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Mikel Erentxun hace una parada en la gira que le mantiene dando vueltas por España. Está en casa, en San Sebastián, antes de partir hacia Málaga y llegar más tarde a Torrelavega. Tiene ganas de compartir escenario con Andrés Calamaro el día 7 de julio, ... alguien a quien admira y con quien hace tiempo que no coincide. Llega con un disco que es una celebración de su carrera, 'Amigos de guardia', en el que repasa sus canciones icónicas. Tras el verano, se embarcará en su más ambiciosa gira por Estados Unidos, mientras trabaja en su próximo disco, de corte más intimista y acústico.
-¿Qué hace en el tiempo que, como ahora, tiene entre conciertos?
Aprovecho para estar aquí, en casa, haciendo cosas, grabando canciones en el tiempo libre.
-Viendo su biografía, no suele pasar más de tres años sin grabar disco
Sí que es verdad que con el tiempo vas cogiendo un ritmo y unos hábitos y más o menos son esos. Lo que tardo en preparar un disco nuevo es en torno a un año. También es verdad que con el funcionamiento del mercado y las compañías, no permiten grabar al ritmo que me gustaría, que es más rápido. Ahora con 'Amigos de Guardia' se ha trastocado todo un poco y mi disco nuevo saldrá como pronto el año que viene, así que se rompe ese ritmo de un disco cada dos años.
-Dice que podría sacar un disco como 'El Salmón' por lka cantidad de canciones que tiene ya listas.
Efectivamente. Ahora mismo lo que me pide el cuerpo es eso. El disco de estudio fue en 2019, Amigos de Guardia es de versiones y tengo canciones nuevas que se van acumulando. No sé si 'El Salmón', pero desde luego daría para un disco triple, que es un formato que me encantaría porque no lo he hecho nunca.
-Sería un desafío tal y como está el mercado, como mencionaba, sacar un triple disco. Casi un triple salto mortal.
Ahora mismo es lo que quiero. Me gusta que en mis discos haya un concepto detrás y partir con este, me pone bastante. A veces la premisa puede ser argumental, pero otras de vestimenta. De canciones cortas, largas, doble, o triple como este que tengo en la cabeza. Con muchas ideas que es lo que tengo ahora mismo.
-¿Y alguna superstición con el número tres? Viene de trilogías varias
(Ríe) Las trilogías me encantan. Mi carrera se ha ido construyendo casi así. Mis primeros discos en solitario son una trilogía británica, después viene la americana y a continuación algo más marcado que es la trilogía de Paco Loco en El Puerto de Santa María. El número 3 tiene algo. Y esto sería algo nuevo en mi carrera,
-Y para celebrar tres décadas y pico de trayectoria
Así es.
-Menciona tres estilos reconocibles en su sonido, pero a día de hoy, ¿qué le genera curiosidad, inquietud en cuanto a influencias?
Ahora mismo, lo has dicho muy bien, porque soy altamente influenciable y de pronto algo que cae en mi poder, un libro, una película, puede ser el detonante que me lleve hacia un lado u otro. En este momento llevo bastantes semanas colgado de Nick Drake, un artista del que conocía alguna cosita, pero he ido profundizando en su carrera, que por otro lado es bien corta
-Y compleja
Y muy compleja, pero estoy desgastando tres vinilos que no dejo de escuchar. Otro artista que he redescubierto y me he metido muy a fondo es Townes Van Zandt, que unidos a Dylan, Beatles o Elvis que son mis grandes influencias van saliendo cosas. Ayer mismo fui a ver la película sobre Elvis y fue como una bofetada.
-¿Le gustó?
Me encantó. Soy muy fan y disfruté mucho. Como el documental de los Beatles, que en su momento también me marcó y salieron tres canciones en esa línea. Todo esto me motiva y me hace querer hacer discos. Creo que por eso nunca me ha dejado de apasionar la música. Son ya casi 40 años y sigo teniendo las mismas ganas de grabar y de dar un concierto que cuando empezaba. Me sigue poniendo ir a la tienda a comprar discos, descubrir artistas nuevos o redescubrir a otros antiguos. La música me sigue apasionando y eso es fundamental para mantenerse activo en una carrera de largo recorrido.
