Xoel López, el abrazo de todas las músicas

La noche, que comenzó con el 'Here comes the sun' de los Beatles como muestra de gratitud a todo lo que la cultura mod le dio a Xoel cuando formaba parte de otros proyectos musicales, como su Elephant Band o su etapa respondiendo al nombre de 'Deluxe', mantuvo prendida sin grandes esfuerzos la llama del rayo que, anoche, impactó en la capital del Besaya. Es lo que sucede cuando cuentas con un público fiel.

El cancionero no solo fue un paseo por sus temas más actuales, sino también un salto en el tiempo para ceder protagonismo a temas de trabajos anteriores, como 'Cometa' (2017) o 'A serea e o mariñeiro' (2015), un canto a la pluralidad lingüística de nuestro país.

Entre canción y canción llegaron turnos alternos para explicar los porqués de sus canciones; cuál es el germen, dónde radica el origen de cada una y en qué momento vital se compusieron las letras. Esas cosas que no por ser contadas muchas veces dejan de ser importantes cuando te subes al escenario; quien lleva veinte años dedicándose en exclusiva a la música sabe de la importancia de los contextos. Valor añadido, lo llaman.

De las letras, a su banda: Ede, Adrián Seijas, Teyou y Charlie Bautista, todos ellos son la pieza perfecta del engranaje para hacer funcionar la maquinaria. Como prueba, dos dúos: el primero, con Ede, interpretando 'Quemas' (tema rescatado de entre las canciones que el artista escribió durante su etapa como 'Deluxe'); el segundo, con Teyou —paisana— interpretando 'Catarata'. Un consejo: no pierdan de vista a ninguna de las dos.

Con la promesa de no quitarse la chaqueta, anoche Xoel López no dejó metro del escenario sin pisar; enérgico, adaptándose a lo que requiere cada canción —incluso silencio—, demostró que bebe de todas las músicas para hacerlas suyas. Quizá sea ese el mejor resumen que se pueda escribir.

«¿Y más allá de la playa, que nos queda?». Es una pregunta que el artista lanza en 'Tierra' (2012). Una posible respuesta es que queda todo, por hacer y por escuchar; así que pónganse a ello, que el tiempo corre como un tigre de bengala y la vida siempre tiene alguna sorpresa preparada.