Nace el Primera Fila Fest, una iniciativa cántabra con réplicas en todo el país

La normalidad post covid trajo consigo las mismas rutinas. Volvían los conciertos tras la pandemia, pero se mantenía una dinámica previa que ni el bicho logró exterminar: mismos ciclos, mismas bandas, cero espacios para escuchar novedades sobre un escenario.

«Nadie se arriesgaba». Así que decidieron hacerlo ellos. Quien habla es Víctor Bustamante, al frente de la iniciativa Emergentes en Primera Fila.

Tirando de contactos, tanteando aquí y allá, lo que se inició siendo un grupo de amigos, se convirtió en pocos días en la conexión entre más de 150 bandas nacionales. Un semillero del que han ido surgiendo diferentes iniciativas. Playlist colaborativas, un hashtag común para generar visibilidad en redes y crear una identidad común (#emergentesdeprimerafila). Y la más destacada: una serie de festivales pensados por y para las bandas emergentes repartidas por todo el país. Murcia lo celebró el pasado fin de semana, Granada el 13 y 14 de mayo, Barcelona y Málaga van cerrando carteles. Galicia y Alicante se suman al proyecto. Santander también tendrá el suyo que coincidirá en fechas con el de Sevilla este fin de semana. Todos ellos bajo las premisas de un formato itinerante y autogestionado. Porque aquí no hay intermediarios: son las propias bandas las que contactan con las salas y dan origen al trabajo común. Dos días de conciertos, ocho bandas en cada caso y el «paraguas» del colectivo como elemento vertebrador y de apoyo.

«Esto no se ha hecho antes», afirma Bustamante, a quien le puede más la labor ilusionante que el volumen de trabajo que representa, pues cabe señalar que el papel de gestión que están desarrollando tiene un carácter totalmente altruista. «Ellos son el futuro», dice refiriéndose a los artistas participantes.

En el caso de Santander, las dos jornadas previstas serán este viernes y sábado en la sala Rock Beer The New y contará con Leona, Quenovi, La Nevera Vacía, Golden Cinnamon, Nebulosa, Ñeku y Quinto Elemento.

Para José Antonio Serrano, de Quenovi, la palabra que mejor define esta propuesta es «sorprendente». Con el nexo de unión generado por Bustamante, «las bandas nos hemos puesto de acuerdo y hemos ido avanzando a través de chats y videollamadas», explica. Como parte de los anfitriones, han tenido además el papel de gestionar la logística de un evento de este tipo.

«Todas las bandas reúnen cualidades para estar en los carteles de los festivales actuales», reivindica y defiende el concepto de emergente, como un nivel intermedio entre lo amateur y lo profesional.

Para Toño Gallego, de Leona, una de las sorpresas tiene que ver con ese mismo concepto. «Se ha organizado todo de forma muy profesional a pesar de la gran cantidad de gente involucrada y de que muchas personas no se dedican a ello».

Ambos coinciden en destacar el papel clave que ha tenido el espacio y sus gestores. «El New estuvo sobre la mesa desde el primer momento, tanto por aforo, como por condiciones», explica Gallego. «Tanto Juan como Luci se han volcado –añade Serrano–e incluso han cambiado de fecha otro evento que tenían programado para poder celebrar el festival». «Como siempre, apoyando la música local de la ciudad», corrobora el guitarrista de Leona.

Sumando puntos de vista de todos los participantes se ha conseguido un proyecto «asambleario» e interesante para el que esperan respuesta. Eso sí, conscientes de que «como bandas y promotores debemos ofrecer algo interesante al público y reflexionar en caso de que no funcione». La prueba de fuego está a punto de llegar.

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