Kase.O ejerce su magnetismo en Castro Urdiales
crónicas ·
El público correspondió a la propuesta del rapero zaragozano, que ofreció una versión orgánica y acertada de su repertorio en el marco del festival SónicaSecciones
Servicios
Destacamos
crónicas ·
El público correspondió a la propuesta del rapero zaragozano, que ofreció una versión orgánica y acertada de su repertorio en el marco del festival SónicaLo de Javier Ibarra (Kase.O) es otra cosa. Basta con que ponga medio pie en el escenario para que una audiencia aletargada y más pendiente de las medidas de seguridad que a otro asunto despierte de inmediato. Ese es el gran triunfo del mejor ... rapero de España: engatusar al público tan pronto como saluda y recordar que le basta una rima para conservar el trono. Las dos citas con que dividió ayer su convocatoria en el estadio Riomar de Castro Urdiales -tras una decisión atendiendo a las medidas contra la pandemia- recibieron de vuelta una respuesta muy positiva por parte del público de festival Sónica, que, a pesar de no poder despegar el trasero de la silla, bailó, se emocionó y compartió las catarsis que el MC zaragozano y la banda Jazz Magnetism, acertada en fondo y forma durante toda la propuesta, propusieron sobre el escenario.
Porque no fue sólo un concierto de rap ni un espectáculo concebido exclusivamente para los amantes de la cultura hip-hop. Al contrario, Kase.O y el resto de instrumentistas -Hugo Astudillo (saxo), Juan Pablo Balcázar (bajo), Dani Domínguez (batería), Juan Rodríguez Berbín (percusión) y Dani Comas (guitarra)- ofrecieron una versión lo bastante orgánica e inspirada de su repertorio como para fascinar a un público de todos los palos. Disfrutó 'Javat' y, con él, el respetable, que incluso tuvo que ser apercibido por los miembros de seguridad en algunos momentos de la noche por levantarse del asiento para menear el esqueleto -una licencia no permitida dadas las circunstancias-, lo que ocurrió con frecuencia en la recta final del concierto y sobre todo en los arrebatos de 'funk' a propuesta de 'Boogaloo', 'Tiranosaurus Rex' o 'Renacimiento', entre otros.
Antes de que el 'show' cristalizara en dichos himnos, la villa pesquera atravesó un viaje aún más introspectivo. Ocurrió desde el principio, desde esa invitación a la búsqueda de la «paz del espíritu» que fue 'Libertad'; la necesidad de sólo tener ojos para uno mismo de vez en cuando, con 'Triste'; o ese diálogo con las inquietudes y debilidades que significa 'Que no hay alcohol', uno de los momentos cumbre del recital, que estuvo equilibrado en sonido durante toda la noche. También hubo tiempo para sorpresas. Ya en el ecuador del concierto, el público fue asombrado por la entrada en escena de la poeta Laura Sanz, que se entregó para recitar unos versos bien acompañada por la banda, aunque no correspondida del todo por la energía del público, un tanto descolocado por el cambio de registro.
Nada que algunos de sus temas mejor encajados como 'Mazas y catapultas', 'Repartiendo arte' -del disco 'El Circulo' (2016)- o sus dos últimos divertimentos, 'Ringui Dingui' y 'Bécquer', no pudieran levantar. La presencia del exmiembro de Violadores del Verso ayer en su visita a Castro Urdiales estaba abonada al éxito desde que sus incondicionales empezaron a rimar sus letras en las inmediaciones del recinto. Lo que Ibarra sigue haciendo después de más de 25 años en el micrófono es un ejemplo para todos los demás que, en ese tiempo, se quedan en la nada. No se sabe muy bien si fruto de la epifanía, del ejercicio o de una racha de apuestas con buen atino, el talento indiscutido de Kase.O sigue sin dar su brazo a torcer en la escena musical. Y la prueba es que, con pandemia o sin ella, con grupo o sin él, su presencia hoy cotiza más alto que nunca.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.