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Crónicas ·
El músico cántabro Ángel Stanich demuestra en Torrelavega por qué es uno de los artistas españoles más interesantes de la última década

Álex Gómez Magaldi

Domingo, 5 de septiembre 2021 | Actualizado 11/09/2021 14:45h.

Ángel Stanich volvió a tocar en su tierra casi tres años después de su última actuación. Lo cierto es que en los últimos dos ... años el artista había abandonado la vida pública, realizando una especie de retiro espiritual con el objetivo de recargar las pilas y preparar nuevas canciones. Hasta entonces no había descansado y llevaba seis años frenéticos entre giras interminables y lanzamientos musicales. En ese tiempo se había consagrado como una de las figuras más fascinantes del panorama musical nacional y había amasado una notable legión de fieles.

Anoche, en el festival 'Torrelavega en vivo', el músico santanderino realizó un viaje a través de los temas más destacados de su discografía. No faltaron himnos como 'Mátame camión', 'Metralleta Joe' y 'Hula Hula', que levantaron pasiones entre el público que se había congregado en el recinto.

Lo cierto es que la noche empezó algo fría, pero fue creciendo en intensidad según avanzaba. El artista comenzó tocando 'El volver', la canción con la que recientemente regresó de su silencio, que pertenece a un pequeño disco que se titula 'Una visión global bastante aproximada' y que mantiene las claves que le han llevado a hacerse un nombre en nuestro país. Después sonarían otros temas como 'Una temporada en el infierno', 'Carbura' o 'Matar A Un Ruiseñor'. Para cuando llegó el final del concierto y sonaron 'Salvad a las ballenas', 'Escupe fuego', 'Metralleta Joe' y 'Mátame camión', el público ya se había rendido a la magia del artista.

Durante su actuación, Stanich tuvo tiempo para hacer bromas —«He venido a Torrelavega a comeros todo el hojaldre»—, deseó que la gente pueda volver a estar de pie en los conciertos y se permitió el lujo de bajar del escenario en dos ocasiones, en las que no dejó de saltar entre la gente de las primeras filas, entrando en éxtasis y metiéndose a sus seguidores en el bolsillo.

El músico santanderino escribe letras llenas de personajes rotos, tiene una voz muy particular que no deja a nadie indiferente y vive rodeado de un aura de misterio que ha acrecentado su figura: se define como un ermitaño de la música, lleva una frondosa cabellera rizada acompañada de una gran barba y no concede entrevistas. Eso sí, desde que comenzó su carrera, no ha dejado de llevar sus canciones por todo nuestro país y de sumar fieles a su causa. Stanich no llenará estadios, de hecho, anoche apenas estaban ocupados la mitad de los asientos del recinto, pero, de lo que no hay duda, es de que tiene una legión de seguidores que idolatran su figura, que veneran temas como 'Mátame camión' —un himno de la música alternativa española— y que esperan impacientes cada nuevo concierto del artista.