

Secciones
Servicios
Destacamos
Lo subrayaba en un artículo reciente: La música tiene la capacidad de transformar a los individuos y las sociedades. Paloma O'Shea, creadora ... de la Fundación Albéniz y la Escuela Reina Sofía e impulsora del mecenazgo en la vida musical de este país, cree que «se va imponiendo la idea, incluso entre los que nos gobiernan, de que la cultura es ahora más importante que nunca».
La presidenta fundadora del Concurso Internacional de Piano y del Encuentro de Música y Academia de Santander, que afronta su vigésimo aniversario, anuncia que la cita clásica del verano «se celebrará con una programación alternativa». Entre la preocupación y la esperanza sostiene que nada será igual: «Todos vamos a sufrir, pero creo que hemos comprendido que es esencial mantener vivas las estructuras de la cultura».
-¿Cómo está afrontando el confinamiento? ¿La música ha sido ese fiel refugio donde enfrentarse a la perplejidad?
-No me puedo quejar. No he tenido ningún caso grave cerca de mí y tengo un buen jardín en casa, que me permite dar mi paseo diario y airearme. Oigo música, pero echo mucho de menos los conciertos. Los medios audiovisuales están muy bien, pero no hay nada como la música en vivo.
-¿Ha tenido miedo? ¿Comparte la sensación de que nada va a ser igual, o incluso de que aprenderemos y cambiaremos determinadas tendencias sociales?
-Que nada va a ser igual me parece claro. Ha pasado en todas las crisis y en esta también pasará. Saldremos adelante, pero las cosas serán distintas. Todo será aún más digital que antes y durante un tiempo iremos a los sitios guardando más separación. En cuanto al miedo, la verdad es que no lo he sentido en ningún momento. Preocupación, sí, porque el panorama es muy incierto para los músicos. Van a necesitar mucho apoyo público y privado, porque están muy expuestos a esta crisis.
-La Escuela Reina Sofía ofrece online sus grabaciones. ¿Esta solidaria propuesta de cultura gratuita cree que tendrá una correspondencia posterior?
-Lo estamos haciendo todos: museos, orquestas, teatros, escuelas, editoriales... Es un indicio de que el arte y la cultura son bienes de primera necesidad; los necesitamos como individuos y como miembros de una comunidad. Por otra parte, creo que este giro hacia lo digital no desaparecerá con el virus, sino que se convertirá en una característica permanente de la práctica de la cultura.
-¿Una cultura virtual, no presencial, no deja de ser un sucedáneo?
-Yo no lo llamaría así. ¡Cuánta música maravillosa hemos disfrutado mediante discos o mediante la radio! Los medios de comunicación han hecho muchísimo por la música y, en general, por la cultura. Sobre todo, la han puesto al alcance de la gente, como pasó en su día con la imprenta. La experiencia presencial es algo diferente, como le decía antes. Nada puede sustituir a un concierto o una función de teatro en vivo, pero leer teatro, ver una función grabada o un concierto en la pantalla del ordenador pueden ser también experiencias inolvidables.
-¿En qué medida la crisis está cambiando nuestros hábitos más profundamente de lo que pudiera parecer?
-Eso lo dirá el futuro, pero, como le indicaba, tengo la impresión de que el avance en la digitalización no tiene marcha atrás y que pasará tiempo antes de que podamos, o queramos, reunirnos por centenares o por miles.
Paloma O'Shea (Las Arenas, 1936). Creó la Fundación Albéniz y la Escuela Reina Sofía. Es la presidenta fundadora del Concurso Internacional de Piano y del Encuentro de Música y Academia de Santander.
-¿Qué diría a quienes piensan que la música no es esencial?
-Que no se han fijado bien. Prácticamente todas las empresas colectivas en que nos hemos embarcado los humanos han recurrido a la música, desde el culto divino de todas las culturas hasta el trance que alcanzan los aficionados al fútbol en el estadio. La música es un cemento social muy eficaz. Solo por eso, deberíamos cuidarla como oro en paño, sobre todo en una crisis tan aguda como esta. La música y las otras artes son cruciales para preservar la cohesión de la sociedad, que debe ser hoy nuestro primer objetivo. Si perdemos eso, nada de lo demás importará.
-La primera desigualdad es la de facilitar y potenciar una sociedad tecnológica mientras se marginan las humanidades?
-La tecnología es positiva en muchos sentidos. Cuando vemos a los jóvenes pegados a la pantalla de su teléfono, debemos tener en cuenta que, gracias a esos medios, están teniendo una relación muy intensa con sus amigos y familiares. Pero no debemos promover la tecnología a costa de las humanidades que son, al final, las que nos permitirán poner en contexto esos medios nuevos y comprender sus límites.
-Todo apunta a que cultura será de nuevo la última de la fila. ¿Hay conciencia de la necesidad de mantener las estructuras?
-Soy optimista. Se va imponiendo la idea, incluso entre los que nos gobiernan, de que la cultura es ahora más importante que nunca. Todos vamos a sufrir, porque vienen tiempos de escasez, pero hemos comprendido que es esencial mantener vivas las estructuras de la cultura.
-La anterior crisis dejó muchos cadáveres culturales. ¿Qué mensaje de confianza transmite para afrontar este tiempo oscuro?
-A diferencia de las crisis anteriores, en esta, la música y la cultura han mostrado su utilidad social desde el primer día. Sobreviviremos porque somos esenciales y se nos reconoce así.
-¿Ve amenazado el Concurso de Piano si cambian radicalmente las formas de consumir la cultura?
-No lo creo. Tenemos dos años por delante para que amaine el temporal.
-¿Peligra la materia prima del talento?
-No veo por qué. Buenos músicos ha habido siempre. Estoy segura de que los que pintaban bisontes en Altamira también cantaban, tocaban palmas y se hacían flautas con juncos y trompas con cuernos o caracolas. Venga lo que venga, el talento musical seguirá apareciendo y floreciendo.
-¿Estima que todo lo construido en educación y cultura musical pueda desmoronarse?
-Todo lo humano se puede desmoronar y también se puede reconstruir. Pero no tenemos que ponernos trágicos. Sufriremos, como decía, pero la enseñanza y la cultura resistirán, porque, en el fondo, todos saben que debe ser así.
-¿Volvería a empezar?
-Sí.
-Estamos preparando una programación alternativa para seguir trayendo música al mes de julio cántabro y, al mismo tiempo, cumplir con las normas de sanidad que estén vigentes entonces. Nos adaptaremos a las circunstancias. La calidad de la programación musical ha sido siempre un elemento clave para el turismo en el verano de Santander y de toda Cantabria, con el Festival Internacional, que es uno de los más importantes de España, y el Encuentro de Música y Academia, que lleva veinte años ofreciendo una programación novedosa al público. No podemos renunciar a la música, que es parte del motor económico-cultural del turismo en Cantabria. Ahora menos que nunca.
-Mi idea no ha cambiado: la Escuela Superior de Música Reina Sofía nació como centro de centro de alto perfeccionamiento capaz de llevar ayudas a los jóvenes músicos de gran talento y a desarrollarse al máximo y acercar la música de estos jóvenes a toda la sociedad. Si algún día las circunstancias nos impiden llevar a cabo esa labor, la Escuela dejará de tener sentido, pero, sinceramente, no creo que eso llegue a ocurrir.
-No. Lo que la nueva situación significa es que tenemos que trabajar cada vez más y cada vez mejor para que nuestros mecenas comprendan el sentido que tiene, incluso en estos tiempos, colaborar con la enseñanza de las artes y la promoción de la cultura musical.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.