Festivales de silla y mascarilla
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La estampa del público saltando codo con codo tardará en volver a ser una realidad. Mientras, organizadores y artistas tratan de adaptarse a unas circunstancias que cambian en apenas díasROSA M. RUIZ | RAMÓN ALBERTUS
Santander
Lunes, 1 de marzo 2021, 07:04
«Estoy completamente convencido de que los festivales de música que se celebren este verano se seguirán sentados», asegura Guillermo Vega que de este tipo de eventos sabe un rato. Creador y director de Mouro Producciones, lleva 17 años organizando grandes eventos musicales como ... los festivales Música en Grande, Hoky Popi Music, o November Life Fest y el año pasado el ciclo 'Viva La Vida' en Torrelavega, que con treinta noches de conciertos se convirtió en el ciclo más largo de España durante la crisis sanitaria. Un 'experimento' con todo tipo de medidas de seguridad que devolvió la alegría y la música a una Cantabria con ganas de diversión tras los duros meses del confinamiento.
Vega lleva trabajando desde entonces con la misma incertidumbre que impera a un sector en el que ni los propios organizadores de eventos ni los artistas, pueden adivinar cuáles serán las restricciones en verano que condicionarán la celebración (o no) de grandes festivales.
Mouro Producciones, por si acaso, tiene plan A, B, y C, una serie de eventos que seguirán más o menos la misma fórmula que la que se llevó a cabo en los Jardines de La Lechera y que trajo a Torrelavega a nombres como Ara Malikian, Loquillo, El Cigala, Amaral... La fórmula funcionó tan bien que Guillermo Vega ya le ha hecho su propuesta para este año al Ayuntamiento de Torrelavega: un festival, ciclo como prefiere llamarlo su promotor, que si las cosas van mejor podrá acoger a un mayor número de aforo que entonces y que podría celebrarse también en otras localidades de la región, incluida Santander que ya maneja distintos escenarios. Tiempo al tiempo, tal y como afirma Guillermo Vega.
Lo que está claro es que esa estampa del público codo con codo, saltando en el estribillo, está lejos de volver en unos meses, de ahí que los grandes conciertos se seguirán sentados y siguiendo escrupulosamente las medidas de seguridad para evitar el covid. En cuanto al número de aforo dependerá de como esté la situación. ¿50%? ¿Más?
El que también sabe de grandes festivales es Alberto Zubizarreta, director de otro de los eventos musicales más esperados en Cantabria, el Santander Music que desde hace años se celebra en la campa de La Magdalena. Sus palabras también desprenden incertidumbre y una única apuesta compartida a fecha de hoy por todos los promotores. «Desde luego que lo que haya este verano no tendrá nada que ver con festivales al uso», asegura.
Su empresa también está trabajando en adaptar los proyectos para eventos de menos de 2.000 personas «y seguramente sentadas», afirma también.
«Durante unos días, lo mejor del panorama pop/rock alternativo, nacional e internacional tendrá lugar en un entorno espectacular como Cantabria», se puede leer en su página web con respecto a la edición de 2021 en la que ya se pueden adquirir entradas sueltas o abonos a falta aún del cartel y de la fecha definitiva.
Sobre cómo está la situación, este promotor con experiencia en otros ciclos y conciertos en formato pequeño, cómo los que se han ofrecido en la sala BNS, cree que la mejor opción ahora mismo es la de «reinventarse». Porque hacer cuentas, mirar como se pueden programar eventos más pequeños es ahora mismo la principal salida de un sector que ha sido fuertemente azotado por el covid.
«Está claro que no vamos a poder hacer nada sin el apoyo institucional y el de las marcas porque aunque los artistas también han bajado los cachés para estos formatos no siempre se adecuan a la cantidad de gente que asiste a los conciertos», dice, sin olvidar el que también va a haber, al menos al principio, «temor por parte del público porque habrá gente que tenga muchas ganas y otra que aún no quiera compartir recinto con otra gente».
