«La historia de 'West side story', por desgracia, sigue bien vigente»

-No es nuevo en estas lides pues ya ha dirigido un gran número de musicales como 'Hoy no me puedo levantar'. ¿Cómo afronta 'West side story'?

-Con muchísimo respeto porque es un gran título y hay nombres muy importantes del teatro musical que han hecho historia con este musical, como Jerome Robbins o Arthur Lorens. También lo tomo con muchísima felicidad. Empecé a trabajar en la partitura y en las coreografías con una gran ilusión y, sobre todo, intentando averiguar qué es lo que querían contar los autores y por qué lo habían querido contar así.

-¿Qué querían contar?

-Querían contar una historia que sigue vigente, que tiene que ver con la sociedad que éramos en los años 50 y que, por desgracia, en algunas cosas seguimos siendo. Una historia que tiene que ver con la violencia de género, con el machismo y el feminismo y con la discriminación a los inmigrantes. 'West side story' cuenta como son los guetos y lo hace por medio de dos bandas, polacos y puertorriqueños, que tienen preconcebido que se tienen que odiar porque son diferentes.

-La versión es la misma de los años 50 pero hay guiños a la modernidad, como los insultos o incluso una violación colectiva.

-Esa violación está también en la versión original y es una prueba de que, lamentablemente, el guión sigue vigente, aunque yo me sigo quedado con que es una historia de amor.

-De un amor que no acaba bien.

-No acaba bien pero gracias a que no acaba bien se produce el cambio en ambos bandos. También podríamos decir que es una historia de amor imposible. El amor imposible es lo más perseguido que hay en la humanidad.

-Los personajes evolucionan a lo largo de la obra. ¿Cómo ha sido el trabajo del director de los actores?

-Antes de empezar los ensayos trabajamos la obra 'Romeo y Julieta'. De forma que cada actor tenía el símil de su versión de 'West side story' y del original de Shakespeare. Esto sirvió para entender de donde venían los personajes y que parte de la historia iban a contar cada uno. A partir de ahí comenzamos los ensayos, un trabajo que nos llevó dos meses. Le dimos mucha importancia al valor de la palabra y a saber por qué cada personaje actúa de la forma en que lo hace. Para mí esta implicación en el texto tiene tanto el mismo valor que cantar bien o bailar de forma precisa.

-¿Participó en la elección de los actores?

-Sí, tuvimos un mes de casting al que se presentaron 3.000 personas. Fueron pruebas muy duras porque los participantes debían de ir tres o cuatro jornadas y aprenderse cada día escenas y canciones diferentes y en cada una de esas sesiones se les enseñaban nuevas coreografías. Fue muy duro tanto a nivel físico como psicológico por eso creo que tenemos a los mejores.

-¿La partitura y la coreografía son dos personajes más?

-Por supuesto y como director no me ha resultado fácil poner mi granito de arena porque la partitura es muy conocida. Las canciones de Bernstein se han versionado infinidad de veces y las coreografías también son muy populares a través de la película. Por eso estoy contento de haber podido aportar una nueva manera de contar esta historia.

-¿Cuáles han sido sus principales aportaciones?

-La forma en la que los actores cuentan la historia. Este ha sido el musical más difícil al que me he enfrentado a día de hoy porque todos los actores tienen que cantar, bailar e interpretar y para lograr hacer bien las tras disciplinas han sido necesarias muchas horas de ensayo. No ha sido fácil ensamblarlo todo.

-¿Recuerda cuando vio por primera vez 'West side story'?

-A pesar de que desde los diez años soy un fanático de los musicales no vi la película hasta los 18. Recuerdo que en Argentina se tituló 'Amor sin barreras' y aunque me sonaban mucho las canciones, cuando la vi me sorprendió la historia y como se colocó la cámara. La película, marcó un antes y un después igual que el musical que cambió la forma de hacer las canciones.

-¿A quién prefiere contentar a los que han visto la película o en los jóvenes que no conocen la historia?

-Mi objetivo es el público que no conoce 'West side story'. Lo que pretendo es llegar a los espectadores más jóvenes porque cuento con que todos esos a los que le gustó tanto la película vengan a verlo.

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