-Los dos artistas que ha mencionado comparten un estilo más intimista, que tiende a la sencillez. ¿Por ahí le veremos próximamente?
Efectivamente. Mi último disco en estudio, 'El último vuelo del hombre bala', era mucho más Velvet Underground, Lou Reed, más eléctrico. Y lo que estoy grabando ahora me lleva a territorios más acústicos, sí que es verdad.
-Nunca quiere dejar de grabar discos pero reconoce que es un proceso muy complejo que vive con cierta tensión
Sí, es un momento muy importante. Eso queda para siempre. Puede ser un año largo de composición y maquetación y se graba en muy poco tiempo. Son momentos de disfrute pero de tensión. Sí que es cierto que con Paco Loco he disfrutado más que nunca. Es un grandísimo productor y sabe hacer que una grabación sea divertida.
-Ese es uno de los cambios en 'Amigos de Guardia', donde el productor fue Ricky Faulkner, al que dice que ha dado «rienda suelta». ¿Antes no soltaba las riendas?
Bien preguntado, porque normalmente, a lo largo de mi discografía he llevado el peso compartido de la producción. Muy pocas veces me he limitado a interpretar y dar rienda suelta. Con Paco fue algo compartido y con este disco quería alejarme, porque al ser versiones, no quería hacer lo mismo de siempre, ni calcos de lo mismo. Ricky venía de otros sonidos y es más joven. Creo que ha sido una decisión muy acertada. Él formó a la banda y yo fui uno más en una banda de seis. Todos opinábamos, todos decíamos lo que pensábamos y el disco ha quedado muy atemporal, muy coral. Hemos dado mucho protagonismo a cada invitado, que no solo elegía la canción sino también que cacho cantaba. Por eso hacía falta un director de orquesta que no fuese yo.
-Todos eligieron sus cachos, salvo Bunbury y Calamaro que la enviaron entera.
Así fue. Ellos dos la grabaron desde América, uno desde Argentina y otro en Los Ángeles y la mandaron entera. Y fue una putada porque eran maravillosas y yo no quería cortarles. Así que lo que hice fue cantarla entera y lavarme las manos, dándoselas a Ricky tal cual.
-¿Qué se siente cuando canciones que representan toda su trayectoria se escuchan en otras voces?
Fue muy emocionante. Todos los que han participado son gente a la que llamé porque les admiro muchísimo, porque compro sus discos o voy a sus conciertos. cuando de repente, como dices, Coque Malla está cantando 'A un minuto de ti', que la he cantado un millón de veces y la siento suya. Como si la hubiera escrito él. Cada cantante eligió muy bien. Si alguien ajeno a mi mundo escucha cualquier canción del disco, y escucha el trozo del invitado, le puede parecer suya, porque ya son de los dos.
-Esa expresión, amigos de guardia, ¿es en el sentido de vigilante o de disponible?
Va por ahí. Viene del disco doble 'El corredor de la suerte', donde hay una canción que se llama así, del que no se eligió ninguna, pero el mensaje me gustaba mucho y lo utilicé para el título. Los llamas, los necesitas y ahí están. Además fue así, porque se grabó en plena pandemia con muchísimas limitaciones. Fue muy complejo pero todos acudieron. Tiene doble valor.