Otro productor cántabro que ha visto como ha cambiado la organización de sus eventos es David García, propietario de North Music, que ha organizado varios eventos, siempre relacionados con el rap, en distintos lugares de Cantabria como la Plaza Porticada o Camargo, y que en estos últimos meses los está promoviendo de forma 'online' a causa de la crisis sanitaria. Además es el encargado de producción en The Urban Roosters, que se encarga de competiciones de rap a nivel nacional. Precisamente este año se celebrarán en Santander tres finales de estos campeonatos, 'Street Warriors', 'BDM' y la de la Copa Federación. «Serán las tres en el mismo fin de semana, en abril y en el Palacio de Festivales, pero la pandemia nos obliga a hacerlas a puerta cerrada», explica.
Y si los grandes festivales están en el aire y con esa incertidumbre que impera desde la pandemia, en las salas más pequeñas la situación se complica todavía más. El Rvbicón, en la calle del Sol, ya suspendió el año pasado uno de sus ciclos más populares 'Los raqueros del jazz' y aún no saben sí podrán celebrarlo en 2021. A las restricciones de aforo, se suma que se trata de un evento que depende de la ayuda de la Fundación Santander Creativa para poder desarrollarse. De momento, y según explica Vicente Marcos, «nos presentaremos a la convocatoria que está a punto de salir y sí la situación sanitaria ha mejorado y las condiciones nos lo permiten lo celebraremos entre los meses de septiembre y octubre con todas las medidas de seguridad que sean necesarias».
Por el mapa de España aparecen grandes citas como el Mad Cool (Madrid), Cruïlla (Barcelona) o Weekend Beach (Málaga), todos con varios escenarios, presencia de bandas internacionales, y entradas a la venta en las que incluso se ofrecen ofertas de camping. ¿Se plantean el formato? «Weekend Beach (30.000 asistentes por día) no puede celebrarse en un formato más reducido. Estamos hablando de más de 85 artistas que hacen inviable que se pueda celebrar para un aforo menor. Llegado el momento se tomará la decisión que se estime oportuna», comenta Fátima Rodríguez, directora artística del programa malagueño. «Lo más importante es que el público esté seguro y se lleve a cabo con todas las normativas de seguridad. Pero el problema es que no llegan esas medidas. A día de hoy no hay ningún planteamiento al respecto». A falta de éstas hay pistas para intuir que la mayoría de estos grandes conciertos tendrán que suspenderse. El grupo Izal, por ejemplo, canceló la semana pasada su gira ante la imposibilidad de «poder realizar conciertos en grandes recintos tal y como se planificaron en su día». Uno de los recintos era el Wizink Center, donde unas 5.000 personas asistieron a las puertas de Navidad a ver a Raphael en un concierto que provocó un gran malestar, a pesar de que el público permanecía separado por dos butacas entre sí y con mascarilla.
Los tiempos han cambiado en la industria musical. Las giras de los grupos se cerraban con más de un año de antelación. «Ahora vamos mes a mes», señala Luis Gómez, de la agencia de producción Black Izar, que tiene en su agenda a Quique González, El Drogas o La Maravillosa Orquesta del Alcohol, una banda que ha llegado a actuar en 24 festivales en un verano y no tiene «nada cerrado» este año. «Todo está muy parado y la sensación es que los festivales que se lleven a cabo serán similares al verano pasado con un formato reducido».
En cuanto al vecino País Vasco, al que tantos cántabros acuden para seguir a sus grupos favoritos, más de lo mismo. En el caso del Festival del Jazz de Vitoria, por el que han pasado estrellas como Ella Fitzgerald o Dizzy Gillespie ya se ha anunciado que su 44 edición se celebrará del 15 al 18 de julio. Pero se trata de un anuncio peculiar, ya que no se ha desvelado ni el recinto ni tampoco se avanzado un cartel con los artistas más destacados como era habitual.
Y sobre dos de las citas con más presencia de público, el Azkena Rock de Vitoria -atraía a cerca de 20.000 espectadores diarios- y el BBK Live de Bilbao -casi 40.000 por jornada- de momento mantienen a la venta sus abonos de entradas para ver a iconos como Iggy Pop y Bad Bunny, respectivamente.
El ritmo de venta es «mucho más lento, pero la mayoría ha mantenido la entrada para la edición de este año», asegura la promotora Last Tour, organizadora de ambos eventos. «Estamos trabajando en la edición de 2021. Somos flexibles, muy ágiles y estamos preparados para adaptarnos a las medidas que sean necesarias para celebrar el festival de una manera segura», afirma Eva Castillo, directora de comunicación de la promotora vasca.
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