Imaginen que se dieran las circunstancias para reunir en un mismo espacio a, pongamos, Curtis Mayfield, Rufus Thomas, Al Green y Sam Cooke. El fenómeno resultante sería una explosión sonora que no solo dejaría al respetable casi en shock, sino que ofrecería toda una comunión ... sobre el escenario.
Bien, sumen décadas, cambien de continente, resten unas capas de color y prepárense para actualizar la mezla. El soul, como bien dice el periodista Luis Lapuente, es un género de canciones, más que de discos o EP´s. De ahí que cuatro de los mejores representantes del estilo en territorio nacional hayan decidido unir las suyas.
Alberto Anaut, Julián Maeso, Juan Zelada y Adrián Costa han reunido su talento bajo el nombre de The Soul Brothers y con esa denominación llegan este sábado a Santander, en la segunda jornada del festival Soul shake.
Un proyecto común con el que han vuelto a ponerse en marcha tras el obligado parón pandémico, que, en algunos casos, les ha dejado compuestos y sin gira de presentación de sus trabajos más recientes.
Adrián Costa formó parte de Los Reyes del KO antes de dar forma a los Criers tras pasar una etapa en Berlín y recalar en San Francisco. El gallego defiende la capacidad del blues «para contar historias».
También de origen gallego, Juan Zelada cuenta con una historia similar, habiéndose curtido durante casi una década en Reino Unido y regresar para asentarse en España. «Te juntas con gente así y la esperanza para la música la ves de una forma diferente», explica en referencia a este cuarteto cargado de referencias y carretera.
Desde Toledo se suma al combo Julián Maeso, con cuatro discos en solitario tras su etapa en The Sunday Drivers y consolidado como un referente del folk rock siempre con el Hammond como una extensión de sí mismo.
El cuarto miembro, Alberto Anaut, finalizó su formación musical en Amsterdam y más tarde publicó tres discos con la banda que lleva su propio apellido.
En conjunto, han recorrido salas y festivales a uno y otro lado del océano, saben manejarse entre sonidos añejos y si no fuera por la obligada normativa de permanecer sentados, difícilmente podría el público mantenerse pegado a la silla ante semejante despliegue de calidad y ritmo.
Sigue a DMúsica en:
Facebook y Twitter
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.