-No solo fue difícil sino que evolucionó de una idea inicial a otra distinta al final, por el covid
Sí, para bien o para mal el disco es un hijo del covid. La idea inicial era un disco en directo en un teatro y no pudo ser. Después iba a ser en un estudio con poco público, pero tampoco fue posible. Solo podía haber seis personas y la banda ya éramos seis. Se mantuvo que fuera en directo, pero sin público y después los cantantes venían de uno en uno y grabábamos las voces en directo, micro contra micro, con un cristal en medio. El covid ha hecho que el proyecto sea mucho más grande. De seis invitados a 24, de disco normal a doble, de disco de navidades a dos años de gira. Estoy encantado porque es un disco de aniversario, una especie de regalo para todos y un disco de transición. Estoy disfrutando mucho porque los conciertos son muy emocionantes, con un repertorio ganador. Es una gira de grandes éxitos con banda. Estoy disfrutando mucho de este éxito de masas entre comillas.
-Esta variedad de formatos de sala, a dúo como la semana pasada con Marina Inesta, a trío, a banda de seis, ¿es una prueba de la versatilidad de sus canciones?
Desde la crisis del 2008 cambió todo. Yo venía de girar con banda y producciones medianas o grandes y pasé a formatos que no había hecho, de yo solo o dúo. Descubrí un mundo que me encantó y cuando todo volvió a la normalidad ya no dejé de hacer acústicos. Voy alternando. Este año quería centrarme en la gira grande, pero han salido cosas más pequeñas. El dúo con Marina me ha gustado mucho, las canciones han adquirido otro sentido y espero repetir, porque como dices, he pasado del Wanda a una sala pequeña en una semana.
-Lleva bien lo de adaptarse a los cambios, es más parece que le gusta
Me gusta mucho. No sabría decirte ahora mismo cual es mi formato favorito. Los estadios pasan una vez cada mucho, pero no es mi mundo. Lo mío son las salas y los auditorios. Me gusta el contacto directo. Se establece otra comunicación muy distinta.
-Como público, ¿usted sería más el Elvis de Beale Street o el de los especiales de Navidad?
(Ríe) Ostras, no sabría decirte. Elegir una época de Elvis es complicadísimo, pero en cualquier caso, me gustan más los sitios pequeños. Los grandes te ponen bien por el ego, pero a mí me gusta la gente cerca.
-Cómo va a ser la gira por Estados Unidos que tiene por delante
Son 35 conciertos. Algo histórico que no he hecho nunca y es la suma de varios años de suspensión, desde 2020. 24 en Estados Unidos, 10 en México y 2 en Perú. Dos meses y medio. Algo que no hacía desde los tiempos dorados de Duncan Dhu y y que arranca en septiembre.
-¿Cómo se siente tocando en Estados Unidos que es la cuna de una parte de los sonidos de los que procede?
Es un subidón. Me encanta. Es un público muy cariñoso y entregado, en su mayoría latino. Has escuchado mil discos y de pronto estás allí. Coges la furgoneta y vas de Chicago a Nueva York, por ejemplo. Es muy bonito.
-¿Es un público nostálgico de Duncan Dhu?
Sí, para que nos vamos a engañar. El público latino es muy fiel. Si has tenido éxitos en los 80, una época que marcó muchísimo al rock en español, ya los tienes para siempre. 'En algún lugar' es como un himno, más que en España. Y 'A un minuto de ti' es el mío.
-¿Cómo está el rock español a día de hoy?
Hay cosas muy interesantes. Cosas gigantes como Vetusta Morla y otras más pequeñas como Ángel Stanich que a mí me vuelve loco.
-¿Qué supone un reconocimiento como el Premio Ondas?
Fue como la guinda del año pasado. Empezó con 'Amigos de guardia', con todo el mundo diciendo que sí y el reconocimiento de los artistas, poder hacerlo y después el éxito del disco. Y después me dan el Premio Ondas a una trayectoria que es lo que siempre he defendido. Aquí lo tengo. Es el único que tengo en casa
-¿Ha encontrado un lugar sólido en el que se siente cómodo?
Me siento muy cómodo en San Sebastián, haciendo los conciertos que hago, me siento afortunado y aunque me gusta correr riesgos, al final piso, como dices, un suelo macizo que es el peso de tantos años de carrera.
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