La música de Marlango pondrá en 'Technicolor' la bahía de Santander

Marlango es un grupo musical con 14 años de carrera, al que dan vida la inconfundible voz de Leonor Watling y las sutiles composiciones del santanderino Alejandro Pelayo.

En septiembre de este mismo año, y tras cuatro años sin grabar, publicaron su séptimo álbum, 'Technicolor', que entró al tercer puesto de los álbumes mas vendidos en este país, y que presentarán en exclusiva en el Centro Botín en formato trío (voz, piano y cello).

Un álbum que definen como «la banda sonora de una película que no existe», inspirados en tiempos pasados, pero sin perder su componente contemporáneo que no deja lugar a la melancolía o a lo retro. 'Technicolor' se aproxima más a su búsqueda musical, tras haber transitado los caminos del pop, el folk o el jazz en el pasado.

Se trata de un homenaje a la sonoridad que tienen las canciones de los largometrajes por encima de las épocas. La música al servicio de la narrativa de la historia, para acompañar a esas imágenes ficcionadas que se mueven entre lo romántico y lo musical.

Evocador de otras épocas, de las películas en blanco y negro, de los clubes del período de entreguerras, la banda liderada por Leonor Watling ha hecho música «con la excusa del cine».

Para componer los temas, el cántabro Alejandro Pelayo explicó, durante la presentación del CD, que utilizaron su técnica de siempre, que consiste en tener una «imagen fija, fotogramas de películas, para escribir las canciones». «Solo que esta vez lo hicimos adrede desde el principio con la idea de que una historia que no existe nos ayudara a entender las canciones cuando estas no existían», agrega.

El relevo de 'El porvenir' (2014) huye de la idea «de un disco de pop sometido al corsé obligatorio del bajo y batería», con el silencio como «un elemento melódico más de la canción».

De esta manera, Marlango ha conseguido realizar «fantasías que duran tres minutos y medio y que nos resulta mucho más interesante que una foto con un filtro de Instagram».

Durante estos últimos cuatro años han realizado dos giras, una con banda y la otra solo a piano y voz, y en la segunda fueron surgiendo las canciones de su nuevo trabajo. La producción de Vicente Huma ha hecho el resto, con un sonido que recuerda los viejos tocadiscos de vinilo o los gramófonos de antaño.

En el disco colaboran Coque Malla y David Aguilar.

«Tenemos la responsabilidad de reivindicar la música española. Este es el país de Lola Flores y de Paco de Lucía, que se murió como el mejor guitarrista del planeta y no pasó nada. No tocaba un instrumento residual, sino el mismo que millones de personas en todo el mundo», destacan.