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«El éxito consiste simplemente en que haya alguien que reconozca lo que haces», afirma Ramón Blanco, cofundador, guitarra y vocalista de Los Berrones. La banda asturiana lleva 35 años haciendo lo que mejor saben: ser ellos mismos.
La formación que completan Olegario Méndez al ... bajo, Julio Gil Sanz en la guitarra, Miguel Herrero a la batería y José Ramon Feito en los teclados, llega hoy sábado a Escenario Santander, donde sonarán temas de su último disco '¿Onde vas con eses traces?' y las canciones que les pusieron en el mapa con su sonido agro rock. Les acompañarán, además, dos cántabros: Nando Agüeros y Miguel Cadavieco.
Por primera vez en 35 años, Los Berrones pararon. Como todas las bandas, claro, solo que, en su caso, habían mantenido una estadística imparable de tocar todos los años desde 1987. Hasta que llegó el covid y 2020 pasó en blanco. La banda asturiana está de gira desde el pasado diciembre. Un tour denominado 'Añu 1 D.C (después del covid)'.
FUTURO
Su vocalista, Ramón Blanco, cofundador junto a Olegario Méndez, bajista, matiza esa idea de que Los Berrones «vuelven», un verbo que acompaña muchos de sus conciertos. «¿Cómo que volvemos si no nos marchamos a ningún sitio?», bromea.
Desde que cogieron los instrumentos, por entretenimiento, hasta que se dieron cuenta de que aquello podía ir en serio, pasaron apenas un par de años. En aquel entonces y con un primer disco con el que darse a conocer, acuñaron el término agro rock, del que siguen siendo representantes máximos. «Pensé que sería algo pasajero y caducaría, como tantas cosas, pero, si pervive, es porque el público quiere», explica el vocalista.
Aquel guiño «de cachondeo» surgió como un intento por diferenciarse y a día de hoy, medios, productoras y sus seguidores, siguen explotando el concepto.
Los Berrones componen y cantan en asturiano. Es una de sus señas de identidad. Blanco considera que en sus años de trayectoria, «aumentó la sensibilidad hacia lo que significa la normalización y presencia del asturiano en la vida diaria». A su alrededor observa «una nueva generación de neo falantes» que contrasta con los veteranos, quienes, de alguna manera «perciben que no hablan lo que ellos conocen, pero tampoco pasa nada». Gente «de ciudad» o de fuera de Asturias se suma a la comunidad que intenta aprenderlo. «Nadie critica a nadie porque hable mal inglés cuando está empezando», argumenta, si bien reconoce que en su tierra «hay bastantes detractores que creen que no merece la pena gastar dinero en esto, tirando incluso de la idea de que es una lengua de palurdos, pero se trata de conservar el idioma», defiende. En este sentido, compara: «Un castillo o una catedral sirven para poco, pero nadie piensa en derribarlos para poner un mirador. Si forma parte del patrimonio cultural, como esos casos, se entiende que hay que protegerlo».
Frente a esta aportación incombustible, también han vivido algunos cambios, como ver sus composiciones repletas de metales, gracias a la colaboración con la Banda Municipal de Pravia. «Las canciones suenan muy bien con esos arreglos. Todo el mundo quedó sorprendido», explica Blanco, quien no descarta repetir la experiencia si la infraestructura y la agenda lo permiten.
La agenda sí ha permitido que, en su visita a Santander cuenten con dos invitados. Nando Agüeros, con quien han cantado en otras ocasiones en la televisión asturiana. «Fue en quien primero pensamos», dice Blanco. El rabelista Miguel Cadavieco también se subirá al escenario con Los Berrones. «Improvisa versos de flipar, en la décima espinela, sobre la marcha -destaca- Es una cosa increíble».
Un concierto en el que se espera que suenen canciones de toda la vida. 'Nun yes tú', 'El chacho' o 'Toi que me lleva Dios', una composición que surgió de un trabajo que este profesor de instituto encargó a sus alumnos. «Ahora lo copian todo desde Google, así que les encargué un relato que terminase con esa frase, que significa estoy harto. Cada uno me contó una historia distinta», detalla, y utilizando el trabajo como tema central, surgió la canción.
Blanco no hace demasiados planes a futuro. «Solo disfrutar de lo que hacemos». Considera que «cuando vas a tocar y la gente paga una entrada, tienes que rendir y ser profesional», y aunque en su caso, no son músicos de formación, tienen unos años de experiencia para «hacer esto mismo que entendemos que hacemos bien». No se plantean retirarse, menos aún ahora que, «como dice todo el mundo, tenemos el gusanillo de volver a tocar con normalidad y ver a la gente sin mascarillas ni distancia». Tampoco quieren terminar cual réplica en edad de los Stones, con 80 años sobre el escenario, pero «como Joaquín el del Betis, vamos a renovar por unas cuantas temporadas más».
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