. Porque los cuatro tienen una larga trayectoria detrás. «Montamos el grupo porque tenemos todos inquietudes similares. Nos gusta la música negra y queríamos hacer un power trío con una voz. Montamos temas y vimos que funcionaban muy bien, que tenemos muy buena onda entre nosotros y que a la gente parece que le gusta, así que ahí seguimos», explica Arce.

Alberto Aja
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Abrieron esta nueva senda para recorrer distintos caminos, en ocasiones paralelos y a veces divergentes, como reflexiona Nacho Vallejo: «Cada uno viene de influencias distintas y de países diferentes, en el caso de Jon. Al final nos hemos juntado y lo que intentamos es mezclar y hacer algo que no es nuevo, porque es rythm&blues y soul, pero con influencias diferentes; de música de todo tipo». Lo confirma su guitarrista, un Diego Arce que no esconde el contraste: «Mis orígenes están en el hardcore, que como comprenderás no tiene mucho que ver. A mí me coge el grunge en mi adolescencia y es de donde vengo, aunque el blues ha estado siempre presente». Del ese mismo grunge llegó también Vallejo antes de pasar por algo «más personal» como La bella homicida, más cercano a la música de autor y experimental.

Todo para generar un sonido y una propuesta coral, con diferentes roles en la composición y las letras, y muy alejada del perfil de la banda de indie o folk que abunda en Cantabria. «Tratamos de despegarnos un poco de eso también», confirma el bajista.

Así se formó un proyecto a partir del núcleo inicial que forman un ya casi montañés de Burdeos, como Jones, y un Diego Arce que dio el primer impulso a la banda, como reconoce su propio solista: «Diego me contactó por Instagram y pensé que era una broma. Me dijo: 'Quiero montar un grupo contigo' y le contesté: 'No me lo creo', pero me pasó un tema instrumental, conectamos, y empezamos a crear canciones».

Alberto Aja

El fundador sabía muy bien el por qué Jones era la mejor opción. Su ritmo y pasión desatada sobre el escenario y su calidad vocal hipnotizan a la audiencia: «Siempre lo doy todo porque amo lo que hago. Desde pequeño me he visto siempre cantando, así que cada vez que comparto el escenario con el público –con el que le gusta, y mucho, hablar y mezclarse– siento que es donde tengo que estar».

Con 'Dry Rivers' ya han recorrido el circuito cántabro. El que es, porque existir existe, aunque «un poco más podría haber, porque los lugares que merecen la pena los quemas rápido y siempre se echa en falta alguna sala más o algo más de movimiento. Pero sabemos dónde estamos; es lo que hay y deberíamos salir más, porque aquí rápidamente nos quedamos cortitos, reflexiona Irizábal. «Al final si quieres sacar un proyecto profesional adelante casi te obligan a ir fuera», añade Vallejo. Aun así, acota, «el futuro es prometedor. De hecho, tenemos unos cuantos temas en el tintero que o bien hemos descartado o estaban a medio terminar para siguientes proyectos. Se vienen cositas».

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