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Imagen de dos jóvenes disfrutando de uno de los conciertos del Sonórica, celebrado el 19 y 20 de julio en Castro Urdiales. DM
La OCU denuncia al Sonórica por cobrar comisiones al recuperar el saldo de las pulseras monedero

La OCU denuncia al Sonórica por cobrar comisiones al recuperar el saldo de las pulseras monedero

La Organización de Consumidores y Usuarios critica los «abusos» de siete festivales españoles, entre ellos el celebrado los días 19 y 20 de julio en Castro Urdiales

Ana Gil Zaratiegui

Santander

Lunes, 5 de agosto 2024, 18:42

No permitir la entrada de comida y bebida del exterior, cobrar una comisión por recuperar el dinero de la pulsera monedero (en inglés, cashless) o no dejar a los asistentes pagar con efectivo dentro del recinto. Son algunas de las prácticas «abusivas» denunciadas por la OCU y utilizadas por los festivales y con las que los promotores se «enriquecen injustamente» en un contexto en el que este tipo de eventos musicales al aire libre se multiplica cada verano. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pone la mirada, un año más, sobre esta mala praxis y ha denunciado ante las autoridades de consumo a siete festivales españoles, entre ellos el Sonórica, celebrado los días 19 y 20 de julio y al que asistieron alrededor de 20.000 personas.

En total, casi un millón de personas (947.000) estarían afectadas por las condiciones injustas de esta lista de festivales en la que, además del Sonórica, se incluye el FIB de Benicàssim (Castellón); el Monegros Desert Festival de Fraga (Huesca);el Zevra Festival en Cullera (Valencia); y el Puro Latino, celebrado en el Puerto de Santa María (Cádiz), Sevilla, Arganda (Puro Latino Fest Madrid), Torremolinos (Málaga) y Almería. Estas denuncias se suman a las ya presentadas hace unas semanas contra el Bilbao BBK Live y el Fortaleza Sound de Lorca (Murcia).

Según critica esta organización, el Sonórica y los otros seis festivales mencionados «coinciden en cobrar una comisión de entre 2 y 3 euros para poder recuperar el saldo que quedara en la tarjeta cashless», un medio de pago obligatorio, advierten, que «limita además el derecho de los asistentes a usar el efectivo». Además, la OCU avisa del «abusivo» cobro por los vasos reutilizables sin posibilidad de reembolso con precios que ascienden hasta 2,5 euros en el caso del FIB. La organización recuerda que debe haber puntos de agua potable gratuita dentro de los recintos.

Es más, la OCU señala que «a veces se impone un plazo de unos pocos días para reclamar la devolución» -cinco días en el caso del FIB-, de forma que «se pierde el dinero y permite un enriquecimiento injusto del promotor».

Por otro lado, apuntan también al cobro de una tasa «por salir y volver a entrar al festival» como «otra mala práctica bastante común que no responde a ningún servicio adicional», pues «el control de aforo es inherente a la organización del evento», apostilla. Según OCU, podría considerarse «una retención ilegal» detectada «en el FIB, el Fortaleza Sound, el Puro Latino, el Zevra Festival y el Monegros Desert Festival» y que «puede tener un coste de hasta 25 euros».

Alimentos y bebidas del exterior

Otra práctica «frecuente» señalada por la OCU es la prohibición de entrar con alimentos y bebidas, que, si bien se contempla en la normativa de varias autonomías, esta organización considera «abusiva» por cuanto «la actividad principal del festival es artística y musical, no alimentaria».

Por todo ello, la organización en defensa de los consumidores urge a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas donde se han celebrado los festivales para que «determinen el carácter contrario a la normativa de protección de los consumidores, impongan las sanciones establecidas y obliguen a la empresa a devolver los cargos indebidamente cobrados».

No obstante, sostienen que «lo ideal» sería que el Ministerio de Consumo «desarrollara una normativa homogénea sobre los derechos de los asistentes» a este tipo de eventos con «compensaciones automáticas en caso de malas prácticas».

Ante la duda, reclama

La OCU anima a los afectados a solicitar la hoja de reclamaciones y, si el establecimiento no dispusiera de ella, «llamar a la policía local para que se persone».

También recuerda que algunas de estas acciones, como la suspensión de un festival o los cambios de última hora en el cartel de grupos «podrían implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados que hubiera supuesto el traslado del aficionado (por ejemplo, por el transporte y el alojamiento)».

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