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La hora de que los colosos vuelvan a tocar

La hora de que los colosos vuelvan a tocar

Rob Halford inicia hoy una sucesión de retornos de músicos y bandas históricas con un disco... de villancicos

Jueves, 24 de octubre 2019, 15:38

En 2012, ZZ Top lanzaron un tema, 'I got to get paid', como parte de una campaña publicitaria de una marca de bebidas. De alta graduación, claro. La tónica de jengibre casa mal con unos tipos que pueden aliñar una mazorca de maíz con polvo del desierto. Hacía nueve años que no grababan canciones nuevas. De un humor particular, como son estos tejanos que tan poco han dado de comer al barbero, en el vídeo aparecían tocando dentro de un frigorífico. Hubo quien ironizó sobre este hecho: los veteranísimos reyes del rock de Harley y cerveza se mantenían frescos y sin fecha de caducidad gracias al congelador.

Pues bien, siete años después de aquella humorada y en este tramo final de 2019 hay muchos mitos saliendo de la fresquera. Es la hora de los colosos. De individuos y bandas a cuyos conciertos se acude no a escuchar una guitarra, sino a la mano que calza la púa. Lo mismo sucede con los discos. Se rompe el precinto con idéntica emoción a la que supondría abrir un libro y encontrarse a Philip Marlowe resucitado y socarrón. Hoy es un buen día para comprobarlo: se edita el nuevo álbum de Rob Halford, la voz para la que se creó el heavy metal. Y lo hace con soberbia independencia de modas y arquetipos: 'Celestial', que así se llama el disco, es una colección de villancicos más duros que el turrón interpretados con su familia y un puñado de amigos. Santa Claus en chupa de clavos mientras los tres Reyes Magos le dan al doble bombo.

Vídeo. Rob Halford estrena hoy su álbum navideño. Reuters

El líder de Judas Priest ya lo hizo en 2009 con 'Winter Songs' y repite ahora. ¿Por qué? Porque Halford tiene 68 años, un sentido del humor británico y un historial que le asemeja a Frank Sinatra protagonizando The Metal Show. «El hecho es que tengo el lujo de tener una carrera en solitario que me permite hacer lo inesperado. Y como todos los demás, me encantan las vacaciones de Navidad», dijo entonces este hombre concienzudo, que estudia periódicamente sus discos y los vídeos de sus conciertos –los ha grabado todos– en busca de introducir mejoras en su estilo.

Pero existen otras razones ajenas a la posibilidad de haber sido poseído por el espíritu de Bing Crosby que explican que un retorno tan esperado se sustente en canciones como 'O Little Town Of Bethlehem' y 'The First Noel'. Aunque Halford es el tipo de individuo con el que no querrías cruzarte en una noche oscura, resulta ser muy familiar, religioso y amigo de sus amigos. Permanece sobrio desde 1986.

Vídeo. Neil Young, en 1971 durante su primera gira en solitario por EE UU. H. Diltz

Al que quizá sea más complicado sentar junto a la chimenea y rodearle de sobrinos sin sufrir cierta ansiedad es a Neil Young. Un hombre ligado a un ceño y una cosecha. Su repertorio es el sonido más puro y agreste de la melancolía y el próximo día 25 se pondrá a la venta un nuevo atardecer rojizo, 'Colorado'. El disco contiene un encuentro histórico con Nils Logfren, su estrecho amigo, miembro de la E Street Band de Springsteen y fundador de los primeros y salvajes Crazy Horse.

Si bien éste es el primer álbum que realiza con su banda desde 2003, con Logfren –que se desvinculó de los Crazy tras su primer disco– no había grabado material nuevo en nada menos que 50 años. El resultado satisfará a los fans de Young y enseñará al resto el significado de la 'old school': grandes melodías, guitarras nobles y temas que duran desde los tres minutos hasta casi el cuarto de hora y viajan desde la épica al crepúsculo.

