Dorian: «La industria musical te empuja a hacer canciones como si fueran comida rápida»

«Siempre hemos dicho que el hecho de que sigamos pudiendo hacer música juntos después de tanto tiempo es un privilegio», señala el vocalista y guitarrista Marc Gili. La banda actuará este sábado a las 21.00 horas en el festival Magdalena Winter, que se celebra en el Palacio de Deportes de Santander y donde compartirá escenario con los grupos La La Love You y Cora Yako.

- ¿Cuál cree que es el secreto de su éxito?

- Lo que hacemos ha conseguido calar entre mucha gente que se siente rara en su entorno, que considera que en el mundo hay muchas realidades y que nadie tiene una verdad absoluta. Creo que nuestra música es una especie de invitación a la rebeldía, a pensar por uno mismo y a buscar las recetas para ser feliz, lo que nos ha llevado a conectar con personas de todas las edades. Siempre hemos hecho las cosas que nos dicta nuestro corazón, nunca hemos compuesto nada pensando en la radiofórmula o en satisfacer las modas de un determinado momento. Cuando echo la vista hacia atrás, me quedo con eso, con el hecho de haber hecho siempre lo que me ha apetecido, sin plegarme a nada ni nadie. Es de lo que más orgulloso estoy.

-¿A qué aspiran? ¿Qué les queda por lograr?

- Nunca hemos dejado de evolucionar y de incorporar nuevos sonidos a la banda: queremos investigar ritmos de todo el mundo. Además, nos gustaría dar el salto a países de Centroeuropa o de Asia. Creo que ya tenemos una fuerte presencia en América, por lo que ahora nos gustaría probar también a explorar otras latitudes y demostrar que, de alguna manera, la música es un lenguaje universal.

- Nunca han sido una formación demasiado prolífica, ¿no? Al final, en diecisiete años de carrera, han publicado cinco álbumes de estudio.

- Hemos intentado dar cada paso con calma, dedicando mucho tiempo a ver qué queríamos hacer. La industria de la música te empuja a hacer canciones como si fueran comida rápida, a publicar la mayor cantidad de temas posibles en un periodo corto de tiempo y a crear discos lo más rápidamente posible, porque lo único que importa es ser noticia, que parezca que siempre estás ahí. Nosotros hemos hecho siempre lo contrario: disfrutar del camino y masticar todo a nuestro ritmo, para así publicar las mejores obras posibles. Le damos muchísimas vueltas a todo. Además, somos un grupo que hace giras muy largas y, durante el tiempo que estamos dando conciertos, nos cuesta mucho componer, nos cuesta mucho encontrar la energía necesaria para preparar cosas nuevas, ya que salir a la carretera exige un esfuerzo físico y mental muy grande.

- Señalaba que la banda no ha dejado de evolucionar musicalmente desde su nacimiento, pero, lo que sí es cierto, es que han logrado tener un sonido reconocible, ¿no?

- Creo que tenemos un sello propio marcado por los sintetizadores y por una cierta melancolía. Hacemos música de baile, pero que se mueve entre la euforia y la tristeza, entre la nostalgia y la mirada puesta en el futuro y entre el desasosiego y la felicidad.

- En la música de Dorian, también hay una querencia por América Latina, sobre todo en su último trabajo.

- En primavera vamos a publicar un álbum nuevo que se titula 'Ritual' y que está aún más influenciado por Latinoamérica que los anteriores. Pero vamos, hemos metido hasta influencias africanas, creo que nuestros seguidores van a apreciar una clara evolución en lo que hacemos. De momento, hemos publicado un primer adelanto del disco, que se titula 'Dos vidas', que tenemos muchas ganas de tocar en directo y que tiene todas las papeletas para convertirse en un tema clave dentro de nuestro repertorio. Lo cierto es que, desde nuestros inicios, siempre nos ha gustado tocar en otros sitios e ir descubriendo nuevas culturas, de las que en muchas ocasiones hemos acabado incorporando influencias a nuestro sonido. En los últimos años, con mucho esfuerzo y desde la más absoluta independencia, hemos conseguido ir haciéndonos un hueco en lugares como Chile, Colombia o Perú.

