«No existe una mejor música que otra porque es la banda sonora de la vida»

Carlos Benetó Grau (trompeta), Juanjo Serna Salvador (trompeta), Manuel Pérez Ortega (trompa), Sergio Finca Quirós (tuba) e Inda Bonet Manrique (trombón) componen este veterano quinteto que, tal y como señala este último, se ha inspirado en la pandemia para este recital. «El de hoy, sin duda, es uno de los conciertos más variados de nuestro repertorio. Nuestra intención es tratar de mostrar al público en general que un quinteto de metales, que lamentablemente es una formación no tan habitual en los programas, puede mostrar todas las posibilidades y todo el abanico de estilos musicales. Por otra parte, el título es un juego de palabras entre 'estar vivo' y 'en vivo' y surgió justamente durante esta pandemia y en el primer concierto que hicimos después del confinamiento, el 14 de junio del año pasado. Con él queramos reivindicar que la cultura es segura, que es necesaria para todos y para nosotros como músicos. De ahí surge ese juego de palabras que, además da nombre a nuestro último disco».

Después de tres décadas de trabajo en conjunto, Inda Bonet asegura que si tuvieran que echar la vista atrás para definir todo los que les ha pasado en el grupo, los cinco miembros coincidirían en la misma palabra: «libertad». «Lo que nos ha permitido esta formación es tener libertad para hacer lo que queremos y lo que nos gusta. ¿Qué más podemos pedir? En el año 98, aunque el quinteto se creó antes, yo tocaba en la Orquesta Nacional y decidí dejar mi trabajo para dedicarme solo a este proyecto. Y estaba muy bien, porque tener una plaza de funcionario en la Orquesta Nacional es realmente el sueño de muchos músicos, pero la libertad que uno vive haciendo música de cámara con amigos, con el grupo de música que quieres hacer, es lo mejor que le puede pasar a cualquier profesional», asegura.

Y esa libertad les lleva precisamente a presentar espectáculos como el que ofrecieron ayer en la sala Argenta un homenaje a Fellini con música de Nino Rota para un público familiar. Pero, ¿cómo mostrar ese universo tan denso del cineasta a un público compuesto por niños? «El espectáculo está dedicado a Fellini, pero sobre todo al compositor que hizo sus bandas sonoras. Y es cierto que puede parecer denso, pero lo hacemos desde una manera lúdica porque la música de Nino Rota tiene una frescura que contrasta con la densidad del cineasta. Es una música mucho más descriptiva que la del programa que ofreceremos hoy en el Centro Botín, pero su calidad orquestal es enorme. Hay que tener en cuenta que además de haber sido el compositor de las bandas sonoras de Fellini, Rota escribió mucha música sinfónica que se interpreta en las salas de conciertos de todo el mundo».

La vocación y pasión del quinteto, su profesionalidad y su manera de ver la música se ha visto recompensada con el Premio Nacional de Música el año pasado, un galardón que según explica este trombonista «es una gran alegría que viene a confirmar que durante estos años hemos hecho un trabajo importante y que lo hemos hecho bien. Además ha venido en un año muy difícil y por lo tanto lo tomamos con un revulsivo que nos ayuda a poder vivir de lo que más nos gusta».

¿Y por qué no se podría vivir sin música clásica? «¿Tú te imaginas una película sin música -pregunta a modo de respuesta- Pues esto es un poco lo mismo, la música es la banda sonora de la vida. No existe una mejor que otra. Cada persona pone en su vida la música que más le gusta. Además como siempre se dice cura el alma y es sanadora para todo el mundo».