La edición del disco es simultánea a la del documental 'Mountaintop Sessions', un ejemplo más de la cinefilia del cantante, guitarrista y compositor de Toronto. Ahí se muestra cómo Young, de 73 años, el bajista Billy Talbot (75), Nils Lofgren (el niño, 68 años) y el batería Ralph Molina (74) se fueron a una montaña a casi 3.000 metros de altitud para encerrarse durante once días en un estudio.

Todo el proceso está grabado. A Young, protagonista el año pasado del caótico western musical 'Paradox', dirigido por su mujer, Daryl Hannah, le gustan los documentales y verse en ellos, ya sea en su faceta de músico o narrador. ¿Hubo bourbon allá en la montaña? Seguramente a raudales. Pero quizá no tanto como las botellas de oxígeno dispuestas para que los cuatro se aclimataran al esfuerzo de tocar y cantar como si lo hicieran en una cumbre de Pirineos. Hay gente que no está hecha para el Imserso.

Vídeo. No se dejen engañar por los rostros angelicales, son The Who.

Y ya que estamos, véamos otro ejemplo de cómo-bailar-Los-Pajaritos-sería-lo-último-que-hiciera. Medio siglo después de entrar por primera vez en un estudio de grabación, The Who continúan rubricando el poder y la gloria. Su última obra se llama 'Who', saldrá a la venta el 22 de noviembre y contiene once temas completamente nuevos. Con dos miembros fallecidos, el batería Keith Moon y el bajista John Entwistle, el cantante Roger Daltrey y el guitarrista Pete Townshend reverdecen el rock intenso, pesado y distópico incluso en los tiempos lentos que es marca de la casa y está bien presente en discos como 'Who's Next', 'The Kids Are Alright' o la opera-rock 'Quadrophenia'.

Realizada en Estados Unidos, la grabación cuenta con los dos músicos habituales de la banda, Zak Starkey, batería e hijo de Ringo Starr, y Pino Palladino, el enjunto bajista que acompañó a Simon y Garfunkel en su regreso de 2003 y que viaja habitualmente con Jeff Beck en sus giras. Los créditos incluyen además a colaboradores como el hermano menor de Pete Townshend, Simon, de 59 años. Se desconoce si rompe las guitarras tan bien como el mayor.

De 'Who' habrá debates intensos. Son habituales con las canciones de esta banda inglesa de frenética existencia –cuánto le debe la práctica de arrojar el televisor por la ventana del hotel a estos chavalotes– a la que siempre han sentado especialmente bien los directos. El problema para evaluar 'Who' reside precisamente en el amplio despliegue de referencias que acumula el grupo, capaz de despachar un blues canónico, componer un disco conceptual o llegar a la metamúsica.

Así las cosas, a este disco producido por el propio Pete Townshend es mejor entrarle con los oídos limpios, disfrutar de la voz granítica de Roger Daltrey –su álbum en solitario de 2018 confirma que conserva sus portentosas facultades– y admirarse con la portada, a cargo del artista pop sir Peter Blake, o el atrevimiento de sacar una edición en formato cassette. Preparen el boli Bic para rebobinar.

Vídeo. Mike Hucknall vuelve con los Simply Red más auténticos. EFE

En el otro extremo del ring, el 8 de noviembre será la fecha de otro lanzamiento de alto voltaje, en este caso en clave soul y funky. Simply Red anuncian la salida de 'Blue Eyed Soul', un título que rinde homenaje al soul interpretado por blancos y a la corriente que aunó los sonidos de las factorias Philadelphia, Motown y Stax.

El vocalista Mick Hucknall es el eje vertebrador de este retorno luminoso. Ritmos claros, sofisticación soulera y elegancia a cargo de un artista de 59 años que podía haber compuesto «uno de esos álbumes oscuros y reflexivos recordando mi vida», pero que ha cambiado por 'Blue Eyed Soul' y el deseo de «pasar un buen rato». Atentos a los medios tiempos. Nunca es tarde para declararse.

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