![Alcalá Norte.](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/10/14/Alcala%20Norte%20(3)-k3eG-U2201499417648PrC-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Ver 13 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 13 fotos
'La vida cañón' no es sólo el himno de Alcalá Norte, sino que también es uno de esos temas que son capaces de transformar la vida de sus autores. Cuando ayer comenzó a sonar 'La vida cañón', el Palacio de Festivales de Santander se llenó móviles en alto, euforia, mucho sudor y dopamina. Fue una canción con la que la gente entró en éxtasis y con la que se cerró la cuarta edición del festival Indiferente, que estuvo cargada de guitarras y donde pudimos descubrir a algunas bandas jóvenes que tienen mucho futuro por delante.
El evento comenzó en sesión matinal con las actuaciones de los cántabros Kerchak y los madrileños Ultraligera, aunque ninguno de los dos proyectos logró atraer a una gran cantidad de gente. Mención especial para los segundos, que fueron una de las grandes sorpresas del día. El suyo fue un concierto con el que, seguramente, ganarán muchos seguidores. Celebraron «que el rock esté volviendo», sonaron muy bien, su vocalista se comió el escenario y levantaron mil aplausos, con canciones como 'Matanza en el hotel' y 'La basura'. Volverán a pisar nuestra región en marzo, ¡no se los pierdan!
Las guitarras también volvieron a tomar el escenario por la tarde. La sesión vespertina arrancó al ritmo de los madrileños La Paloma, que fueron la primera banda que de verdad congregó algo de gente.
Sorprende que aún no hubieran pisado nuestra región, ya que, desde el lanzamiento de su primer disco, hace casi dos años, no han parado de dar conciertos.
Aunque se quejaron del poco tiempo que tuvieron para tocar y llegaron a señalar que les estaban metiendo caña para que no se pasaran de la hora, demostraron que son una de las bandas de guitarras más en forma del momento. Comenzaron recibiendo halagos sobre lo bien que sonaban y, aunque hubo un momento en el que su 'show' se resintió, cuando tocaron canciones que no están entre las favoritas de sus seguidores, como 'Polvo' o 'Cosquilleo', acabaron provocando una especie de delirio colectivo mientras interpretaban algunos de sus mejores temas, como 'La edad que tengo', 'Bravo Murillo' y 'Quejas célebres'.
La Paloma es una banda de guitarras de las de toda la vida, sin artificios, mientras que Carlos Ares, que tocó después, demostró que la suya es una propuesta diferente, singular, que incluso atrajo a gente de bastante mayor edad al Palacio de Festivales. Tiene fans, que se saben al dedillo la letra de canciones como 'Rocíos' o 'Peregrino', se ha rodeado de un grupo de músicos curtidos en mil batallas, como el cántabro Marcos Cao, y lo mismo se anima a tocar un tema en acústico que usa mil elementos pregrabados.
La suya es una de esas propuestas que no dejan a nadie indiferente, ya que su música combina de manera magistral guitarras, elementos electrónicos y los sonidos tradicionales de su tierra. Su actuación culminó con el mayor aplauso de la jornada.
Alcalá Norte tienen nombre de centro comercial, un bajista cántabro en sus filas y cada día que pasa ganan más adeptos, que se han enamorado de sus letras, su rebeldía y su frescura. Su primer trabajo, publicado en abril, evoca el sonido de bandas como The Cure e incluye temas como 'La calle Elfo' y 'La vida cañón', una canción a la que incluso Rosalía ha estado enganchada. Eran el principal atractivo del festival y se encargaron de cerrar el evento, pero, aunque enloquecieron a algunos de sus seguidores y demostraron que, para el poco tiempo que llevan en boca de todos, no suenan nada mal, tampoco dieron un concierto memorable.
Tienen una personalidad única, temas llenos de referencias 'frikis', un batería 'heavy' que es un personaje y un vocalista con carisma, que salió a tocar con una camiseta del Racing de Santander, y que parecía que estaba todo el rato desafiando al público, pero aún les queda camino por recorrer.
La cuarta edición del festival Indiferente ha estado cargada de propuestas interesantes, pero ninguna ha sido capaz de atraer realmente a una gran cantidad de público, a diferencia de años anteriores. Faltaba una gran banda de esas que son capaces de vender cientos de entradas por sí solas y no hubo presencia femenina, algo que se criticó, pero lo cierto es que los organizadores lograron confeccionar un programa que combinaba propuestas interesantes con algunos DJ de referencia en nuestra región, como los Tropical Brothers, y donde quedó claro que las guitarras tienen aún mucha vida.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.