- Salir a tocar fuera de nuestro país no parece algo fácil, ¿qué les recomendaría a las bandas nacionales a las que les gustaría intentar dar el salto a Latinoamérica?

- Les recomendaría que empezaran por México, ya que es un país que sirve de espejo para muchos otros, y les diría que fueran con muchísima humildad y muchas ganas de seguir aprendiendo, ya que comienzan desde abajo. Las personas que han ido con soberbia no han sido capaces de hacerse un hueco. La verdad es que cada nueva ciudad es un nuevo reto, una especie de cita a ciegas en la que tienes que intentar seducir a la gente.

- Lo que sí que es cierto es que cada vez más grupos intentan dar ese salto entre continentes.

- Internet ha hecho que podemos conocer e interesarnos por otras culturas sin salir de casa, cada vez es más fácil desplazarse a otros lugares y, además, creo que el mercado anglosajón de la música no está en un buen momento creativo y no es tan invasivo como lo era hace años: ahora mismo, la música en español está de moda en el mundo entero y ha hecho que las cosas cambien mucho. La gente cada vez está más abierta a escuchar propuestas diferentes, de todas las partes del mundo. De la misma manera que yo ahora puedo ir descubriendo y montando una lista de Spotify con grupos de psicodelia de Indonesia, algo que hace quince años era impensable, los artistas nacionales pueden intentar hacerse un nombre en América Latina sin padrinos ni tener que entrar por Miami.

- La gira de presentación de su último trabajo duró dieciocho meses y pasó por España, Estados Unidos o México, entre otros sitios. Para su nuevo álbum, ¿qué tienen en mente hacer?

- Tenemos ya varias fechas cerradas: en marzo pisaremos México y luego tocaremos en Argentina, Chile, Perú, Colombia, Estados Unidos y recorreremos España. Lo cierto es que tuvimos la suerte de que la pandemia llegara justo después de que acabáramos la gira en la que estábamos inmersos, en un periodo en el que nuestra idea era descansar, recargar las pilas y comenzar a componer nuevos temas. Espero que para el año que viene hayamos aprendido ya a convivir con el covid-19, como hacemos a diario con muchos otros virus, y podamos salir a la carretera sin problemas.

- ¿Qué han preparado para el concierto de este sábado en Santander?

- Como el concierto será largo, habrá partes muy enfocadas a la pista de baile, a los festivales, pero también desempolvaremos algunas canciones que sólo solemos tocar en salas. Sonarán temas de todos nuestros trabajos.

- Cuando publicaron 'Justicia Universal' (2018), señalaban que su premisa era la de «hacer un disco enfocado a la pista de baile», ¿cuál ha sido la premisa a la hora de dar forma a 'Ritual'?

- En esta ocasión hemos querido abrir nuestra paleta de ritmos y sonidos, algo que creo que hemos conseguido. Habrá hueco para los Dorian clásicos, pero también habrá nuevos aromas musicales que sorprenderán a nuestros seguidores.

- 'Justicia Universal' fue un trabajo en el que optaron por la autoproducción, ¿se han encargado ustedes mismos también de todos los aspectos de su nuevo álbum?

- Cada vez hemos ido gestionando nosotros mismos más aspectos del grupo y, en nuestro último trabajo, decidimos encargarnos también de la producción, utilizando las enseñanzas que habíamos ido aprendiendo de todos los profesionales con los que hemos trabajado a lo largo de nuestra carrera. Eso sí, tanto en esa obra como en la nueva hemos contado con la colaboración de Álex Ferrer, una persona con la que nos entendemos muy bien y que nos ha ayudado muchísimo a lo largo de nuestra trayectoria. Además, ahora también hemos trabajado con Sergio Acosta, el guitarrista de la banda mexicana Zoé, que, además de un gran amigo, es un enorme productor. Hemos querido rodearnos de gente de confianza que nos aportara una opinión externa a la nuestra y nos ayudara a hacer las cosas mejor.

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