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Meterse al público en el bolsillo al primer acorde no es tarea fácil. Es algo que solo pueden hacer quienes, al igual que los gurús de la publicidad y el marketing, conocen bien a su público y le proporciona la dosis exacta de canción en ... el momento que más conviene de la noche.
Pablo López pasó anoche por el festival Magdalena Deluxe con uno de los juegos de luces más potentes de todo el ciclo, saludando a las gargantas de la primera fila sin olvidarse de quienes cantaban desde la grada y cada una de las zonas habilitadas en el recinto.
El repertorio del malagueño no entendió de fronteras; tampoco de límites a la hora de improvisar ni a la de agradecer al público su asistencia -el concierto casi agota todas las entradas-, y eso es lo que empapó el ambiente de miradas rasgadas, ahora que solo podemos sonreír con los ojos, y de personas disfrutando de la música en directo.
De entre el repertorio -con canciones de su último trabajo así como con temas de otros álbumes- 'El Mundo' escapó a todo cuanto se pueda contar en estas líneas. ¿Quién es capaz de interpretar una canción sobre inmensidad, vértigo y desamor, y hacerlo con una sonrisa en la cara, sin romper el 'tempo'? Nombre y apellido: Pablo López.
El aplauso, merecido, fue para el público, obediente y cumplidor con las medidas de seguridad; para el artista, que se vació encima del escenario; y de manera especial para sus músicos, esos que en casos como el de Matías Eisen llevan con el malagueño desde que tocaba el piano en los hoteles.
«No hay más dedicatoria que para la gente que me ha escogido para unas navidades o unos Reyes: gracias por la amistad». El cantante aprovechó para charlar entre canción y canción con su público y en especial con una persona: la chica que estaba al otro lado del teléfono en una videollamada que López quiso que estuviera encima del escenario. No todos los días un artista te dedica una canción «frente a frente».
Son los pequeños detalles los que engrandecen a un artista, como estar tocando en directo y pararte a interpretar lo que tu público trata de contarte y hacerlo partícipe -y de qué manera- en tu concierto. Bien por eso.
En hora y media López tuvo tiempo de recordar los distintos escenarios donde ha tocado en la capital cántabra; de presentar sus canciones nuevas y de vibrar con las que ya han encontrado su rincón en nuestra mente: 'Mama No', 'El Patio', 'Tu Enemigo' o 'Mariposa'.
Para cuando el reloj marcó las 00:00 el cancionero dio paso a la criatura que da título al trabajo más reciente del artista, 'Unikornio'. Un animal tan bello como inexistente, como las ganas de dejar de tocar de Pablo López.
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